Confía...

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No me di cuenta en que momento me dormí, pero no duró mucho mi tranquilidad, me desperté llena de sudor, con las cobijas revueltas y muchas lágrimas así que supuse que había tenido una pesadilla pero por primera vez, no me acodaba de ella, no sabia que había soñado.

El reloj marcaba las 8:00 a.m., no había dormido mucho pero igual no tenia sueño así que fui a comprar algo para desayunar porque sabía que Juan e Isa se iban a despertar mucho peor de lo que yo me desperté.

En cuánto llegué note que mi novio y mi mejor amiga seguían dormidos así que decidí quedarme en la cocina, aún estaba muy estresada por lo de anoche y por la pesadilla que seguía tratando de recordar como fue. Toda mi vida había recordado perfectamente cada sueño que tenía, por eso era tan raro no recordar ni un solo detalle esta vez.

Mientras trataba con todas mis fuerzas de recordar la pesadilla, preparaba el desayuno, en este momento agradecía a Kevin por enseñarme a preparar un caldo, creo que fue lo único que aprendí de la cocina. Había escuchado que era muy bueno para las resacas y estaba segura de que Juan e Isa lo iban a necesitar. Cuando por fin acabé de cocinar les llevé el desayuno a la cama, Isa ya estaba despierta así que solo se lo dejé en la mesa y fui al cuarto a ver como estaba Juan, como era de suponerse aún no se había despertado y con un suave beso y pequeñas caricias lo fui despertando para que se tomara lo que había preparado; estaba decidido, hoy íbamos a hablar de quién era ese señor y por qué le había pegado, qué relación tenían, de dónde se conocían, y por qué se tenían tanta rabia. Mientras todo esto pasaba por mi cabeza sentí dos suaves manos pasar por mi cintura sacándome rápidamente de todos mis pensamientos.

- Buenos días a la mujer más bella- dijo Juan mientras dejaba pequeños besos por toda mi cara.

-Buenos días mi amor, ¿cómo amaneces?. Te trajé el desayuno porque supongo que estas muriendo de hambre- Dije con una pequeña risa

-Pues supones muy bien, además el dolor de cabeza me está matando.

Luego de esta pequeña conversación dejé a Juan solo mientras traía unas pastillas para el dolor de cabeza y tres vasos con jugo de naranja, uno para cada uno de nosotros, el de Isa, lo deje en el cuarto de invitados y los de Juan y mio los llevé al cuarto.

-Juan, necesito hablar de lo que paso anoche, ¿Qué fue todo eso? ¿Quién es ese señor? ¿Qué quería? ¿Por qué te agredió? Además, Isa también salió lastimada.

Cuando Juan iba a contestar sonó el timbre, no esperábamos a nadie así que supuse que era Kevin, no tenía ganas de abrir así que solo deje que sonara el timbre, no quería hablar con él ahora, primero necesitaba aclarar todo con Juan.

-Kat, mira, hay muchas cosas que no sabes de mi y es mejor que no las sepas, puedes salir lastimada, tanto tu como Kevin, o Isa, incluso tu familia. Lo lamento pero eso es algo de lo que no puedo hablar por ahora, es un tema que no voy a tocar contigo.

-Pensé que confiabas en mi- Me limité a decir.

-Lo hago, confío en ti, pero esto es algo que absolutamente nadie sabe, y prefiero que se mantenga así, por tu seguridad, por la seguridad de todos.

Lo que dijo Juan realmente me hería, además, acababa de darme cuenta de algo, Juan durmió con una camisa de manga corta, eso llamó mi atención hacía sus brazos y descubrí algo que me dejó sin aliento.
Estaba a punto de hablar, tragándome el nudo que tenía en la garganta y la rabia acumulada cuando...

- Kat! - Un Kevin demasiado emocionado entró en la habitación seguido por Isa- Dios, te extrañe demasiado hermanita ¿Cómo estás? - Espero que mis dones de actriz me sirvan ahora.

- ¡Kevin! - Grité y me lancé a sus brazos - ¿Por qué no me dijiste que volvías? - Esta vez lo regañe.

- Quería darte una sorpresa - Dijo besándome el cabello - Juan, ¿Qué más? - Saludó a Juan con un apretón de manos.

- Ey Kevin - Se limitó a decir Juan, la tensión se notaba en su voz...
- Isa, ¿Estas bien? ¿Te duele mucho? - Pregunté más para darle la indirecta a Juan que por Isa.
- Pues me duele un poco Kat, pero pues el golpe va a sanar.

- ¿Cuál golpe? - Preguntó Kevin con notable rencor en su voz.
- Oh nada importante - Respondió esta vez Juan - Un problema ayer en el bar.

- ¡¿FUERON A UN BAR?! - Okeeeey, quiero ver cómo va a enfrentar esto Juan, dicen que el Karma existe, yo lo estoy comprobando ahora...

Bien, si a Juan no le bastaban los golpes de Mr. Extraño, hoy Kevin le ayudo a completar la cuota, creo que fue mala idea que yo le hubiera contado todo lo que pasó, ¡UPSIS!

Cada corte tiene su historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora