Dipper un verano misterioso y amoroso

El juego de Bill.

- Hola Diana, ¿me extrañaste? - dijo Bill.

- ¿Qué haces aquí? te dije que no aceptaría el trato - mencionó Diana algo enojada.

- ¡Hey!, tranquila solo pasaba a ver como estabas y también si habías reconsiderado el trato- responde Bill.

- ¿Reconsiderarlo?, ¿por quién me tomas?, no haría tal atrosidad - dice Diana aún enojada.

- Mmm... veo que aún te interesan ellos, el pino en especial, ¿no recuerdas lo que te hicieron la última vez?- menciona Bill tratando de convencer a Diana.

- Eso no ha pasado, solo fue una aluscinación por tocar esa gema de tu ojo en aquella cueva- responde Diana.

- Recuerdalo bien no era una aluscinación, era un recuerdo de tu otra vida - dice Bill mientras pasa varias imágenes antiguas en su cuerpo triángular, las cuales muestran a Dipper luchando con Diana para finalmente matarla- lo ves ellos te mataron para ser específicos el pino te mató, si aceptas mi trato no solo evitarás la muerte sino te volverás mas poderosa - habla Bill muy convincente.

- No entiendo ¿por qué Dipper me mataría? - menciona Diana triste.

- Solo piénsalo es humano y los humanos temen a lo desconocido, por consiguiente lo destruyen y ya sabes siempre es la misma historia en esto de las vidas, por eso solo debes darme el diario del pino para empezar, luego deberás... - antes de que terminara Bill, Diana lo interrumpió.

- ¡Te dije que no!, no lo haré, prefiero morir en manos de Dipper antes de hacer lo que me pides y aún no creo que haya tenido tal vida que dices - menciona Diana furiosa.

- Vaya, vaya si que eres terca, bueno tendré que recurrir al plan B, recuerda "la realidad es una ilusión, el universo un holograma, ¡compra oro!" Adiós- por último, Bill dice eso y desaparece en otra luz destellante como con la que apareció.

- Al fin se fue ese triángulo, no creo eso de las vidas, aún así parecía muy real esa aluscinación- menciona Diana mientras se dirige a la mansión de los noroestes.

-¿Crees que fué una aluscinación?, estás en lo cierto, es hora de jugar un poco con tu mente Diana - decía Bill mientras veía como se iba la niña - bueno ahora a ejecutar el plan B.

Al día siguiente, Diana caminaba por el pueblo, mientras avanzaba pensaba en lo que le dijo Bill.

- ¿Podrá ser verdad....- se decía así misma en voz baja.

- ¡Diana! - se escuchó una voz que provenía a lo lejos detrás de ella, se trataba de su hermano mayor Ricardo.

- ¿Ricardo? - mencionó al reconocer la voz de su hermano.

- Diana, al fin te encuentro- hablá Ricardo al ya encontrarse cerca de Diana.

- ¿Qué pasó? Y ¿por qué usas esas gafas negras? - pregunta Diana.

- Nuestros padres llamaron y dijeron que ya resolvieron el problema de tus poderes y las gafas son por el sol, brilla mucho- responde Ricardo con una sonrisa.

- ¡Encerio!, ¡qué emoción! Al fin podre librarme de esto- dice Diana llena de alegría y emoción.

- Si al fin serás una chica normal, lo que tanto deseabas y así ya no te vendrán esas pesadillas que tanto odias - Dice Ricardo tranquilamente.

- Espera... ¿cuáles pesadillas? - menciona Diana confundida.

- Las que cada noche soñabas de niña hasta que fuiste al psiquiatra, si no mal recuerdo, mientras dormías hablabas y decías algo así "por favor se que aún estás ahí, este no eres tú Dipper", luego gritabas despertándote y diciendo que él te había ascesinado- menciona Ricardo con serenidad.

- No puede ser, no puede serlo - murmuraba Diana después de escuchar a su hermano - Debo irme, adiós.

Después de decir esto Diana sale corriendo en dirección de la Cabaña del Misterio, en ese momento se oye una risa malicioza que provenía de el cuerpo de su hermano pero la vos no era exactamente de su hermano, quien ahora era una simple alma o un fantasma que gritaba desde lo lejos a Diana pero ella no lo escuchaba, porque el único capaz de oírlo era Bill.

- Triángulo malvado, me las vas a pagar, si quieres métete conmigo pero no con mi hermana - Dice Ricardo furioso mientras flotaba siendo un alma.

- Jajaja niño, ¿no era esto lo que deseabas? - habla Bill en el cuerpo de Ricardo.

- ¡Claro que no!, el trato era que la protegieras de sus poderes, no que la engañaras, ni que me quitaras el cuerpo- responde Ricardo furioso.

- Tranquilo niño la protejo, si ella termina alejándose del pino estará a salvo y sobre tu cuerpo, jajaja te dije que quería un transmisor.

- Malvado - decía Ricardo mientras miraba con rabia a Bill en su cuerpo - quiero cancelar el trato.

- ¿Cancelarlo?, eso es imposible, un trato es un trato y no podrás hacer nada por determe, aunque me gustaría verte intentarlo jajaja - dice Bill entre risas malévolas y mientras se aleja, dejando a Ricardo solo.

- Debo encontrar la manera de detenerlo, pero... ¿cómo?- se preguntaba a sí mismo con preocupación y desesperación - ¡lo tengo!, un transmisor se interpreta como un objeto que comunica un mensaje, y si pudiera conseguir algo para comunicarme, podría advertirle a Diana, ¿pero qué podría ser?- se preguntaba a sí mismo, hasta que vió una radio y le vino una idéa.