:.Capítulo 5.:

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Dedicado a AlejitaTello

La cena había transcurrido con normalidad después de que mis padres intervinieran en la conversación. Mis ojos se habían dirigido innumerables veces hacia el lugar en donde se encontraba Nathan sentado esa noche, pero cada una de de esas fugaces miradas había recibido la misma y decepcionante respuesta después de que mis padres aparecieran: Nathan McCain se había ido de la inauguración. Y no volví a cruzarme con él o su inquietante mirada durante el resto de la noche.

Ya habían pasado dos días después de la apertura del nuevo estudio fotógrafico de mis padres y todo había sido un éxito. Claro, exceptuando la aparatosa caída de Rachel quien aún se encontraba internada en el hospital, pero su lesión afortunadamente no era nada grave de lo cual preocuparse.

Ahora me encontraba parada frente al enorme espejo que coronaba mi habitación, probándome unos desgastados pantalones de la nueva colección de ropa, mientras Niam se limaba las uñas cuidadosamente sobre el suave edredón blanco de la cama. Llevaba un casual y moderno vestido color crema, que caía por medio de ondas desde la parte inferior de su pecho hasta muy por arriba de sus rodillas desnudas.

—Háblame de nuevo de él— murmuró, moviendo los dedos de sus pies de un lado para el otro, incitando a que el esmalte negro de sus uñas se secara— Creo que entre más veces me describas a ese chico, más me acostumbraré a la locura desmedida impregnada en el tono de tu voz.

Miré a mi mejor amiga con enojo a través del reflejo del espejo y ella simplemente se encogió de hombros, dedicándome una deslumbrante sonrisa de disculpas.

Como era de esperarse, contarle todo a Niam sobre mi "demonio angelical" había sido un terrible error. Ella curiosamente nunca había podido llegar a soportar a Anderson durante todo el tiempo de nuestro noviazgo, así que saber que su mejor amiga se estuviera volviendo loca por un hombre desconocido, era la mejor noticia que había recibido por años.

La fulminé con la mirada.

—Ya te conté todo lo que sé sobre Nathan, Niam. No importa cuantas veces lo repita, la información va a ser exactamente igual. Te lo aseguro.

—Eso es irrelevante, Meg— se removió con delicadeza sobre la seda blanca y suspiró, dejando el limador de lado para enfocar toda su atención en mí. Sus ojos pálidos me estudiaron con diversión, como lo hacían cada vez que estaba confundida— La forma en como hablas de ese tal Nathan McCain es tan jodidamente increíble que no puedo explicartelo con palabras. Deberías dejar a Anderson de una vez por todas y lanzarte hacia los músculosos brazos de tu flamante demonio angelical.

Maldije inconscientemente. Creo que le había contado más de lo necesario...

Me removí incómoda frente al enorme espejo que me regalaba una nítida imagen de mi mejor amiga sentada a mis espaldas y suspiré. Ella me miró con los labios fruncidos, esperando una respuesta de mi parte, pero yo no tenía nada que decir al respecto.

—No es así como funcionan las cosas— enredé mis dedos con nerviosismo entre las puntas ligeramente desteñidas de mi cabello castaño y lo hice girar alrededor— Lo que me sucedió con Nathan en la inauguración solo fue algo...

—¿Inexplicable?— sonrió.

—Sin sentido. Eso es lo que iba a decir.

Los labios de Niam se elevaron en una maldita sonrisa pícara y siniestra. Revoleé los ojos con disgusto.

Había hablado con ella para que me obligará a recuperar el sentido y me dijera que todo esto era una locura, no para que apoyara a mi patética y confundida mentecilla con pompones y alabanzas.

Peligrosa Tentación [DREAME]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora