TAN SÓLO TU Y YO- Gemeliers.

Capitulo 9

Narra _______:

- Vamos a llegar ya, así que dejame taparte los ojos con éste pañuelo que le he robado a mi madre - rió mientras sacaba un pañuelo rosa

- No dejes que me choque. - advertí - En una película vi que el chico le hacía esto a la chica sólo para hacerla caer a un acantilado y librarse de ella

- Yo nunca te dejaría caer, pequeña - sonreí como una idiota y seguimos caminando

- ¿ya llegamos? - pregunté nerviosa - Esta cosa en la cabeza va a hacer que me desmaye, ¿Qué tan fuerte lo has atado?

-Uh, lo siento. Ya estamos, dejame quitarte eso - murmuró para luego desatarme el pañuelo de los ojos y darme al descubierto el paisaje.

- Oh Dios tu en serio querías tirarme por ese acantilado - bromeé al ver que en efecto, había uno. - Fuera bromas, es perfecto - me giré para abrazarlo puesto que él estaba detrás mía.

Era un bonito acantilado con muchos árboles con flores al lado. Había una sábana en el suelo con una cesta encima.

- Vamos a cenar, ¿Quierés? - me tomó de la mano y me acercó a la sábana

- ¿Has venido antes tu sólo aquí para preparar ésto? - pregunté asombrada

- Bueno, Dani venía conmigo - sonrió de costado - Pero si sirve de algo, él estuvo hablando por el móvil con una chica todo el tiempo y me ignoró, así que supongo que él sólo estaba aquí para... - hizo una pausa pensando - Para molestar supongo

- Tu hermano nunca molesta, de echo, es muy guapo - dije para molestarle alargando la "u"

- Él no es guapo - murmuró mirándome

- Acabas de llamarte feo, Jesuso - él puso una cara rara a lo que yo reí.

En la cesta había pizza y hamburguesas, ya decía yo que Jesús no podía haber cocinado.

- ¿Te gusta? - preguntó cuando sacó la pizza y las dos hamburguesas de la cesta

- No preguntes eso, a todo el mundo le gusta la pizza. - rodé los ojos - Lo que tu quieres es que me ponga gorda, gorda para así que los chicos no me quieran - al momento me arrepentí de lo que había dicho pero así era yo, impulsiva.

Recuerdo cuando estaba en el colegio y la cagué por eso.

FLASHBACK

-______ ¿quién te ha dado permiso para levantarte? - preguntó la profesora más odiada del colegio

- Es que llevo diez minutos pidiendo ir al baño y tu me has ignorado, pues iba a ir al baño. - dije obvia

- Pues ahora no irás al baño en toda la hora - ordenó seca

- no es mi culpa que a ti se te haya pasado el arroz y no puedas tener hijos ya, pero he oído que si retienes el pis puedes quedarte estéril y yo quiero formar una familia. - la verdad me había ignorado lo de aguantar el pis pero, por intentarlo.

La verdad me arrepentí de haber dicho eso pero me había quedado a gusto, muy a gusto.

- Al despacho del director, ¡yo tengo 33! - gritó "MJ" como nosotros le habíamos asignado por llamarse Maria Jesús.

- Sí los primeros - toda la clase rió

- ¡Al despacho!

FIN FLASHBACK

Me castigaron una semana sin recreo y suspendida de esa clase pero mereció la pena.

- No voy a mentirte, a mi no me importa como estés, si gordita o más delgada. Pero sé que los chicos que no valen la pena en está vida no quieren novias más regorditas por lo que si te engordo ningún idiota se te acercará y serás sólo mía - se acercó a mi

- buena teoría, Oviedo, buena teoría - cada vez se acercó más a mi

-¿ Sabes qué? - preguntó a lo que yo negué con la cabeza - A ti no te haría falta engordarme para tenerme para ti solita - murmuró para luego besarme.

Sus labios eran finos y encajaban a la perfección con los míos, abrí mi boca para dejarle sitio a su lengua la que jugaba con la mía.

- Jesús, yo... - murmuré alejándome de él

- No, yo lo siento - bajo la cabeza - No debí haberte besado

- No es eso, yo no quiero que todas tus fans vengan a mi. No quiero la fama, no la necesito para nada. - le levanté la mirada - Te quiero a ti, no quiero al Jesús de Gemeliers y no quiero hacer que me escondas a las fans porque a mi me dolería desde la otra perspectiva.

- Hey, _______, ¿Por qué no quieres la fama? - preguntó con interés

- Porque se lo que la fama conlleva, insultos, faltas de respeto,... - en esos momentos fui yo la que agachó la cabeza
- Mientras yo esté contigo nadie va a hacerte pasarlo mal, princesa - murmuró para luego volvernos a juntar en un nuevo beso.

- Te quiero Jesús, pero no puedes prometer algo que no puedes cumplir. - musité suspirando - Es algo imposible

- Podemos intentarlo, si te caes yo seré el que te levante. Aunque como ya he dicho antes, no dejaré que nadie te haga caer y mucho menos te tiraré yo. - le abracé - Te quiero, ______ López. Y siempre te querré. Aunque te conozca desde tan poco tiempo, me haces sentir especial y se que eres la indicada al querer rechazarme sólo por no querer la fama. No eres una busca-fama y eso me lo has dejado claro - soltó una pequeña risa - ¿Quierés ser mi novia?

- No lo sé, Jesús. Tengo que pensarlo - una lágrima cayó por mi mejilla de la emoción del momento y esos royos - Sigo teniendo miedo.

- yo te conquistaré y conseguiré tenerte, pequeña - y nos volvió a unir en un beso.