15.

11 1 0
                                    

Un 28 de octubre te encontré.
Despeinado y sonriente.
Y tu sonrisa iluminaba cada una de las estrellas aún no vistas. Descubría lugares secretos y partes del océano jamás antes nombradas. Y yo les ponía tu nombre.
Un 28 de octubre te encontré.
Un 30 de julio te perdí.
Y es 15 de agosto.
Y nada en éste mundo tiene sentido para mi; digamos que tú estás feliz. Tus noches de insomnio se han acabado gracias a ella. Y yo estoy aquí; otro de mis estúpidos depresivos insomnios llorando por ti.
Todas las mañanas, tardes y noches te doy.
Mis noches.
Mis insomnios te los dedico.
Los segundos de mis minutos, los minutos de mis horas, las horas de mis días.
Pero vuelve a mí.

Un 28 de octubre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora