• 𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟑 •

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【𝐄𝐥 𝐏𝐞𝐬𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐍𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞】

El suave crujido de la leña era el único sonido que llenaba el despacho subterráneo

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El suave crujido de la leña era el único sonido que llenaba el despacho subterráneo. Las llamas parpadeaban dentro de la chimenea de piedra, proyectando sombras alargadas sobre los estantes repletos de frascos y libros. Lyra se sentaba en una de las sillas frente al escritorio, las manos entrelazadas sobre el regazo, mientras esperaba en silencio.

Sabía que su padre no tardaría en llegar. Y, aunque ya intuía lo que le diría, su corazón latía con fuerza.

La puerta se abrió con un suave chirrido. El profesor Snape cruzó el umbral con la túnica flotando tras él, como si el aire mismo se apartara a su paso. No dijo nada durante unos segundos; se limitó a dejar sobre el escritorio un montón de pergaminos, y luego la miró con esa expresión severa que solo él podía sostener.

—¿Puedo saber —comenzó con voz baja pero firme— qué hacías cruzando las mazmorras sola, y a esas horas?

Lyra bajó la mirada al instante, apretando los dedos sobre su falda.
—Solo... estaba regresando a la sala común, papá. Pensé que sería más rápido tomar el atajo —respondió con voz temblorosa.

Snape entrecerró los ojos, apoyando ambas manos sobre el escritorio.
—Un atajo —repitió con ironía apenas perceptible—. Precisamente el tipo de atajo que lleva directo a un grupo de estudiantes con los que era preferible no cruzarte.

El silencio se extendió unos segundos. Lyra sintió cómo la garganta se le cerraba, pero respiró hondo antes de hablar.
—Lo sé. No volverá a pasar —susurró.

Él caminó lentamente hasta situarse frente a ella. No había enojo en sus gestos, pero su presencia imponía.
—No se trata solo de desobedecer, Lyra —dijo con tono más bajo, casi cansado—. Eres... más vulnerable que otros. No quiero que te pongas en peligro por una simple distracción.

Sus palabras no eran duras, pero calaron profundo. Lyra bajó aún más la cabeza. El peso de la preocupación de su padre, disfrazada de severidad, la hizo sentir al mismo tiempo protegida y culpable.

—No quería causarte problemas —murmuró, y la voz se le quebró sin poder evitarlo—. Solo... solo quería llegar pronto. No pensé que... —Su voz se desvaneció antes de terminar la frase.

Snape la observó en silencio. La vio apretar los labios, contener la respiración para no llorar, como hacía desde pequeña cuando no quería mostrar debilidad.
Dio un paso adelante.

—Lyra —su voz fue apenas un susurro—.

Ella alzó la vista con los ojos brillantes, y entonces él hizo algo que muy pocos habrían imaginado posible del temido profesor de Pociones: alzó una mano y rozó suavemente su mejilla, secando con el pulgar la lágrima que comenzaba a descender.

—Te dije que debías mantenerte firme ante cualquier circunstancia —murmuró con voz grave, pero más cálida—. Y lo hiciste. No permitiste que te intimidaran, y eso requiere más valor del que muchos en esta escuela poseen.

• 𝐁𝐔𝐓𝐓𝐄𝐑𝐅𝐋𝐘 • ──── [ Draco Malfoy ]Where stories live. Discover now