Capitulo 8

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Narra _______:

- ¡No puedo creer qué tengas una cita con nuestro ídolo! - exclamó Jess cuando le conté todo - ¡No puedo creer que el que pidiera salir y tu lo rechazaras...!

- Bueno yo tampoco lo podía creer y estuve días y días llamándome tonta por ello. - reí - La cita es mañana y no sé que ponerme, ¿vamos de compras?

- Vale, ¿quién eres y qué has hecho con mi amiga? - preguntó tomándome del brazo - ¿Acaso estás enferma? - puso su mano en mi frente para comprobar que no tuviese fiebre.

- No exageres Jess - quité su mano de mi frente - Yo suelo ir de compras... - mentí.

Digamos que yo no era la chica más "femenina" del planeta. Tenía ropa chula pero la necesaria, así que no solía ir de compras.

- No mientas - me fulminó con la mirada - ambas sabemos lo que odias ir de compras. Si que te debe gustar ese chico.

- No es que me guste, es que es mi ídolo.- dije como si fuera lo más obvio del mundo - No puedo ir fea a una cita con mi ídolo. Sería como ir a ver a el Papa con una camiseta que ponga "viva Satán"

Ella rió como si fuese la cosa más graciosa del mundo y después tiró de mi hacia la puerta después de coger dinero.

[...]

-Es el 10 vestido que me pruebo y no te ha gustado ninguno - bufé - sigo pensando que el azul es muy bonito...

Llevábamos dos horas ahí metidas y aun no había conseguido un maldito vestido que a ella le gustase.

O muy largo o muy corto.

O enseñaba mucho o poco.

Me había probado un vestido azul por encima de la rodilla muy bonito, pero ella dijo que no le gustaba y no me lo quedé.

- No te quejes más pesada. El azul me parece bien, ve a por el. - Lo gracioso era que lo tenía ella en la mano .

- Yo en serio te quiero mucho pero eres tonta tonta. - Lo llevas en la mano 

[...]

Jess me había maquillado como nunca antes nadie lo había hecho.

Se había encargado de que yo estuviera perfecta.

Convine el vestido con unos tacones no muy altos rosa palo muy bonitos, el pelo lo había ondulado de una manera preciosa y lo había dejado suelto.

Quedaban diez minutos para que Jesús apareciera por la puerta de mi habitación y yo estaba hecha un manojo de nervios, todo me temblaba y no por el hecho de ir a tener una cita con mi ídolo, si no por el hecho de tener una cita con Jesús .

Lo que no es lo mismo, yo ya no veía a Jesús como Jesús gemeliers, lo veía como Jesús Oviedo, un chico simpático, amable, generoso y súper guapo, para que mentir.

- ¿ estás lista, preciosa? - Jesús entró por la puerta haciendo que una manada enorme de rinocerontes llegase a mi tripa - Wow 

- Cierra la boca, te entrarán moscas - bromeé 

Jesús llevaba unos jeans rojos con una camisa a juego, iba  muy guapo 

- Bien, pues vayamos a nuestra cita - dijo resaltando la última palabra 

- ¿ A dónde me llevarás? - pregunté curiosa al salir del hotel

- No sé si te lo había dicho - se giró para mirarme - pero no es la primera vez que vengo aquí y tengo un par de lugares que sólo mi hermano y yo conocemos, pero hay un lugar del que yo sólo se de su existencia - se rió - Oh bueno eso creo 

- ¿ Y quieres compartir ese lugar conmigo ?

- Cuando era pequeño - comenzó - le conté a mi padre que había visto un lugar muy especial. Él me preguntó si iba a enseñárselo a alguien y yo le dije que sí, que se lo enseñaría a la chica que me demostrase que merecía la pena conocer aquel lugar. Y yo sé que tu la mereces. - No podía creer lo que acababa de decirme así que, sin previo aviso me lancé a abrazarlo y el un segundo más tarde me correspondió el abrazo aun más fuerte.

- ¿ Puedo preguntar algo? - él asintió - ¿ cuándo las vacaciones acaben qué será de nosotros? Quiero decir si esto sale bien y llegamos a algo .

- Vamos a llegar a algo - aseguró - Y será lo más genial del mundo. Y en cuanto a tu pregunta... me aseguraré de verte todo lo que pueda, princesa

TAN SÓLO TU Y YO- Gemeliers.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora