Te extraño.
Tenía mi celular cargando a un lado del café que esperaba ya estuviera menos caliente. Estaba aburrida, Harry estaba en plan Harry Styles y yo no tenía mas excusas para seguir en Londres.
El prácticamente lo sabía todo. Menos, que yo estaba acá por él.
No lo quería atar.
Ahora creo que estaba volando hacía Alemania o algún lugar muy lejos de Londres. Hace algunas horas habíamos dejado de textear y mi yo anti-social había vuelto como huracán.
- ¿Se te ha ido la regla? –Hope se asomó por la puerta.
- Eres una puta –acomodé mi cabello- ven.
- ¿le has dicho o qué? –se acucurró conmigo.
- Mas o menos –tomé el café entre mis manos- solo le dije que era la chica de la cafetería.
- Mierda santa.
- Osea, el lo descubrió –Sonreí.
- No entiendo, ¿por qué sigues acá en tu habitación como si la vida se te hubiese acabado?
- Hace frío y si no lo recuerdas estoy en Londres por el –reí.
- Oh, ¿salgamos? –quitó el café de mis manos.
- Uh...
- Hay una tienda Chanel cerca –sonrió con malicia.
- Te odio.
Harry:
- ¿Luego de esto nos volvemos a Londres? –pregunté.
- Mierda Harry te han dicho que si trescientas veces –Liam gritó desesperado.
- Bien. –hice una pausa- porque necesito llegar luego.
- ¿Por qué tanto apuro Harry?
Miré al dueño de esa pregunta. De verdad estaba siendo dramático, pero... no me sentía normal.
- Quiero ir al baño –dije sin pensar.
- Hay uno ahí –señaló Louis- no me mientas.
- Aquí vamos de nuevo –Susurró Niall cerca de mi.
Lo miré y podía ver en sus ojos el cansancio y los celos que yo provocaba en el.
- Ya dile Harry –apuró Niall, quien era el único que sabía totalmente todo.
- Solo he encontrado a una amiga de hace años –Murmuré, Niall rió con amargura.
- ¿Una real? –su sonrisa irónica me hizo enojar.
- Mas real que Eleanor –ataqué.
El se enojó y antes de irse, mostró su dedo de en medio.
- Al parecer, todavía no se superan. –Liam le dijo a Zayn.
- Agradecería que no hablaran a mis espaldas.
- Estamos a tu lado –Zayn rió sin ganas- eres un idiota.
Y así es como One Direction era en realidad, pocas veces podíamos estar tranquilos entre nosotros. Todo era una farsa.
#
Baje del avión, busque señal para mi iPhone y caminé rápido hasta donde estaba mi bolso.
- ¿Estás en casa? –Pregunté una vez que ella respondió con un dulce aló.
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