Unseen

Capítulo 7

Dos pares de ojos exaltados cruzaban miradas indecisas las cuales buscaban el acuerdo de cómo y quién iba a responder a aquella pregunta. Yo ya sabía cuál era la respuesta, pero quería sinceridad por su parte, así que aguardé hasta que Huge fue el atrevido a vocalizar una respuesta.

-Sí, Emma es adoptada. Yo era estéril así que no nos quedó otra que adoptar.

-Gracias, no era tan difícil responderme. ¿Tenéis su partida de nacimiento, dónde nació y todo éso? -dije sin tener mucha idea.

-Lo siento, siempre lo hemos llevado en secreto porque nos daba vergüenza y para no hacer daño a nuestra Emma... Ahora te daré una copia de todo, espero que te sirva y nos digas algo pronto, por favor -dijo Helen desesperada.

-Siento haberos hecho pasar un mal rato de verdad, pero es necesario para estar más cerca de Emma, no podemos perder el tiempo. En cuanto sepa algo os diré -dije levantándome.

Un par de minutos después Helen me trajo los papeles que quería, tras cogerlos me despedí pidiendo disculpas de nuevo y me fui. Me sentía mal por lo que les acababa de hacer a quienes íban a ser mi familia, ellos siempre habían cuidado muy bien de Emma, pero sabía que luego me lo agradecerían. Mi móvil empezó a sonar, Mia me estaba llamando para variar.

-Buenos días, Mia.

-Buenas Aydher, Tess me ha dicho de quedar esta tarde en su casa sobre las cinco o así.

-Me parece bien, quedemos tú y yo a menos cuarto en el bar y vamos juntos.

-Está bien, tengo novedades, ya verás.

-¡Yo también!

-Pero, ¿te encuentras ya mejor?

-Sí, solo necesitaba descansar un poco. Esta mañana he ido a ver a Helen.

-Me alegro Aydher. Y entonces...¿es adoptada?

-Te dejo con la dudilla hasta esta tarde -dije devolviéndosela.

-Buena jugada, lo acepto porque me lo merezco -dijo Mia con tono sarcástico.

-Ya me tocaba, aunque supongo que tú también me vas a dejar con la duda.

-Por supuesto, me vas conociendo -dijo Mia haciéndose la interesante.

-Qué cruel...

-Qué ganas de verte y que nos contemos...bueno, te dejo y luego nos vemos.

-Vale, adiós Mia.

-Hasta luegooo.

Realmente sentía interés por saber qué había encontrado la curiosa Mia. Siempre la he considerado una chica muy astuta y bastante espabilada. Pero por otra parte, tenía un toque misterioso y su manera de hablarme me desconcertaba, parecía como si me viera de distinta forma a como la veía yo, aunque quizá eran imaginaciones mías.

Llegué a casa, la hora de comer se acercaba pero aún no habían llegado mis padres de trabajar, últimamente no iba mucho por casa y estaban preocupados, así que decidí tener un detalle y les dejé la comida hecha: spaghettis a la boloñesa, de lo poco que sabía cocinar, pero la intención era lo que contaba. Satisfecho de mi gran trabajo me sequé el sudor con papel de cocina, realmente se notaba que era julio. Salí a dar una vuelta para no asfixiarme dentro, y así aclarar mi mente un poco más hasta que alguien me llamó.

-¡Aydher!, ¡AYDHEEEEER!
-gritaba una eufórica voz masculina.

Me giré y vi a un amigo mío detrás, el cual se observaba a unos pocos metros corriendo hacia mí desesperadamente cual animal persiguiendo a su presa. La escena me pareció graciosa. Cuando llegó me dio un abrazo.