t h r e e [corregido]

17.6K 526 218
                                    

—Nos pueden ver Harry...—respondo ignorando su anterior comentario mientras intento no mirar por encima de su hombro y encontrarme con algunas miradas morbosas.

—No estamos haciendo nada malo—sonríe y me aprisiona más notablemente con la pared.

—Harry por favor...—abrumada por la situación, mis mejillas se colorean y mis ojos brillan de lo que espero sea vergüenza.

—Perdón, perdón...—bromea y aparta un poco su anatomía de la mía propia, ganando algo de espacio personal—Vamos, dentro de poco anochecerá—.

Ambos salimos del portal, aunque yo mucho más perturbada que él, que parece más fresco que una rosa. El tráfico empieza a notarse con más fluidez y cada vez hay más gente. Lo peor de ser más torpe y despistada de lo usual, es que en situaciones como estas siempre te acabas perdiendo, y más si eres tan escurridiza como yo.

Harry en cambio, no parecía tener ningún problema; no creo que nadie se atreva a darle empujones o codazos. Camino unos cuantos pasos más, hasta que me veo ahogada entre tanta gente y empiezo a perder a Harry que no se da cuenta de nada. Sin preveerlo, agarro la manga de su camiseta y sus ojos me miran, brillando. Pasa su mano y la entrelaza con la mía, en un movimiento suave. Evito mirarle directamente sabiendo que está disfrutando de mi momento de debilidad, y esta vez ambos vamos junto al otro. En ningún momento su boca afloja el músculo que se ocupa de brindarle una pequeña sonrisa de lado, como si hubiese salido victorioso de una batalla.

Al salir de las calles principales tardamos poco en llegar a mi casa, que según recuerdo no está muy lejos de la suya. En todo este tiempo nuestras manos han permanecido unidas, a pesar de haber pasado las calles concurridas hace unos minutos. En cuanto llegamos a la puerta le encaro, descubriendo su sonrisa coqueta y burlesca dibujada en ambas comisuras de los labios.

—Gracias por acompañarme...—

—Ha sido todo un placer—responde acercándose un poco más a mí, haciendo una encerrona entre su cuerpo y la puerta.

—¿Qué estás..?—

—¿Acaso no vas a despedirte de mí?—su brazo abarca mi cintura y espalda y me atrae hacia él, justo como antes de entrar al portal—Que cruel—.

Me agarro de su camisa, y al bajar su cabeza su pelo roza mis pómulos que supongo han adquirido un poco más de color. Su dedo señala su mejilla, y me pongo de puntillas para depositar un beso ahí; pero el rostro de Harry cambia de posición y nuestros labios quedan a milímetros, y lo peor es que no me aparto. Es más, aun con toda la vergüenza del mundo le doy un casto beso en sus suaves labios lo que hace que su sonrisa se haga presente.

—Buena chica—.

Y con esa frase junto a un guiño, se fue y yo entré a mi casa en silencio aturdida, hasta que Totoro vino a saludarme y a quitarme los pensamientos que se acumulaban en mi cabeza. Menudo día.

 ...

—¡CUÉNTAMELO TODO!—exigió la voz de mi amiga mediante el teléfono.

—¿Y por qué no me cuentas que tal te fue con Brian primero?—

—No puedo progresar mucho si tengo a su amigo al lado, hay algo llamado decencia y dignidad—añade dramáticamente con la única intención de hacerme hablar a mí.

—Claro..; dignidad, tú—.

—¿Podrías dejar tus sarcasmos para otro momento? Te fuiste con tu hombre soñado que no te quitaba la vista de encima, para colmo te acompaña a tu casa y encima tengo que rogar por  un poco de información—.

| SPANK ME DADDY | h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora