Ha pasado casi un año, ya tengo 16 y podría decir que me faltan dos pasos para ser mayor y al fin poder hacer cosas que me han prohibido desde pequeña, como ir a una discoteca, llegar tarde a casa, ser más independiente, aunque a decir verdad mi mamá es de la vieja escuela, asi que la mayoría de edad sólo me alcanzaría para lo más importante ( según ella), obtener mi cédula.
Estoy por terminar mi año escolar, por lo tanto, debo decidir el rumbo de mi vida con respecto a los estudios, tengo un caos gigante en mi cabeza, unos me aconsejan que soy buena en esto, otros en aquello y a la final no se que es lo que realmente quiero ser y que me haga feliz. Envidio a los que sí saben :O
Decidí ir un día a Ciudad Calcuta a visitar ciertos centros de estudios superiores o lo que mejor se conoce como universidades, pero no pude evitar apreciar a esta bella ciudad, es gigante y tan mágica a la vez, cada detalle de ella hacia que deseara con más intensidad el poder vivir allí algún día , todas las casitas ordenadas, con sus tejas rojas, me hacían recordar los años de antaño, pero con ese toque modernista que las hace únicas, sus calles anchas, limpias y rodeadas de árboles y gracias a Dios que dejaron árboles, porque en ciudad Calcuta el Sol vino para quedarse.:-D
Una vez que me pude ubicar en la universidad San Pedro, ya que no conocía bien la ciudad, entré al salón donde estaban en exposición las carreras que ofrecía la universidad, y yo más perdida imposible, no sabía leer ninguno de los folletos que allí daban, todo decía pensum, las materias se repetian, matemáticas I,II, III, (asumí que era lo mismo que el colegio pero con un poquito más de intensidad) y daban un breve resumen de la carrera, agarre todos los que pude, la gente me observaba, quiza por mi cara que expresaba un gran interrogante. :'(
Todas mis ideas y mis gustos eran extremos, me gusta dibujar! entonces es arquitectura! pero no era creativa, me gustan los animales! entonces veterinaria! pero si se me moría un animal o me colocaban a rajar un sapo perdería el semestre :-(, me gusta la contaduria! Pero ¿sólo aprenderé de contabilidad? y ¿qué le enseñaré a mis hijos cuando me pregunten de física o química?, a la final me lleve todos esos folletos y regresé a San Martín, me encerré en mi cuarto, mire el techo y grite: Dios ayúdame! Porque al parecer ninguna carrera es para mi. :-(
Pasaron las semanas y llegó el día que debía inscribirme en alguna carrera, aún no estaba muy clara, mi mamá me gritaba, arquitectura!, arquitectura!, mi tia me decía, contaduría!, contaduría!, pero yo no escuche a nadie y me decidí por el único pensum que pude entender, donde las materias, según yo,las conocía, entre ellas, matemáticas, física, química, administración y las otras las obvie para no mortificarme, todo era muy fácil, yo no entendía por qué la gente se quejaba de la universidad si era lo mismo que el colegio pero un poco más estricto, nada más, (ojalá hubiese pensado bien lo que estaba diciendo). :-\
Era lunes, 21 de octubre, llevaba en mi mano mi formulario, veía la cara de las personas sonrientes y confiadas en la carrera por la cual querían optar un cupo, y yo, solo rogaba a Dios que no me hubiese equivocado, me había inscrito en Ingeniería Civil y esperaba que sólo me pusieran a construir casas, sobre todo las de tejas rojas, pero del resto no sabía más nada de esa carrera. Mientras esperaba mi turno, más nerviosa que de costumbre, vi pasar a un niño como de 11 años, (bueno, en realidad esa edad se la puse yo :-)), con una camisa de cuadros azul, un jeans con correa, todo chapado a la antigua y de paso un corte de cabello que me hacia recordar a un grupo que admiraba en mi infancia, no pude evitar reír dentro de mi y a la vez me preguntaba, ¿ a quién se le ocurriría vestir a un niño así en pleno siglo 21?:-D
Después de distraerme un poco con la presencia de este niño, me sentí mal, porque generalmente no suelo reirme de las personas, después asumí que era un hermanito de algunas de las muchachas que estaban allí metiendo el formulario, porque lo cargaban como llaverito, pero gracias a esto olvidé por un rato las miles de preguntas que rodeaban mi cabeza con respecto a la carrera y que no le lograba conseguir respuesta.
Nos citaron para el 16 de diciembre, ya que serían publicadas las listas de los nuevos ingresos en el salón principal de la universidad. Cada vez que se acercaba más el día, más ansiosa estaba, porque no sabía si me darían un cupo para esa carrera, de todas formas había pintado el peor panorama :-(, por si las moscas, como dice mi mamá, pero debía ser fuerte y asumir con responsabilidad los retos que tendría por delante.
El asunto de la universidad me ha tenido medio loca, hasta había olvidado por completo disfrutar mis últimos dias con mis amigos de colegio, ya todos cambiariamos de rumbo, algunos seguirían el camino del estudio, otros les tocaría trabajar, y así sortearia la vida con cada uno. Sabíamos que dejaríamos nuestra niñez-adolescencia en el que colegio que nos vio crecer, pero que las puertas estaban abiertas para un mundo que nos estaba esperando y que debíamos aplicar todas las herramientas aprendidas de manera que pudiéramos luchar y alcanzar todo aquello que siempre habiamos soñado.
Es 6 de diciembre y mis padres están orgullosos, SOY BACHILLER!!, tengo miles de sentimientos encontrados, no volveré a ver a mis amigos, la mayoría se tomaron un tiempo antes de emprender el viaje en la u, así que por los momentos soy la única que irá a la boca del lobo (universidad). Mi mejor amiga,Carla Soto,sueña con ser profesora, así que ni modo, tampoco me acompañó en mi aventura por lo civil. Sonrío a la fuerza, tratando de contener el llanto, he alcanzado una meta, pero que absurdo es alcanzarla y sentirte triste, nada llega completo, todo siempre es así, una cajita de sorpresa. :-(
Es 16 de diciembre y como siempre tomé el bus más lento del mundo, llegué tarde al salón de la universidad donde serían colocadas las listas, la cantidad de gente era impresionante, pues como siempre me tocó sentarme en las escaleras a esperar que desocuparan un poco el lugar. En medio de mi estrés por saber si había quedado, miré a las personas que estaban revisando la lista de ingeniería civil y allí estaba, el niño de camisas de cuadros, pero esta vez eran como de color púrpura, pero era seguía fiel a su estilo :-D. Me causó curiosidad, porque trataba de mirar la lista, pero como había tanta gente asumí nuevamente que estaba acompañando a alguien, era imposible que ese niño fuera a estudiar en la universidad.o_O
He logrado ver por fin las listas y allí estaba mi nombre, Emma Leal, saltaba dentro de mi de la felicidad, lo había logrado!, entraría a la universidad a estudiar Ingeniera Civil, sólo quería poder tomar el bus lo más rápido posible y llegar a San Martín, para darles las buenas nuevas a mi familia.
ESTÁS LEYENDO
Líneas Paralelas
RomanceEmma Leal y Mathias Duque son dos jóvenes que se consiguen en el camino de la vida, pero por cuestiones de prejuicios, Emma continúa creyendo que el amor de su vida vivía en Ciudad Cesía, cuando en realidad el que derramaba su corazón por ganarse el...