Cercano a la Gloria: 1

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No era nada extraño el ver a su hija levantarse temprano para encerrarse en los anteriores aposentos de la mujer, y es que para el hombre. El ver que su hija tenía aquella pasión por la música, le provocaba una extraña pero reconfortante sensación en el pecho; no lo negaba, con cada día que pasase Maya seguiría pareciéndose a su madre, aunque esta última no lo quisiese de esa forma. Las canas eran notables en su cabello, solía levantarse temprano para poder llegar a tiempo a su despacho, aunque después de todo su lugar en la compañía no necesitase que fuese tan puntual como él lo era. Esa mañana no fue especial, pues al igual que todas las demás había despertado encontrándose con la viva imagen de Susan acurrucada a su lado, y después de alistarse bajo despreocupadamente para comer lo que sería su desayuno; El hombre no esperaba para nada encontrar a su hija despierta con un vaso de jugo a la mano.

Pasó de preguntarle algo, no quería molestarlo sabía que debería estar a persuado, y por parte del hombre, solo tomo la iniciativa de comenzar una plática con su hija

—Buenos días, Pelusilla.

La sorpresa fue para Maya, quien después de mucho tiempo de no haber tenido un "Buenos días " por parte de su padre, él había dicho el apodo con el que la nombraba desde hacía ya mucho tiempo, tanto que no recordaba con exactitud a este. Le contesto de la forma que aunque el esperaba, no sabía que lo haría.

— Buenos días Papi — Tal vez para la mayoría de los padres fuese normal recibir unos buenos días por parte de sus hijos acompañados con el simbólico " papi " o "mami". Pero entre ellos dos sabían que esos saludos eran el significado de aproximadamente 6 años de no recibir ningún bienes días, tantos años de no poder pronunciar los lindos apodos que se habían dado una tarde en la cual la chiquilla tena lo que se denominaría una " tarde familiar". La historia de tales apodos era tan larga que de tan solo recordarla podría hacer que la mañana se le fuese rápido a aquel atareado hombre.

— ¿Te vas a ir ya? — pregunto la chica al ver que su padre bajaba los escalones con el maletín y su uniforme formal

— Sabes que mi trabajo es demasiado...

— ¿Pesado? — terminó la frase con una sonrisa nada convincente.

—Cuídate. — Su despedida fue un beso en la frente y después de ello cogió las llaves que estaban en la mesilla de la entrada y salió tomando su coche y pidiéndole al chofer llevarlo a su trabajo.

Ella no esperaba para nada que él le diese una plática al estilo "¿Porque tan temprano levantada?" o "¿Cuéntame cómo te ha ido en el colegio?". Aunque su padre no lo supiera, ella entendía a la perfección el porqué de su ausencia cada día, y le agradecía por ello.

Tenía puesta su pijama violeta con unicornios estampados en el pantalón de esta y uno grande en la blusa. Encima de todo ello, colocado como un chal, sostenía una sábana, mientras que en la mano vacía tenía un cojín de un panda. ¿Se lo están preguntando, no? Si, Maya había dormido esa noche en la sala, y no lo había hecho sola específicamente.

Después de haber ido a la cafetería con los chicos, estos habían acordado verse a tantas horas de la tarde para pegar unos volantes en las calles. SI, señoras y señores, aquellos papeles tenían impresa la dirección y teléfono de la chica, junto con el gran anuncio " UNETE A UNA BANDA". Por milésimas de veces que Bennett le dijese que era un título estúpido para un volante ella no lo escuchó - como siempre - y dejaron en toda la cuadra de la casa, las calles cercanas al instituto, la plaza y las costas de la pequeña playa de la ciudad. Terminaron algo como por las siete y la chica sugirió que tuvieran otra clase de canto aprovechando la hora.

Todo ello termino aquí. Con Bennett en el suelo y una colcha enzima suyo, Emma en el sofá - toda torcida como era de esperarse- y la sabana que antes le pertenecía a la rubia era la misma que tenía en ese instante Maya.

No había ni siquiera tratado de acercarse sigilosamente a ellos para evitar despertarlos, no; recuerden que hablamos de Maya. Ella despertaba a Bennett a patadas mientras le susurraba unos "Despierta dormilón" y miraba las reacciones de este. Emma por otra parte se había levantado medio adormilada desde que había sentido como la castaña se levantaba para ir por su jugo.

Esa mañana fue una de las favoritas para Emma, pues tenía todo lo que le gustaba. Un lindo cielo azul degradado a un morado y después a un anaranjado, adornado con nubes de rosas.

La rubia se levantó de aquel cómodo sillón y estirándose daba un gran bostezo

— Maya, quiero jugo — susurró mientras se tallaba un ojo, la nombrada por otra parte le ofreció el vaso servido a su amiga y esta lo acepto mientras miraba de nuevo el ventanal.

Por otro lado Maya tomo la almohada del chico y provocó que la cabeza de esta cayera en sus brazos, ¿lo había despertado? Algo, pero lo que hiso después era algo que obviamente lo haría.

Tomo fuerzas y colocando a altura del chico le comenzó a dar almohadazos

— ¡Ya! ¡Despierta maldita sea! — gritaba mientras golpeaba al chico con la almohada. Bennett había abierto los ojos

— Diablos. — susurro mientras despertaba y se sobaba la cabeza ahora adolorida. Miro a la chica y suspiró

— ¿Que? — preguntó la castaña al no saber el porqué de la reacción del chico

— Había tenido un sueño que era algo convincente. Pero con esta forma de despertarme me has quitado toda esperanza.

— ¿Pues que habías soñado? — pregunto la castaña tratando de ocultar un poco su obvia curiosidad

— Que te importa — contestó levantándose del frió suelo y dando un largo bostezo.

La rubia por su parte había ido de la sala a la cocina y tomado de nuevo el envase de jugo del refrigerador.

— Sírveme a mí también

Siguiéndola estaban ambos chicos medio adormilados.

— Tengo hambre

— yo igual

— Uh! Yo le puedo cocinar algo — se ofreció con algo de entusiasmo la castaña mientras Emma serbia jugo en tres vasos y tomaba asiento al lado del Bennett

— No quiero sufrir un accidente tan temprano Maya.

— Tú cállate gordo — ¿Le había dicho gordo? ¿Enserio? El castaño tomo un vaso y miro a la castaña, esperaba ver qué clase de basura preparaba la chica. — Ya veras, te chuparas los dedos y pedirás doble ración

— ¡Ya! Cocina entonces megruñe mi panza — se quejóEmma.    


Hola >v< ah :'v bueno lo primero que quisiese decir aquí es que disculpen si hay alguna falta ortográfica ¯\_(ツ)_/¯Pero meh todos se pueden equivocar Y segundah perdón por no haber actualizado desde hacia ya mucho muchoo tiempo :V Peroh buenoh Por ultimo si les gusto el capitulo no olviden darle una estrellita  comentar  ( °∀° )b

Sing Together (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora