Entre el odio y el amor ♥

Capitulo 7. Admirador secreto.

Lo siento, lo siento!!!

Siento haber tardado tanto en actualizar pero me ha sido imposible hacerlo antes.

esta semana tenía tres examenes en un mismo día para sacarme unos carnets que necesitaba.

Bueno quería daros las gracias a todas las personas que habeis leído la historia y a las 133 personas que me habeis votado, enserio muchas gracias eso anima a una que flipas jejejeje.

Este capitulo se lo quiero dedicar a una niña que quiero mucho Gemmita va por ti. Se que me vas a matar cuando me veas por no actualizar antes, pero sabes que no he podido. te quiero enana xDxD

Ya no em enrrollo mas, os dejo con la historia.

Un besazo

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(¸.´ (¸.´ .´cRazygiRl♥

Capitulo 7. Admirador secreto.

Me levante de un salto de la cama, y empecé a prepararme. Me duche, me seque y planche el pelo. Mi vestuario consistía en unos jeans claros son roturas en las piernas, una camiseta de cuello alto blanca, la americana negra y unos zapatos negros, del que colgaban unas cadenas blancas a la altura del tacón.

Las tres bajamos a desayunar, a la mesa de siempre, con los chicos de americano. Todos me felicitaron, algún que otro gracioso, me estiro de las orejas.

Me las  hicieron polvo.

El día había comenzado perfecto, hasta que por la cafetería apareció él. Mi ex–dios griego.

P.O.V. IZAN.

Desde la cena Isa me evitaba, no sabía lo que pasaba, pero su indiferencia me desesperaba.

Llevaba unos días de muy, pero que muy mala ostia.

Por mas que lo había intentado, no podía sacármela de la cabeza. Sus ojos se habían quedados grabados en mi menoría y todas las noches, en cuanto cerraba los ojos, sus profunda mirada del color del chocolate se colaba en mi mente.

Mi padre me había contado, que ya tenían la casa mirada. Por lo mismo estaba situada en una de las urbanizaciones mas selectas de Madrid.

Vamos que valía una pequeña fortuna.

Este fin de semana nos había impuesto, tanto a Isa, como a un servidor, pintar las que serían nuestras habitaciones juntos, para conocernos y llevarnos mejor.

Lo que me faltaba, conocerla mejor. Si ya casi sin conocerla me volvía loco, cuando supiera como era, ¿Qué iba a morir por combustión?

¿Perfecto, verdad? – si eso pensé yo. –

Cuando me levante el viernes por la mañana, me vestí con ropa cómoda y baje a la cafetería, donde estaban todos riendo. Tal cual fui acercándome a la mesa, varios compañeros de distinto curso se acercaban a la mesa a hablar con Isa. Cuando por fin plante mi culo en la silla, me di cuenta que no hablaban, si no que la estaban felicitando.

MIERDA! Eso significa que es su cumpleaños.

Estoy jodido.

Aunque ella me evitase y pasase de mi cara, le regalaría algo para que sin saberlo siempre se acordase de mí.