¿Eres tú?

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-Felipe, la razón por la que te necesitamos es porque hay varios trabajos por hacer y creemos que eres la persona indicada para esto; eres de confianza y tienes lo necesario para hacerlo, las instrucciones de te darán mañana a través de un mensaje de texto, el transporte te estar a esperando en la puerta de tu casa, no te puedes negar y lo más importante: nadie puede saber a que te dedicas además de ser mesero.

No sabía de que trabajo hablaban pero lo que sabía era que necesitaba dinero y todo sería de ayuda. Cuando llegue a casa esa noche en la puerta había un maletín y una bolsa. Al abrirlas quedé congelado, el maletín estaba lleno de armas de todo tipo y calibre minutos después sino mi celular anunciando un texto: "Para esta hora ya debiste haber recibido el maletín con tus elementos de trabajo y la bolsa con tu uniforme. No te asustes sólo debes matar a las personas que te voy mandando semanalmente. =)"

¡¿Que no me asuste?! Que le pasaba a Samuel? Podía ser de todo menos un asesino, prefería morir de hambre antes que matar a gente inocente. Mientras pensaba todo esto sonó el teléfono con otro texto:
"Sé lo que estas pensando y no te preocupes, no son inocentes.
Rápidamente respondí el texto: " En que te Haz metido? Y que si yo no lo quiero hacer? Pobre gente, y no Haz pensado en su familia?" Definitivamente ese no era el Samuel que había conocido al llegar aquí.
Mi celular sonó nuevamente: "Si no lo haces te pasará lo mismo que a Sebastián ;) así que más te vale que lo hagas, te pagaré una buena cantidad de dinero, muuuucho dinero. Hablamos mañana".
¿Sebastián? ¿Qué le había pasado a él? Aunque pensandolo bien, necesitaba dinero y si no eran inocentes es porque era gente mala y al final no estaría nada mal, ¿O si? Al fin y al cabo los viejos caminos nunca se olvidan. Así que prepare todo para el día siguiente y me fui a la cama.

"Afuera está tu medio de transporte, la persona a la que debes mandar al otro mundo es Julián Ferrero. Trabaja en la Av. 25 Bv. Te anexo una foto para que sepas quien es, buena suerte".
Con ese mensaje me levanté y luego de tener todo preparado y organizado me fui a la dirección que Samuel me había dado para localizar a la víctima.
Al llegar al lugar no fue difícil localizarlo así que sólo saqué el arma y le dispare a la cabeza, ¡Bang! Muy fácil. Después me fui.
Luego las víctimas fueron más por día pero cada vez iba siendo más fácil, más rápido, pero cada que pasaba más tiempo las pesadillas eran más seguidas, la culpa me invadía poco a poco hasta que no lo soporte más y me empecé a hacer daño a mi mismo para, de cierto modo, compensar el daño que yo les hacía a las personas que mataba y sus familares y aprendí a vivir con eso.
Llevaba ya tiempo con este trabajo y cada vez eran más las personas que se agregaban a mi lista de asesinatos, podía manejarlo o eso creía hasta que un texto cambio todo: " Tu víctima de hoy es Juan Rodríguez y familia. Para este trabajo debes viajar a México, suerte". Me quedé helado, leí el mensaje unas cien veces y no lo podía creer, ¿Por que me estaban buscando a mi y mi familia?

Que tiene esta familia como para querer matarla?"

Samuel: Por qué te interesa esta? Nunca habías preguntado

Bueno, nunca me habías hecho viajar a otro país y además nunca habías mandado familias.

Samuel: Es cierto, bueno nuestro amigo Juan trato de matar a Carlos, un muy buen socio así que debe pagar

Pero por qué debe pagar su familia también?

Samuel: Vaya, si que estas preguntón, porque si familia es lo único que él tiene. Y sabes que? Pensándolo bien yo iré contigo, te acompañare ya que nunca Haz salido del país, estoy allá en cinco.

Dios! En que me había metido? Que iba a hacer ahora? Tenía que matar a mis padres, no iba a poder demás que tal si me reconocían en alguna lugar de México, o día algo salía mal?
Tal y como había dicho Samuel, llegó en cinco minutos y emprendidos el viaje a México, moría de miedo pero debía mostrarme fuerte. Horas después llegamos a la que era mi antigua casa, no podía hacerlo, no podía matar a mis padres pero no podía hacer nada al respecto o sino Samuel iba a sospechar e iba a hechar a perder todo lo que había logrado estos años. Entre a la que era mi casa y le dispare a mamá primero, ella estaba en la cocina preparando la comida favorita de papá, luego fui a la sala y le dispare a papá por la espalada. En la sala habían fotos mías pero las vi hasta que Samuel tomó una.
-Eres tu, Felipe? Claro, por eso tantas prguntas cuando te dije el trabajo de hoy verdad?
-Samuel, y...yo puedo explicarlo
-No tienes nada que explicar, ah y por cierto... ¡Boom! - fue lo que escuché luego sentí sangre salir de mi estómago pero como pude derribe varios muebles y salí de allí hacía algún lugar seguro. Ya no podía volver a Canadá y además corría peligro, debía escapar, otra vez.

Cada corte tiene su historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora