Capitulo 2 Mi dios griego

900 28 2
                                    

Sumergida en mi ensoñación no me di cuenta que estaban gritando mi nombre, hasta que la bestia de Sophie me abrazo y empezamos a gritar y a saltar como niñas de preescolar,  a un seguíamos con nuestro de abrazo de oso amoroso, cuando una muy bronceada Clara se nos unió.

Después de nuestra ronda de besos y abrazos nos contamos el verano. Sophie se había ido dos semanas a la Ribera Maya con su hermana y unos amigos de su familia. Y Clara, bueno ella cogió sus maletas a principio de verano y se fue a recorrer Argentina.

Yo, bueno por mi parte realmente no había mucho que contar, con lo pocos ahorros de mi madre no había para mucho y si se tiene en cuenta que ella solo tuvo una semana de vacaciones, creo que os haceis una idea de mi mierda de vacaciones. Pero esa semana libre de mi madre, nos fuimos al pueblo a ver a mi abuela y para ser sinceros me lo pase genial.

Cuando acabamos con los cotilleos del verano y de tomar el zumo de naranja natural que nos habíamos tomado en la cafetería de al lado de la piscina, pusimos rumbo a nuestro cuarto – Lugar que compartíamos desde hacía unos años – a acabar de arreglarnos.

Las chicas se pusieron el uniforme, cada una con su toque personal y nos maquillamos. Yo por mi parte mi sutil. Un poquito de delineador negro para resaltar mis ojos, rímel, colorete y gloss rosa palo. Cuando terminamos de arreglamos hicimos nuestros ritual de todos los años, hacernos una foto, – bueno quien dice una dice mil -  salimos del cuarto y pusimos rumbo a los lockers, ya que allí se encontraba el material para el primer trimestre.

La verdad que íbamos en nuestro mundo hablando de quien estaría en nuestro curso, quien repetiría año y quien llegaría nuevo. Al girar la esquina del pasillo, un idiota choco contra mí.

- Tu idiota, mira por dónde vas – Fue lo único que dije, hasta que levante la vista y me arrepentí, pues el “idiota” resultaba ser mi dios griego. Los colores llegaron a mis mejillas que se tiñeron de sangre. Cuando iba a abrir la boca para retractarme, él abrió la boca y lo acabo de joder. Ya no había vuelta atrás.

- Idiota serás tú, niñata. – Dijo chulescamente.

- Perdona, ¿qué has dicho?. – Soltó rápidamente Sophie.

- A ti nada, ricitos de oro. – Contesto y se largo.

Las tres nos quedamos con cara de tontas, pues nadie en todos estos años, nos había insultado así.

 - Y este gilipollas? – Pregunto Clara.

- Si gilipollas, lo describe a la perfección, pero esta buenísimo. – Solté pensando en voz alta.

- Que? – Dijeron Clara y Sophie a la vez.

- Nada… Solo que esta bueno. – Tal cual lo volví a repetir los colores volvieron a mi mejillas – si lo llego a saber no me pongo colorete – Y que conste que al ese dios griego lo vi yo primero.

Clara y Sophie soltaron una gran carcajada ¿Que se les hacía tan divertido?

- Y vosotras de que os reis?

- Acabas de llamarlo ¿dios griego?

- mmm, si… - Dije algo pensativa.

- Haber cuéntanos eso de dios griego y que tu lo viste primero.

– Mis pequeñas loquitas, y si mejor vamos a clase?

- Tarde o temprano nos lo contaras. – Contesto Sophie en un susurro. 

***************

Una vez en clase, saludamos a todos los que conocimos, y por muy sorprendente que parezca, estábamos casi los mismos que el año anterior. Empezamos con las risas y bromas, pero enseguida se nos acabo la diversión. Cuando entro en el aula el “querido” director a darnos la charla de bienvenida. Por suerte este año su discurso fue más animado y lo mejor, que no me quede dormida.

Entre el odio y el amor ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora