Capítulo V

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Tres días ya desde que llegué a mi nueva escuela. Tres días desde que conocí a Guillermo. Y tres días desde que empezaron a pasar cosas extrañas. Todo es confusión en mi cabeza. Desde lo ocurrido en aquel baño ha transcurrido todo normal, excepto que, más tarde, encontré una nota en mi casillero que decía lo siguiente:
"Te estaré esperando en la biblioteca a las 16.00. No me falles.
-D".
Supe inmediatamente que la D era de Derek, mi único amigo de la infancia, obviamente. Aunque raramente me enviaba notas o, mejor dicho, escribía notas. Y era raro que dijera que quedáramos en la biblioteca, ¿de cuándo a él le gustan los libros? Es que su personalidad no da para más. Jugar, jugar y más jugar a videojuegos es lo único que hace. Cabe destacar que es uno con las mejores calificaciones de nuestro curso, lo cual es muy raro. Y mi madre no comprende eso. Cree que él se la pasa estudiando y no es así. Muy pocas veces le he visto interesado en algo que no sean los videojuegos.

Faltan 15 minutos para que sean las cuatro de la tarde y yo ya llegué aquí, a la biblioteca que se encontraba Derek. Pero dudo que él llegue antes que yo, es muy inpuntual y yo, que llego siempre más temprano de lo habitual siempre, seguramente acabe llegando primero, como siempre.

Entré y me senté en una de las mesas que habían cerca de las estanterías, esperándolo. Estuve mucho rato jugando con mis manos o simplemente mirar como entraba y salía la gente de aquel lugar. Así que como no llegó nunca, lo empezé a buscar en el interior de la biblioteca; donde habían estanterías llenas de libros que subían y parecían no acabar nunca, porque el techo era muy alto. Pasé por muchos pasillos y llegué al último que había, nada. No sabía que una biblioteca podría llegar a ser tan inmensa como lo es esta. Lo único que había al final del pasillo era una puerta que en la parte superior decía "NO ENTRAR PERSONAL NO AUTORIZADO", pero como a mí me gusta romper las leyes (aunque en ningún momento haya dicho que sea una ley) entré igual.

Quedé petrificado cuando lo vi. Era él; quien menos me esperaba aquí, Guillermo. ¿Por qué él? Él se me aparecía en todas partes. ¿De dónde salió? ¿Por qué se entromete en mi vida? Muchas preguntas que nunca se las preguntaré mas nunca encontraré las respuestas.

-Ya era hora, hombre. Te estaba esperando - anunció mientras guardaba algo en su mochila que no divisé que era.

-¿Qué haces aquí?- exclamé - Se suponía que Derek estaría aquí...

-Uh, lo siento por no ser quien creías que era. Pero necesitaba decirte alg... - lo imterrumpí.

-¡¿Por qué te metes en mi vida?! Están pasando muchas cosas raras... Desde que me cambié de escuela.

Y era cierto. Aunque sean simplemente tres días todo ha sido distinto. Puede que suena extraño, pero me siento raro desde ese día. Estaba tan bien en mi escuela anterior que no sé.

-Escucha, te explicaré algunas cosas. Empezando por esa caja que te di. ¿La tienes todavía, cierto?

-Sí... Pero, ¿Por qué en la nota que me dejaste pusiste una D? Y ¿Cómo te supiste la combinación? Nadie se la sabe.

-Lo de la combinación es algo complicado. Y... ¿Sabes cuál es mi apellido? -Preguntó.

-Es Díaz... Ah.

-Exacto.

-Mira, Guillermo. No sé de dónde vienes ni qué planeas. Pero explícame qué es lo que está pasando. Y por qué me has hecho venir hasta aquí.

-Escúchame. ¿Sabes lo que le ha pasado a tu colegio antes de cambiarte a este, verdad? Quedó cerrado ese recinto porque supuestamente te dijeron que lo destrozaron, ¿no? Ya, pero lo que pasó ahí no fue exactamente eso -Dijo él.

-Entonces, ¿qué pasó?

-¿Fuiste a la fiesta que se realizó una semana antes de que quedara cerrado ese colegio?

-No - Contesté.

-Mira; fueron gente de otras escuelas, de muchas, y jugaron a algo que no debieron haber jugado.

-¿A qué, Guillermo?

-A un juego llamado Opuestos. Se trata de que supuestamente se abre un portal de la muerte, a eso se debe el nombre. Son dimensiones opuestas: la vida y la muerte. Creeme que es verdad.

-¿Cómo creerte? Nunca me he creído esos cuentos - dije.

-¿Qué es lo que te sucedió hoy en el baño?

-¿Cómo sabes que algo ahí pasó? Y sí, alguien me agarró y me dijo que tuviera cuidado, pero supuse que fue mi imaginación...

-Yo sé muchas cosas que tú no sabes. Pero no es el momento adecuado para decirte qué cosas. Estás en peligro Samuel. Ese día de esa fiesta muchas personas murieron, uno de los que falta eres tú. Por eso vengo a ayudarte. ¿Por qué crees que ese día salimos? Es un lugar seguro porque está escondido.

-Y ese bes...

-Olvídalo. Tenemos que resolver muchas cosas el día de mañana.

Aunque quiera olvidar el beso no significa que no me haya gustado.

Opuestos (Wigetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora