5. John.

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Paul seguía durmiendo, apenas podía dormir. Miró la hora, eran las 9:03. Hoy tenían el día libre, así que consideró dormir unos cinco minutos más.
-John... ¿por qué siempre has sido tan difícil?- pensó Paul mientras se quedaba dormido de nuevo.

1958

-Estamos en Liverpool y el día brilla, esto es una buena señal. -Pensó Paul.

Cogió su mochila y salió de casa, dirigiéndose al colegio.
El colegio no estaba mal, hablaba con George en el autobús y era divertido, pero a John solo podía verle a la salida.

Entró en clase y puso su mochila junto a su silla mientras apoyaba el codo en la mesa, a la vez que sujetaba su barbilla con la mano. Pensaba en la banda, y en John. Había pasado poco más de una semana desde que estuvieron juntos, durmiendo abrazados. Era algo extraño... pero no le desagradaba. De hecho, podría decirse que le atraía John. Al pensar esto último se frotó los ojos y sacudió la cabeza, estaba confuso ante ese último pensamiento.  Miró por la ventana con la esperanza de ver a John, pero nada.
-McCartney, ¿hay buenas vistas?- preguntó el profesor enfadado.
-No realmente. -Respondió Paul con un suspiro. Al darse cuenta de que el profesor le estaba hablando se sobresaltó.
-Ehm... perdóneme...- se disculpó Paul mientras escuchaba algunas risas en bajito.
-Cállense todos. Volvamos a la clase.- ordenó el profesor.

Tan aburridas las matemáticas... Paul aprovechó a que el profesor estaba ocupado explicando para volver a mirar por la ventana, y esta vez sí vio a John. Su corazón se congeló por un momento, y sintió algo raro en sus mejillas. Esperó a que terminase la clase para coger la mochila y salir deprisa y reunirse con John, pero el profesor le detuvo.
-McCartney, ¿tienes un momento?
-Bueno...eh... la verdad es que yo...
- Sé que vivir sin tu madre es muy duro... pero no puedes descuidar tus estudios... vas bien... pero no te despistes.- dijo el profesor.
-Sí, sí, gracias, tengo prisa. Buen fin de semana.- dijo Paul saliendo por la puerta, sin escuchar al profesor.

John estaba a unos metros, sentado en el césped mientras se fumaba un cigarrillo.
-Joder...- pensó Paul al ver a John mientras se iba acercando. Tan atractivo, guapo... seductor.- tengo que dejar de pensar en este tipo de cosas... ¿qué pensaría John si supiese lo que pienso? Se extrañaría...
-Hey Paul.- dijo John con una sonrisa.
-Hola.- respondió Paul.
-Esta noche hay una fiesta, y tú te vienes. Estoy seguro de que hay muchas chicas... ya sabes.- dijo John con un tono pícaro y una sonrisa.
-Claro. -Contestó Paul secamente.
-Esta noche va a estar bien, y no solo por la fiesta.- dijo John.
-Va a ser genial, oye.- respondió Paul sarcásticamente y John se extrañó.- yo no voy. Pásatelo bien.
-¿Qué? ¿Por qué?- preguntó John preocupado.
-No me apetece. Además, no puedo salir así porque sí,  no quisiera que mi padre me arrancase la cabeza por la preocupación de no saber dónde estoy.- respondió Paul.
-Bueno... pero te voy a acompañar si quieres para que te dej...- continuó John, siendo interrumpido por Paul.- Que no John, que no lo intentes, que no puedo. - y tampoco quiero.- pensó Paul.
-Pues nada. Ya nos veremos, hasta luego Paul.- dijo John mientras se despedía con la mano.
-Adiós. -respondió Paul dándose la vuelta en dirección a su casa.

-Maldito idiota pervertido, ¿para qué quiere ligar, a ver, para qué?- pensaba Paul indignado.- no le pienso hablar, y si me habla, le hablaré borde. Y no me ganará con su magia, esa magia que hace que inconscientemente esté a sus pies, no esta vez, no existe, quién es John, nadie.

Paul estaba tan distraído en sus pensamientos que no se fijó en que se había saltado su casa, en frente suya estaba la casa del vecino.
-Mierda...- murmuró Paul, volviendo sobre sus pasos.
-Bueno... en realidad él no tiene la culpa... él no sabe nada... ni lo sabrá, porque si lo supiese me rechazaría y me haría daño, como ya me han hecho más veces, y me niego. Yo no me declaro más, además veo muy difícil que después de todo quiera algo conmigo, y aún si quisiera algo conmigo se lo tendría que currar, ¡yo no soy un chico fácil! Espera...¿qué estoy pensando? Mejor voy a pensar en el tiempo.- pensaba Paul mientras miraba las nubes y sacaba las llaves para entrar en casa.

1963

Paul abrió lentamente los ojos, y miró la hora.
-¿Las 12:30? Pero si dije 5 minutos... siempre me pasa igual.- pensó mientras se incorporaba en la cama.- He soñado en algo que pasó hace años, o recordado... ah sí, John ligando con chicas desde siempre, que sorpresa.
-¿Con cara de asco y enfado desde por la mañana, Paulie?-preguntó John con una sonrisa.
-Ni Paulie ni Paula, ¿qué haces en mi habitación?- preguntó Paul enfadado.
-He venido a hablar contigo.- dijo John.
-¿De qué? ¿De rubias teñidas, como Cynthia?- preguntó Paul con una sonrisa sarcástica.
-¿Es teñida?- preguntó John sorprendido.
-Y yo que sé. - bufó Paul.- ¿Acaso no viste su...?
-Eh, vale, vale, vale. Cambiemos de tema mejor...- dijo John.- Tú me dijiste que no querías nada, o algo así, pero ahora te enfadas. No te entiendo.
-Porque te pasaste.
-Entonces te importa.- dijo John.
-Sí.
-Entonces te gusto.
-Sí. -Dijo Paul.-¿¡eh!?¿qué? espera, no, no...
Paul se sonrojó y cogió su almohada para abrazarla.
-Te he pillado.- dijo Johm acercándose a él.- por eso te enfadas tanto.
-Creo que te confundes.
-Dilo ya... será mejor para ti.
-No, al contrario, sería peor.
-O a lo mejor no.
-Sí, sí sería peor. Me sentiría mal.-dijo Paul soltando la almohada.
-Te quitarías un peso de encima.
-Que no.
-Bueno pues cuando me lo reconozcas, ya me dices, mientras me voy con Cynthia.

Pasaron unos pocos días y Paul empezó a ignorar a John.
Cuando estaban los 4 sentados, comiendo, John le pasó una nota a Paul en la que ponía:
'No tienes por qué ignorarme'
Paul tiró la notita y se levantó, marchándose.
-Nos vemos chicos.- dijo Paul despidiéndose a la vez que salía por la puerta.
John le siguió.
-Paul. Paul... ¡Paul!- decía John mientras Paul comenzaba a andar más rápido.

Harto, Paul se giró bruscamente.
-¡No me sigas! Mira, tienes razón, sí siento "eso", pero, ¿y qué? Ve con Cynthia,  que seguro que algo malo te trae.
-Lo siento si te he hecho daño Paul, perdóname... y respecto a "eso", no pasa nada, está bien, Paul.- dijo John abrazándole de repente.
-John... ¿crees que algún día..?
-No quiero hacerte ilusiones, pero a lo mejor... es que quiero, pero se podría desmoronar todo...- respondió John apenado.
-Está bien, no pasa nada.- dijo Paul con una sonrisa y alejándose de John, intentando ocultar su rabia y tristeza.- tengo prisa, adiós.

Dejó ahí a John, que le observaba mientras se marchaba.

-Ahora es mi turno, Lennon.- pensó Paul.

Oh! Darling [McLennon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora