Turbada

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Un suspiro de sus labios salió
mientras su pecho se agitaba,
sus dedos frenéticamente se movían
mientras la cordura ella perdía.

Entre sus muslos es mucho más vulnerable de ser acariciado.

Quiere la esencia de él
en todo su cuerpo,
pero allí estaba ella sola
y jugando con sus dedos.

Presionó donde su necesidad era mayor, mientras éste se convirtió en una punzada deliciosa.

La humedad era mayor en su tacto.
Se contorneó y gimió,
cerrando los ojos sus labios lamió.

Sus caderas se movían al compás del ritmo erótico de sus gemidos.

Estaba cerca,
lo podía sentir.

Placer en su cara se notaba.
Su necesidad era mayor.
S

in tan sólo...

¡Oh...!

Explotó y a la cima llegó.

Pero que triste es auto-complacerse.

Corazones en dueloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora