• El poder del Amor ||Jongin||

Capítulo 25.

-Jongin ¿En qué piensas? –el la miro.

-He decidido volver contigo –ella sonrió.

-¿Veras a tu hermana? –el hizo una mueca.

-No lo sé- admitió- no sé donde estará viviendo ahora.- Jiyeon solo se sentó a su lado.

- Jongin  , ¿La sigues queriendo? –pregunto.  Jongin   la miro confundido ¿La quería aun? Claro que sí. Pero al estar cerca de su amiga era extraño. Se sentía confundido acerca de sus sentimientos ¿Podría quererlas a ambas? – Jongin  ..-insistió ella.

-Pues no lo sé. –Confesó- siento que la sigo queriendo, pero ahora me puedo controlar. Al menos eso creo –le agarró ambas manos- ¿Qué pasaría si estuviera enamorado de ti?-pregunto. Ella se tenso.

-No lo sé- se separo de él y  Jongin  sintió algo amargo. Algo muy parecido a la decepción ¿Qué le pasaba?- yo amo a.. –la interrumpió.

-A ella, lo sé –se tapo la cara con ambas manos- a veces siento que debería de demostrarte que yo soy mejor .

-Tú eres mejor  Jongin   –la miro- pero no te amo –admitió. El hizo una mueca- y tampoco tu me amas.

-Pero..-ella negó.

-Pero nada, no me miras de la misma forma en que cuando hablas de ella –se acerco más a él- admito que me excito de una manera especial contigo, quizás sea bisexual – Jongin  rió- no lo sé, el caso es que no puedo estar contigo como algo más.

-Pero podríamos intentarlo –ella negó.

-No,  Jongin  . No quiero perder tu amistad, es mejor que terminemos con este asunto –él la estrecho a él.

-No, por favor no. Moriría –confeso.

-¿Tanto necesitas de sexo? –era estúpido que lo preguntara, pensó él. ¿No se había dado cuenta ya?

-Lo sabes, no te hagas.

-Sí, tienes razón –ella sonrió- deberías de hacerte ver, eres adicto al sexo –el hizo una mueca.

-No por tener ganas unas cuantas veces, significa que lo sea –dijo el molesto. Ella rio. Estaba jugando con él ¡maldición!- ya para con tus juegos.

-Está bien, no te enojes –Jiyeon suspiro- si enserio sintieras algo por mí, haría el esfuerzo por intentarlo, pero no estamos seguros de ello, así que es mejor no hacer nada de lo contrario nos lastimaríamos –el asintió. Ella  tenía bastante razón con aquellas palabras.

Lo pensaría, aunque él estaba seguro de que amaba a su hermana. Había algo en Jiyeon. Algo extraño que lo atraía a ella. Ese instinto de protección que no desaparecía. Era solo amistad, se repetía una y otra vez. Además de que era la única persona con la cual había estado compartiendo ese tiempo.