Dispárame

Capítulo 31

Caminé por los pasillos del hospital buscando la habitación de Val.

Mis heridas dolían menos ahora, mi cansancio se había ido, y mi paranoia había desaparecido... en parte.

La Sra. Jones había dormido en el hospital, así que yo había pasado la noche completamente sola en casa. Había cerrado la puerta con llave, y había bloqueado todas las ventanas antes de caer rendida en la comodidad de mi cama.

Era, apenas, mediodía. Se suponía que Val podría volver a casa hoy. Yo sabía que ella estaría desesperada por salir de la cama, así que le había comprado lo que, para ella, era el paraíso encerrado en un rectángulo negro y cubierto por un paquetito de plástico: chocolate.

Di dos breves golpes a la puerta antes de entrar. La Sra. Jones estaba sentada en una silla al lado de la cama y parecía estar discutiendo con Val, pero, en realidad, ella no parecía muy metida en la discusión.

—Liz —dijo su madre cuando me vio—. Bueno, tal vez tú puedas hablar con ella.

Fruncí el ceño.

—¿Hablar sobre qué?

Val suspiró pesadamente.

—Realmente quiero ir a casa.

Fruncí el seño. Ella no sonaba igual que siempre, su voz sonaba apagada y casi robótica.

—¿Val? —dije y ella me miró.

—Liz, que bueno que estás aquí.

—¿Te sucede algo? —dije, porque ella no parecía muy feliz —¿Te sientes bien?

—Perfectamente, pero quiero irme a casa. Mamá quiere que me quede aquí por más tiempo.

—Valeria tiene un pequeño problema de despersonalización—explicó la Sra. Jones antes de que pudiera preguntar.

—¿Despersonalización?

Miré nuevamente a la madre de Val.

—Es a causa del shock emocional —siguió explicando . El doctor dice que solo debe descansar.

—Sí —suspiró Val —. Dijeron que es temporal, pero aún así mi madre quiere dejarme aquí.

Miré a su madre —Realmente creo que es mejor que esté en casa.

A pesar de que la Sra. Jones no parecía muy feliz con eso, asintió.

—De acuerdo —dijo Val saliendo de la cama —. Iré a cambiarme, entonces.

***

Había cerca de diez envoltorios de chocolate sobre la cama de Val, y un gran porcentaje de adquirir diabetes antes de cumplir los dieciocho años. Luego del primer chocolate, ella me mandó a comprar más. Pero, a pesar de todo, la chica a mi lado no parecía la Valeria que yo conocía. En cambio, parecía una chica seria y (casi) en depresión.

Mientras volvíamos a casa, busqué en mi celular lo que era la "Despersonalización". "... es una alteración de la experiencia de uno mismo de tal manera que uno se siente "separado" de los procesos mentales o cuerpo, como si uno fuese un observador externo a los mismos" Miré a Valeria y ella realmente parecía ajena al mundo que la rodeaba. "Los individuos que experimentan despersonalización se sienten separados tanto de su mundo como de su identidad y existencia física" Sentí una opresión en mi pecho, todo esto sonaba como lo totalmente opuesto a la personalidad burbujeante de Val.

—Entonces —dijo metiéndose un cuadrito de chocolate a la boca —¿Cuántas posibilidades hay de convencer a mamá de que Jason es responsable de todo lo que pasó?