Secretos

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*Narra Kevin*

—Kevin —preguntó Kat con un poco de miedo en su voz, lo pude sentir

—¿Que pasa Kat?

— Necesitamos hablar

—Si, claro, ¿Que sucede?- Ya me estaba empezando a preocupar, no sabia que le pasaba a Kat, y lo primero que pensé fue que había sido por culpa de Juan- No me digas que este -Dije señalando a Juan- te ha hecho algo.

—No, no para nada, es sobre... emmm... -Kat estaba nerviosa pero no sabia por que, cuando vi que bajo su vista a mis brazos pensé que quería saber sobre el accidente así que le pregunté, - Ohhh ya comprendo, quieres saber sobre el accidente ¿No?

— No, si, es decir, si, pero ahora quiero saber sobre tus cicatrices.

En ese momento me quede congelado, no puede ser, se había dado cuenta de las cicatrices, las que tanto trabajo me había costado mantener ocultas, las había descubierto.

—¿Cicatrices? ¿De que hablas Kat? —pregunte lo mas calmado posible pero por dentro me comian los nervios

—Vamos, no te hagas el estúpido, sabes de que te hablo.

No tenia mas opción, me había descubierto, era hora de que supiera la vedad.

—Esta bien—Dije finalmente con cierta preocupación en mi voz -Pero debes prometer que será un secreto y que a pesar de lo que te cuente todo seguirá igual entre nosotros ¿Si?

—Si, esta bien, pero ¿Tan malo es?

—Solo prometelo Kat

— Esta bien, lo prometo, solo los sabremos los tres

Al principio no sabia quien iba a ser el tercero, pero luego recordé que Juan tambien estaba ahí, también sabia que se lo iba a contar a Ana, era su mejor amiga pero igual decidí contarle, era ahora o nunca.

—Bien, aqui voy—Dije tomando mucho aire

>>Hay muchas cosas que no sabes, que durante muchos años te ocultamos según nosotros para "protegerte" pero ahora me doy cuenta de que no fue así.
Una de las cosas que no sabes es que, yo soy hijo de papá...

—Eso es obvio— Dijo Kat rodando los ojos

—Déjame terminar, no de esa forma, es decir, soy solo hijo de papá, no de Julia, Kat, soy tu medio hermano.

Esperé su reacción, un golpe, un grito, algo. Pero no pasó nada, silencio absoluto.

—Cuéntame como paso— Dijo mientras me miraba atentamente y se recostaba en la silla en la que estaba sentada, tenia una posición rígida pero hacía lo posible para que yo no lo notara.

—Recuerdo cuando mamá me lo contó

*Flasback*

Tenía como siete u ocho años, y estábamos en la playa, y veía que todos los niños jugaba con sus padres mientras que algunas madres estaban tomando el sol o jugaban también con sus esposos e hijos y una pregunta vino a mi cabeza: ¿Donde esta papá? así que se la hice a mi mamá, la mire y le dije: Mami, ¿Por que papi no esta con nosotros? ¿No nos quiere? Ella muy dulcemente me contesto: Oh cariño, claro que nos quiere, pero el esta con, bueno, con su familia. Podía ver que sus ojos retenían lágrimas y no le pregunté nada mas. En ese momento no entendí que quiso decir con lo de "Su familia" así que cuando íbamos a casa le pregunte nuevamente: Mami, pero nosotros somos su familia, ¿No? ella río suavemente y me dijo que si, pero que él tenia otra familia a la que quería mucho vivía con ellos pero que eso no significaba que a nosotros no nos quisiera. Luego continuó contándome como lo había conocido y me dijo que también mantenía contacto con él, que aunque no viviera con nosotros el nos quería y ayudaba con algo de dinero para que pudiéramos vivir bien.

*Fin del flashback*

>>Unos meses después, mamá murió en un accidente de tránsito y me enviaron a vivir con papá, al principio creí que  tu madre no me iba a querer porque bueno, le recordaba que su marido le había sido infiel, pero cuando llegué ella me recibió con los brazos abiertos, y me dijo que me iba a querer como un hijo, que un error lo comete cualquiera y que yo no tenia la culpa de eso.
Éramos felices, me llevaba bien con tu madre, y con el tiempo la comencé a llamar mamá, se sentía bien aunque el lugar de mi madre no lo podía llenar ni siquiera Julia. Me llevaba bien con Sam y años después naciste tu, estábamos felices de por fin poderte ver, pero cuando recibimos la noticia de la muerte de Juliabme prometí a mi mismo cuidarte como un hermano, porque eso eras para mi, una hermana.

Un año después, mas o menos, papá conoció a Hanna, luego fueron novios y luego se casaron. Papá no sabe nada de esto porque Hanna me decía que si le contaba algo me iba a ir muy mal, peor de lo que ya me iba, ella me maltrataba física, verbal y psicológicamente. Me hacia ordenar todo lo que ella hacia, cuando tenia un mal día en el trabajo me decía que era por mi culpa, y que merecía ser castigado por eso así que me pegaba con el cinturón o lo que fuera y luego me mandaba al cuarto sin comer hasta que llegara papá y si el me veía llorando debía mentir, estaba realmente asustado, cansado de todo esto, hasta que un día investigue en internet formas para desahogarse y apareció allí, mi salvación, la autolesión pero era muy cobarde para pasarme una cuchilla por encima, investigué más y me di cuenta que había mas formas, luego de probar diferentes, me quedé con la opción de quemarme. Cada vez que Hanna me lastimaba me repetía mil veces que era mi culpa, asi que iba a mi habitación y encendía un fósforo o un encendedor y me lastimaba porque estaba molesto conmigo mismo, asi pasaron los años hasta que creciste y sorprendentemente los abusos de Hanna pararon y entonces poco a poco yo también fui dejando de quemarme.
Me centre tanto en el colegio, estaba tan desesperado por salir de casa, tenia tanto miedo de que comenzara otra vez que olvide por completo mi promesa, lo siento tanto. Prometí cuidarte y protegerte y no lo hice, soy un maldito egoísta que solo pensaba en salir de ahí para salvarse a si mismo.
Cuando te vi ese día en el hospital me di cuenta que estabas pasando lo mismo que yo, pero fui tan cobarde, solo me fui a otro país, abandonándote.

Cuando levanté la mirada vi que Kat lloraba recostada en el hombro de Juan mientras él hacia círculos en su espalda. No sabia si lloraba porque la había abandonado o porque le había recordado la muerte de su madre o porque de cierta forma la había engañando pero de la nada sentí dos brazos rodar mi cuello, sin pensarlo le correspondi a su abrazo y entre sollozos le pedía perdón.

Cada corte tiene su historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora