Picaflor!!

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Han pasado dos años desde que comencé mi relación un poco inconstante con David, hemos terminado como tres veces, mejor dicho yo soy la que he dado por terminada la relación tres veces y él solo me dice:

David: Como tu decidas, Emma

Me da rabia que no me refute las cosas, que no me ruegue, pero así es David, el hombre de mis sueños, inteligente, guapo,  sé que solo tiene ojos para mi ya que mi prima Ruth no lo ha visto con nadie mas, pero y siempre existirá ese bendito pero, siento que soy yo la que remo en un solo lado del barco, me siento cansada, pero pensar que si le llego a preguntar que le está sucediendo conmigo y esta vez se atreva a terminarme por mi inseguridad, me daría un dolor intenso en mi corazón, porque sabría que no di más de mi para que todo funcionara, quizá con el tiempo el cambie, David sería mas detallista, me llevaría flores, me escribiría poemas, en fin todas esas cosas que llenan a una mujer, sé que lo hará, solo debo ser paciente.

El próximo mes cumpliré 15 años, estoy tan emocionada, mi mamá quiere una gran fiesta, pero lo que me haría realmente feliz es que mi chambelán fuera mi David, pero sé que será imposible, así que solo me resignaré con la idea de que será otra persona. :(

Un día en medio de mis afanes,  la fiesta, mis estudios, el vestido, olvide hacer una cartelera para mi clase de sociales, solicité ayuda a mi amiga Paola, ella es toda una experta en hacer gráficos, dejé mi cartulina en casa de ella ya que había confiado en su palabra, pero vaya sorpresa que me llevé, olvidó hacerlo, y en medio de mi rabia y estrés, me presentó a su amigo Lucas, que al ver lo molesta que estaba se ofreció amablemente a ayudarme pero fui tan grosera, tan grosera, que le dije:

Emma: No, gracias! soy lo suficientemente capaz para resolver mis asuntos.

Él solo sonrió, pensé que jamás lo volvería a ver, pero no fue así.

Pasaron algunos días, me encontraba caminando por el centro de San Martín y allí estaba él, sentado en la plaza como si me estuviera esperando, yo evitaba mirarlo pero él no me quitaba la mirada y sonreía, así que me fue imposible esquivarlo y le dije:

Emma: Hola Lucas, ¿Cómo estás? ,sé que aquella noche fui una grosera, lo lamento, no suelo ser así.

Lucas: Tranquila Emma, solo quería ayudarte, se me facilita el dibujo, soy diseñador gráfico.

Emma: bueno, para la próxima aceptaré tu ayuda. Gracias!

Lucas: Me encantaría seguir hablando contigo, ¿será que me lo permites?

Emma: Claro! con tal de que solo vengas con la intención de ser mi amigo, te recuerdo! no acepto otras opciones.

Al decirle eso, sonreí, y el también sonrió. No puedo negar que Lucas era como un chico de telenovelas, alto, de ojos marrones oscuros, tez blanca, pelo liso,  guapo muy guapo,  y esa forma de ser tan encantadora hacían que llamara mi atención. Suspiro, suspiro y suspiro.

Se acercaba el día de mi fiesta, todo iba de maravilla, ya no me afectaba tanto la idea de que David no fuera mi chambelán, pero mantenía la esperanza de que al menos pudiera venir a mi celebración :(. Mi mamá metía gritos al cielo, toda mi cuadrilla de baile estaba lista menos yo que aún me encontraba sin pareja, yo por un lado asumía la idea de bailar sola, igual eran mis 15 años, podía hacer cualquier cosa, pero en ese instante llegó Lucas a visitarme y mi mamá corrió a decirle:

Mamá: Lucas,  ¿Cómo estás? ¿te gustaría ser el chambelán de mi hija Emma?

Lucas: Claro que sí! Me encantaría! para mi será todo un placer acompañar a Emma en ese día tan especial.

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