Llegó hasta su habitación y cerro de un portazo, estaba harta de esa discusión tan típica entre ella y su padre, en que si ella estaba lista o no, o si poseía ese potencial; Ella sabía que si quería podía cantar como los mismísimos ángeles, y no necesitaba probárselo. Pudo escuchar cómo, desde las afueras de su alcoba, aquella mujer se situaba justamente frente a esta y, sin decir nada, se quedó estática.
Se lo pensó por un momento antes de tratar de entablar una plática con la castaña, pero fue inútil.- Maya... mira, no es para que te pongas así, habrá más cosas en las que seas buena...- pero no hubo respuesta por parte de la chica, todo lo contrario, el ambiente se tornó igual de tenso que las veces que ellas coincidían en la cocina o durante su cena de navidad. A ambas le molestaba, pero solo una quería arreglarlo, y esa obviamente no era Maya.
Con un orgullo igual de grande que quien sabrá quién, esperó con mucha paciencia, (algo sorprendente de ella) a que la mujer se marchara del lugar; y cuando por fin oyó los estruendosos zapatos de colección invierno moverse de lugar, fue cuando ella cogió su chaqueta, colocó sus llaves dentro de su bolso y partió con rapidez a la salida principal, tratando de no volveré a topar con la mujer o aun peor, su padre.
El largo camino rumbo al parque de la calle privada fue resumido gracias a los susurros de la muchacha que no hacían más que aumentar su odio hacia su progenitor, "ya verá, seré mejor que las flacuchas esas a las que le llama modelo" se repetía a si sola.
Mandó un mensaje a aquella rubia favorita, y mientras esperaba impacientemente su llegada, decidió tomar asiento en uno de los columpios de aquel parque. Después de unos minutos, pudo apreciar el cuerpo de una chica, su misma edad, estatura alta y con cabellos bien peinados en una coleta, rubios al igual que los de su madre; era Emma
La mejor a miga de la castaña tomó asiento a un lado de esta, nerviosa del porqué el repentino llamado de la chica; siendo una persona especial para ella conocía muy bien cuando la joven tenía un mal dia, y este era uno de esos.
-¿Que pasó? – preguntó; por su parte la castaña se limitó a mirar el suelo, pensando en si ahora que estaba aquí, jadeando por la carrera pegada de su casa a su punto de encuentro, enserio era de alta seriedad el asunto. ¿Pero qué diablos?, a la mierda, ¡claro que lo era!
-¿recuerdas cuando te dije que quería entrar al casting?- contestó. Fue entonces que Emma supo a qué tema se dirigía Maya, y sorprendida (y odiándola por hacerle pasar todo esa camino por ese tema) afirmó ante la respuesta/pregunta de la chica.
- Si... - Pero la realidad era que Emma había olvidado aquel detalle, de por si la chica solía prometer cosas y después dejarlas de lado, ¿no era por obviedad que con esa costumbre tan mala que se cargaba ella también lo olvidase?
- valla, que amiga - apuntó la castaña, dió un suspiro y se comenzó a balancear en el columpio -bueno pues sólo te diré que mi padre no me dejó
- ¿a qué te refieres?
- bueno, pues verás, cuando quise entrar al casting de talentos o más bien inscribirme en el, mi padre negó mi presentación, y me negó acercarme a las oficinas - dijo esto último con las mejillas infladas y la mirada baja , como si de una niña de 7 años se tratará
- ¿y que piensas hacer?
- ¿Que no es obvio? Me presentaré en todos los castings hayan, ya verá
- pero ¿y si no te aceptan?
Soltó un quejido "tu y tu negativiad" contestó con una mirada de odio, aunque sabía que la rubia tenía razón. – nada, nada, olvídalo – volvió a suspirar y miró de nueva cuenta a su amiga -tal vez tenga que buscar un instructor, para que me ayude a practicar la voz
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Sing Together (Pausada)
RandomMaya creció siendo una chica obstinada, alegre y teniendo todo lo que quiere, sin embargo hay algo que no puede poseer. Maya quiere ser cantante, su padre no quiere ese futuro para ella; "no tienes futuro en esta categoría" según el. La chica no sa...