Pseudociesis CANCELADA {נυѕтιɴ&тú~мιnιweв}

Prólogo

Me removí sobre el sofá en el que estaba situada con incomodidad al observar como la protagonista se retorcía de placer bajo su amante, sin ningún pudor por acallar sus berridos u gemidos, como lo digan, tampoco tenía interés en saberlo.

Giré mi cabeza hacia Justin, quién al sentir mi mirada se dio la vuelta sonriéndome, le sonreí de vuelta.

Moví la mano hasta hallar el bol de palomitas que sostenía en mi otra mano, y agarré un puñado de ellas para luego hacer imán con la lengua para atraparlas de ella, era útil, gracias a la saliva.

Sentí como una de sus manos se adentraban por mi muslo, entrando en contacto con mi piel por lo que me sobresalté sin esperarme su acción, provocando que el bol junto a las palomitas que contenía en mis manos cayeran al suelo.

-¿Por-r qué ha-as hecho e-eso? -pregunté, con nerviosismo.

Justin suspiró, sabiendo cual sería mi reacción, por lo que retrocedió.

-Rose, cálmate, no he hecho nada de lo que pudiera preocuparte. -siguió, acercándose lentamente. -Siempre he sentido conexión cuando nos miramos a los ojos intensamente, y sé que tú también lo sientes, alguna de las veces he pensando como sería tocar tu piel desnuda, acariciarte... tengo cierta curiosidad por sentir como sería hacerte el amor, Rose. -pausó, posando una de sus manos sobre mi mejilla, acariciándola con sus dedos. -No tengas miedo, no me tengas miedo por indagar en temas relacionados con el sexo, no voy a obligarte a nada que no quieras, no podría hacerlo ni aunque quisiera, por lo que me gustaría hacerte una pregunta, ¿nunca has tenido curiosidad sobre ello?

Miedo me da mirarte y no saber parar, miedo me da abrazarte y no saber como soltarte después, miedo me da decir tu nombre y olvidar todas las otras palabras.

Siento una opresión en el pecho y un deseo infinito en responder a su pregunta, pero al contrario, me encojo en mi sitio sin decir absolutamente nada, ni si quiera me da la voz para responder con un monosílabo.

¿Realmente estaba preparada para responder a esa pregunta?

-Tener miedo es normal, pero no dejes que eso te impida hacer lo que quieres, pero la pregunta es, ¿qué es lo que quieres, Rose?

No sabía lo que quería, no sabía ni quién era en esos momentos, tampoco sentía que era la dueña de mi cuerpo junto a la de mis acciones, porque mi cuerpo ni mi habla daban signos de vida, pero sabía que Justin se lo tomaría con calma, nunca había sido nervioso u impulsivo, solía tomarse la vida con tiempo, sin prisas.

Y ahora que sacamos el tema de Justin, me gustaría decir que, es mi novio. Siempre lo he dicho con orgullo porque es la persona que me ha abierto los ojos desde el primer día que lo conocí, es la persona a la que más quiero en este mundo, por el cual lucharía hasta morir, sé que parece una locura y hasta a mí me lo parece, pero si os soy sincera, Justin me a valorado tal y como soy, con mis imperfecciones y mis locuras, sin comentarios absurdos o críticas que no vienen al caso.

Estos tres años a su lado han sido los más felices de mi vida, y espero que hayan más como estos, porque me niego rotundamente a que desaparezca de mi vida, por lo que su pregunta me inquietaba. Sabía perfectamente que Justin no era virgen y que cada chico tiene sus necesidades y tres años son muchos años para un adolescente, por lo que la presión aumentaba de nivel.

¿Estaba preparada para dar el gran paso de la relación?

Tragué saliva, y subí la mirada hacia sus ojos que pedían a gritos una respuesta cuanto antes.

-He tenido curiosidad, pero las dudas me abordan. -pausé. -Tengo miedo.

Estoy asustada, no se lo que pasará ahora y me aterra pensar en eso.