Capitulo 10

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Me sentí un poco mejor cuando vi a Kevin caminar hacia nosotros. Él se acercó a la ventana de Alan y pareció sorprendido cuando me vio.

—Liz, no esperaba verte aquí —dijo y luego miró a Alan —¿ya estás llevándola por mal camino, Dankworth?

—Cierra la boca —dijo Alan y Kevin rió.

—Al fin llegas, todos estábamos esperándote.

—Lo sé —Alan abrió la puerta y salió, yo hice lo mismo y en cuanto salí vi que algunos ojos se posaron en mí y entonces me arrepentí de traer puesta la chaqueta Chanel que mamá me había regalado en mi cumpleaños. Sentí una mano en mi espalda y me giré para ver a Alan.

—No te preocupes —dijo él —no se van a acercar si estás conmigo —Asentí y ambos comenzamos a caminar hacia los pandilleros, uno de ellos, de tez oscura y con el corto cabello teñido de rubio se acercó a nosotros.

—¡Dankworth! —exclamó.

—Tyler —respondió Alan con una media sonrisa, obviamente eran amigos, lo que no me puso tan nerviosa cuando me miró.

—¿Quién es ella?

—Ella es Liz.

El chico, Tyler, comenzó a caminar con nosotros y luego pasó un brazo sobre mis hombros.

—Dime, linda —dijo él —¿cómo es que te involucraste con este idiota? —él señaló a Alan.

—Ella acaba de romper las reglas y escaparse de casa —dijo Alan ignorando el comentario de Tyler.

—¿En serio? Eso es genial, amiga —exclamó el chico —tu eres de las mías.

Tyler aflojó su brazo cuando llegamos al resto de pandilleros, Kevin llegó detrás de nosotros y caminó hacia un auto que estaba casi vacío. Lo seguimos, allí estaba Cristian también y otro chico que más tarde descubrí que se llamaba Daniel. La verdad es que Daniel y Tyler eran muy agradables y divertidos. Tyler era todo un payaso, siempre decía o hacía algo que me hacía reír, Daniel era el primo de Tyler pero él era más calmado y casi se podría decir que un poco tímido. Cristian me ofreció un poco de cerveza, pero yo no quería beber mucho, así que la rechacé y, en cambio, bebía de vez en cuando del vaso de Alan. Él estaba a mi lado, por suerte, porque a pesar de que sus amigos eran agradables, el resto de pandilleros aún me veían como una presa.

—Y ¿Liz es tu novia, Alan? —dijo Daniel en algún momento, yo estaba a punto de negarlo pero Tyler habló primero.

—¡Uuhh!... si es así, Jenn no va a estar feliz —rió como si hubiera contado algún chiste.

—¿Quién es Jenn? —pregunté, pero antes de que alguien respondiera se escuchó una voz a lo lejos.

—¡Alan! —exclamó. Voltee hacia donde venía la voz y casi me caigo de espalda por la sorpresa. No es posible. La chica borracha del club venía justo hacia nosotros.

Ella pareció reconocerme porque me miró un momento largo antes de mirar, nuevamente, a Alan.

—Hey —dijo ella —no sabía que venías acompañado ¿Quién es ella?

—Soy Liz —me adelanté. La chica asintió hacia mí.

—Jenn —dijo, así que ella era Jenn. Ella me miró un segundo antes de volver a hablar —un gusto volverte a ver —fingió una sonrisa. Definitivamente se acordaba de mí. Sin embargo, ella se veía muy diferente a como la había encontrado en el club, ese día ella parecía destruida, estaba borracha y parecía odiar a Alan. En cambio, ahora ella lo miraba con una chispa en sus ojos, algo que parecía adoración y otro algo muy parecido a la obsesión.

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