He aquí la historia de una amor eterno, el amor todo lo espera...
6 años atrás...
Todo comenzó en una tarde de invierno ... Tarde que aunque pasen los años no olvidaré, esa tarde que por primera vez vi el auto de sus padres,Aún sin conocer el significado del amor, mi corazón sin saberlo ya la amaba.
Tan sólo éramos niños de 10 años, desde ese momento ella vino a cambiar mi vida, desde ese momento supe que yo no volvería a ser el mismo y que el mundo puede ser mejor.
Mientras bajaba del vehículo con cara de pocos amigos por tener que usar ese vestido rosa, me observo y me saco la lengua.
-No debes pelear con tu nuevo vecino. La reprendía su madre.
Por primera vez me regalo una sonrisa. A regañadientes me dijo: Soy Aurora mientras jugaba con sus trenzas.
Aún el día de hoy esa sonrisa permanece en mi memoria.
Hoy
Las personas que dicen que un joven de 16 años aún no sabe lo que quiere, es porque no les ha tocado vivir con un padre como el mío, lo único que deseo es obtener las mejores notas para poder salir del colegio e ir a una buena universidad, ese es mi mayor pensamiento días como hoy.. Necesito estar lejos de mi padre, se que si no lo logro mi vida será un desastre.
Sin embargo, allí estaba ella, recogiendo los libros que había tirado por accidente. Eramos muy cercanos, nuestros padres desde que hace 6 años llegaron al pueblo, se hicieron buenos amigos, de esos que se reúnen cada fin de semana para hacer una parrillada. Por lo cuál siempre íbamos juntos a todo lugar, nos sentaban juntos en la iglesia, jugábamos juntos, ahora planeábamos irnos juntos a la misma universidad, y agradezco al cielo que haya sido su idea porque ella no lo sabe, pero no aguantaría estar lejos de ella.
Recuerdo que más de una vez los niños se burlaban de mi, porque ella era la única niña en el barrio y ninguno quería jugar a las muñecas o cocinita con ella, sólo yo dejaba de jugar futbol con tal de estar a su lado, con tal de ser su protector, con tal de hacerla feliz y de evitar sus lágrimas.
Mi vida era perfecta, mis padres se amaban, nunca me falto nada, hasta que al cumplir los 13 años vino el cáncer de mi madre. Mi papá huyo de la casa porque decía que la amaba demasiado para verla partir, partió sin importarle el niño que estaba perdiendo un padre y estaba a punto de perder una madre.
Desde ese momento conocí la soledad, me estaba perdiendo en mi mundo al ver a mi madre sufrir, mi padre nos enviaba el dinero necesario para los medicamentos de mi madre, sin embargo cuidarla era cada día más difícil debido al deterioro de su salud y al sufrimiento que cargaba al saber que el hombre que prometió estar con ella en la salud y enfermedad la abandonó cuando más lo necesitaba...
Al cumplir los 14 años mi madre falleció, en su entierro solamente estuvimos Aurora, sus padres y yo. Mi padre no volvió y yo estaba más perdido que nunca, los padres de Aurora me apoyaron siempre por el cariño que le tenían a mi madre, Aurora nunca se fue de mi lado, aún así para mi la situación era inmanejable, mi hogar él que en algún momento me vio crecer y me regalo tanta felicidad, ahora era un cementerio de recuerdos, de risas, de momentos llenos de amor.
Recuerdo que en algún momento llegue a sentirme tan solo que hasta pensé en acabar con mi vida, mi padre seguía enviando el dinero del tratamiento de mi madre fingiendo no saber que había muerto, sólo porque no se sentía listo para regresar y enfrentar la realidad.
Un día al borde de la desesperación y después de tantas noches de soledad estaba al borde de mi cama, tenía un puño de pastillas y la intención de terminar con tanta miseria.
Pero como siempre, ella apareció para espantar toda la oscuridad y llenar mi vida de luz, esa luz que solo ella podía irradiar.
Mi ángel. Llegó en el momento justo, las coincidencias no existen, ella era mi destino. La mujer que le daría un nuevo rumbo a mi existir, le daría sentido a mi vida, se convertiría en mi inspiración, mi razón de ser, mi misma vida, ella me trajo luz en un mundo de oscuridad... Sonará cursi, pero ella le dio color a mi vida, incluso logro sacar una parte de mi que ni siquiera que yo sabía que existía, aún sin saberlo, sin pedir permiso ella me hizo ser mejor cada día.
Cuando no tenía nada, ella simplemente se convirtió en mi todo...

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Promesas Encontradas
Romance... y después de 10 años, después de sentir que mi mundo sin ella caía en pedazos, después de sentir que se me acababa el aire; ya que mi aire era su prescencia... Después de todas las lágrimas que derrame sobre mi almohada en las noches y de cada m...