29 de Septiembre

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Habían pasado diez días desde que inició su nueva vida. El mes de Octubre estaba a la vuelta de la esquina y el frío de otoño hacían las noches insoportables. Ni siquiera se acercaba a sus primaveras pero era ambiciosa y quería lo mejor para ella. Se había propuesto ingresar a la mejor universidad del país, y así lo cumpliría porque aunque fuera demasiado joven -demasiado para mi gusto- pensó ella, se había dado cuenta que era demasiado determinada. Iría a esa universidad cueste lo que cueste pero primero tenía que aprobar lo que aquí se llama middle school. Nunca tuvó problemas con la escuela, era considerada una de las mejores, era un halago. No tenía la necesidad de estudiar porque todo lo que escuchaba se impregnaba a su mente como un imán.

Hoy iba a inscribirse a una escuela. Las clases ya habían comenzado hace un mes atrás y ella no iba a perder más tiempo. Estaba desesperada por empezar la escuela, definitivamente no le gustaba perder clases, ni siquiera un resfriado la detenía. La ciudad se llamaba Elizabeth y el estado era New Jersey con muchas escuelas prestigiosas según lo que había escuchado. Se encontraba en el welcome center ahí era donde las escuelas eran asignadas dependiendo de donde uno vive. Luego de unas pruebas en base a su nivel académico y el idioma, fue asignada a la escuela número veintiuno -¡qué bien!- Iniciaba en cuatro días dado que era Jueves. Estaba excitada de felicidad. Era hora de hacer amistades y actuar de acuerdo a su edad. Era una alegría.

Se levantó con anticipación. Las clases comenzaban quince para las ocho y eran las cinco y media de la mañana -qué locura- murmuró y se dirigió a tomar un baño. Su madre le informó que había que salir diez para las siete ya que su hermano mayor estaba en dirección opuesta a la escuela veintiuno, que de por si sus padres habían dicho una pequeña mentira de acuerdo a la dirección de su hogar. De hecho su abuela era la dueña de aquella dirección pero había que ser cuidadosos porque nadie sabia quién podría estar por la zona.

Al llegar a la escuela se encontró con rostros de diferentes naciones. Se encontraban en el gym, su grupo era el 207, el grado mayor. Se sentó en los escalones y una rubia que ocultaba sus ojos azules en unas gafas, fue la primera persona que se atrevió a hablarle a aquel rostro perdido.

La conversación transcurrió en inglés y Tahis había aprendido por su cuenta, aunque luego de año y medio sin práctica, su lengua se había trancado y le era díficil asimilar las palabras. Oh, si que prefería el español y al enterarse que la simpatica rubia provenía de Colombia, se atrevió a establecer la conversación en su idioma, sin embargo a la que se había presentado como Valerie le era demasiado complicado formular una oración.

-¿Cúal es tu nombre?- susurró Valerie.

-Me llamo... Fue interrumpida por unas voces escandalosas anunciando que debían pasar a sus homeroom. 

Su profesora guía era muy amable. Era la maestra de arte. Le entregó su horario y le dijo que se mantuviera con las demás así ella se podría enterar de cualquier cosa que fuera a pasar. Subió al tercer piso, a la primera hora que era denominada como: Intervención. La de su clase era de Álgebra, se sintió perdida, jamás en su vida había estudiado el Álgebra pero no se preocupó porque el profesor que supervisaba la clases no era el profesor de matemáticas. Era el de Estudios Sociales; su próxima clase. El timbre sonó y ella fue llamada hacía la oficina principal, para una guía mejor. Ya había sido presentada en la clase y todos se mostraban amables. Una morena de cabello rizado se ofreció a guiarla hasta la oficina principal. Al entrar se dio cuenta de la diferencia que existía. Se quedó ida en sus pensamientos que no se enteró que su compañera le estaba hablando sobre la presencia masculina que tecleaba con asombrosa rapidez. No podía ver su fisico, pero notó una nariz demasiado bonita.

La morena llamó la atención de aquella persona y al momento en que él levantó la cabeza, Tahis suspiró pesadamente. Unos ojos azules la miraban atentamente, una sonrisa se esbozaba y una gruesa voz quedó estancada en su mente durante toda la tarde.

El  Lunes 29 de Septiembre su corazón palpitó.

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Hola, otra vez. ¿Cómo andan? :) Apreciaría que hagan un click en esa estrellita bonita. Estoy consiente de que no puede ser tan interesante hasta este punto pero, a como dije, los detalles son muy importantes, que simplemente no se pueden evadir. Por favor, lo bueno esta por venir pero hay que ser pacientes. Es una virtud jajaja. Espero ver su opinión acerca esta historia. Gracias.







Mi maestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora