Oh! Darling [McLennon]

4. Celos.

Un mes después de que Stuart muriese.

-No me puedo creer que Stuart haya muerto...-comentó John a Paul.
-Bueno... al menos murió cerca de su chica, muy maja Astrid, ya que nos sugirió estos peinados...Quiero decir, que al menos pudo verla antes de morir. Por ejemplo, yo no me lo perdonaría si la persona a la que amo muriese y no hubiese ido a verla antes.-contestó Paul.
-Si algún día muero, más te vale estar ahí cogiéndome de la mano en mis últimos momentos.
-No te preocupes que queda mucho tiempo para eso, ya te lo dije una vez. Así que no te preocupes, Paulie.- respondió John entre risas.
-No a ver, eres mi amigo y eso... bueno, vámonos anda, que cuando fuimos a Alemania las discográficas no nos querían y ahora Brian ha conseguido que un tal George Martin nos acepte, que es de Parlophone no se si te suena.- dijo Paul.
-Sí... bueno, ya verás como las discográficas se acaban arrastrando por nosotros, si no nos quieren no les queremos, hombre.- comentó John en broma.

6 de junio de 1962.

Los chicos se dirigieron a una cafetería con Brian, acababan de grabar unas pocas canciones: Bésame mucho, Love me do, P.S I love you y Ask me why.
Cuando grabaron estas canciones, pusieron a Allan White como batería en el estudio, ya que Ringo aún no había dejado su otro grupo, no obstante, contaban con él.
-Brian. Estoy cansado, déjanos ir de fiesta.- dijo John.
-O sea, estás cansado pero quieres ir de fiesta. Muy bien, Lennon.
-Ya me entiendes.-dijo John.
-Os iba a dejar, pero no precisamente por tu intento de convencerme.- dijo Brian.
-Qué bien.- dijo Lennon.

Brian veía como Paul y John estaban muy juntos siempre, así que cambió las habitaciones, a partir de ahora, Paul iba con Ringo y John con George. Se puso celoso de Paul, ya que a Brian le gustaba John. En la banda ya sabían que era gay, pero no sabían lo de que estaba enamorado de John.

Hasta la noche quedaba mucho, así que George y Ringo se fueron al hotel. Paul iba a ir con ellos, pero John le convenció de que se fuese con él a dar una vuelta.

-John, no podemos tardar mucho, ya sabes, Brian está raro...- dijo Paul preocupado.
-Oh venga, Paul, vamos a divertirnos. - dijo John cogiéndole de la mano y llevándole hacia un parque.
Era un gran parque donde había muchos árboles y un pequeño bosque. La gente se sentaba en una zona donde ni había árboles, que era toda césped, pero John llevó a Paul más allá de todo eso.
-John, pero si la gente se pone allí...- dijo Paul.
-¿Qué más da? La gente es aburrida, vamos anda.- contestó John.
Se sentaron bajo un árbol bastante grueso.
-Ay, que bien se está aquí.- comentó John.
-La verdad es que sí. Oye John, no hemos tenido oportunidad de hablar esto seriamente... respecto a lo de la otra vez... -dijo Paul con timidez.
-Ya, ya sé que te gustó. ¿Quieres más, a que sí?- dijo John guiñándole un ojo.
-¡Cállate!- exclamó Paul sonrojado.
Entonces John se incorporó y cogió a Paul por los hombros, empujándole hacia el suelo e inmovilizándole. Comenzó a acercarse lentamente hacía él, poco a poco su cara estaba más cerca de la suya, y miraba a sus ojos fijamente.
-¡John, para!- dijo Paul intentando librarse.
-Lo estás deseando. -le susurró al oído. -Si realmente no quisieras me hubieses quitado de encima.
-Pero...- intentó decir Paul. Se vio interrumpido por los labios de John, que le besaban y le besaban. Paul al principio intentaba resistirse, pero acabó cediendo. Las manos de Paul acariciaban el pelo de John.
Paul no podía parar de pensar en qué es lo que pensarían los demás si les viesen.
-John, John para... no quiero hacer esto...- dijo Paul sonrojado, con la chaqueta descolocada y con la corbata deshecha.
-Pero si te gusta.- replicó John.
-No, no me gusta, no me gustas... eres mi amigo. - dijo Paul intentando parecer serio. Él mismo sabía que en el fondo le encantaba. La expresión de John cambió de juguetona a seria.
-Pues adiós. - dijo mientras se levantaba y se iba.
-John espera, no me acuerdo bien de como volver...- gritó Paul.
-Pues te jodes.- dijo John. Se arrepentía por no guiarle pero en parte le daba pena. -Mira no es nada difícil llegar, ve en diagonal y ya está.- contestó enfadado.
-Gracias...- dijo Paul, pero John le ignoró y se giró de nuevo.
Volvió al hotel y cuando estaban todos, fueron a un local de allí cerca. Paul no podía parar de mirar a John, y John se percató, así que comenzó a preparar una venganza.
Estuvieron todos distribuidos por el local, pero Paul no le perdía ojo a John.
-No le gusto eh... pues se va a enterar. - pensó John.
Miró por toda la sala para encontrar alguna chica guapa, y pilló a Paul mirándole, haciendo que desviase la mirada. Y vio a Cynthia. John se alegró porque podía llevar a cabo su venganza.
-Cynthia.- saludó John.
-Oh John. ¿qué tal?- dijo con una sonrisa.
-Bien. ¿Te acuerdas de lo que dejamos a medias el otro día? -preguntó John.
-Claro.
Entonces John se acercó más a Cynthia, cogiéndola por la cintura, y ella comenzó a besarle en los labios y en el cuello.
John se fijó en Paul, a ver si le estaba mirando, y le encontró mirándole con odio.
Le dio pena pero entonces recordó que dijo que no le gustaba y siguió con Cynthia.
Paul estaba enfadado, pero en parte, él se lo había buscado.
Cynthia cogió la mano de John y le susurró que si se iban a su hotel y John asintió.
Subieron y pusieron la corbata de John anudada al pomo de la puerta.
Al rato Paul subió al hotel, dirigiéndose a su habitación, y se encontró con George sentado en el suelo, en frente de la puerta de su habitación.
-¿George? ¿qué haces ahí? - preguntó Paul extrañado.
-Pues nada, esperando a ver si John termina de hacerlo con Cynthia y me deja dormir.
-¿Qué? -preguntó Paul alarmado.
-No grites anda, que les cortas el rollo encima.-dijo George.
-¿Ah sí? Vaya.- respondió Paul irónicamente.
Se sentó junto a George y se quitó un zapato.
-¿Qué haces?-preguntó George sorprendido.
-Nada, que estoy incómodo. -dijo Paul seriamente.
-...¿Y te quitas uno?- siguió George.
-Oh, claro, es mejor así. - respondió mientras se levantaba con un zapato en la mano.
Se acercó a la puerta y comenzó a pegar golpes con el zapato mientras gritaba:
-¡Hay gente que quiere dormir!
-¡¿Paul?!- preguntó George muy extrañado.
-Problema resuelto, nos vemos.- dijo Paul mientras se metía en el cuarto.
Al minuto salió John enfadado.
-George ¿qué coño haces?
-Si hombre, George, ha sido Paul, que se ha vuelto loco o algo.
-Joder Paul. -dijo enfadado. Pero acabó pensando que había conseguido picar a Paul, que era lo que quería. Entonces apareció Cynthia:
-John, ¿seguimos?
-Uy, que sueño... ya si eso otro día, ya mejor a dormir. Entra George. - dijo John.
-Vale... hoy Paul y tú estáis muy raros...- respondío.
-Ya. -dijo John con una sonrisa.

Paul mientras dormía abrazado a su almohada. ¿Como había sido capaz de hacerle algo así? Aunque en parte se sentía muy culpable y triste.