Pseudociesis CANCELADA {נυѕтιɴ&тú~мιnιweв}

Capítulo 3 ; "Tu voz como despertador"

Despertar con ganas de ti.

Gemí despertando de mi ensueño y me encontré a Justin bocabajo con la boca entre abierta, con la respiración tranquila y pausada con tempos rítmicos, sonreí por la estampa que estaba visualizando a simple vista y hice un ademán de tumbarme sobre él sintiendo su piel contra la mía, mordí mi labio inferior, cuando giró su cuerpo boca arriba conseguí estabilizarme sobre mis rodillas contra el colchón y sonreí pícara observando su miembro totalmente erecto, brindándome los buenos días.

Situé mi cuerpo debajo de las sábanas y agarré su miembro en una de mis manos moviéndolo rítmicamente de arriba hacia abajo, utilicé la lengua para delinear su longitud y lo introduje lentamente en mi cavidad bucal, sin frenar los movimientos de mi mano sobre él, sentí a Justin removerse debajo de mi cuerpo y sonreí al sentir como él empezaba a despertar de su sueño, escuché un gemido de su parte al momento que mis dientes hicieron contacto con su sensible glande.

-¿Cariño? -preguntó, con voz ronca, intentando estabilizar su respiración.

La sábana se desplazo hacia atrás, rebelándome bajo ella y le sonreí pícaramente.

-Buenos días, bebé. -susurré, lamiendo su glande.

Soltó un gemido, y agarró mi cabeza alejándome de su miembro.

-No tienes por que hacerlo, cariño. -dijo, colocándome a un lado de él.

Me encogí de hombros, restándole importancia al asunto.

-¿Y si quería hacerlo? -pregunté, sonriendo hacia él.

Sonrió, besándome castamente en los labios y susurró un "juntos para siempre"

Desperté ante los besos que alguien estaba dejando sobre toda mi cara y sonreí, acurrucándome contra él, sabía quién era el propietario de aquellos labios que me traían completamente loca.

Ese "juntos para siempre" se escuchaba perfecto.

Giré mi cabeza, abriendo mis ojos entrecerrándolos con el paso, me perdí contigo, despertando entre tus brazos, y encontrarme en tu mirada...

-¿Qué se supone que estabas soñando, amor? -preguntó, alzando una ceja, cuestionándome.

Fruncí el ceño ante aquella pregunta, y me sonrojé al recordar lo que verdaderamente soñé.

-No recuerdo... -susurré, sintiendo calor sobre mis mejillas.

Justin sonrió, soltando una carcajada y enterró su cabeza entre mi cuello.

-Eres una pequeña mentirosa... -dijo, contra la piel de mi cuello y mordió esta, provocando que soltara un gemido, inesperado, y tapé mi boca con mi mano, evitando que más sonidos salieran por esta.

Justin soltó otra carcajada por aquello y negó con la cabeza.

-¿Qué has hecho con mi novia, Rose? -preguntó, con una sonrisa en el rostro.

Sonreí, carcajeando y me encogí de hombros, enterrando mi cabeza contra la almohada.

Hoy me desperté de muy buen humor y con actitud positiva. Creo que el día me está preparando una trampa.

-¿Te puedo preguntar una cosa? -preguntó, con cara de inocente, y fruncí el ceño.

-Claro. -respondí, tapando mi cuerpo con la sábana y estirando mi cuerpo, sintiendo mis huesos sonar.

-¿Qué día es hoy? -preguntó, sosteniendo su cabeza con su antebrazo.

Pensé en el día que era y miré el calendario que estaba situado enfrente de nosotros, colgado sobre la pared.

-Hoy es domingo. -respondí, observándole.

-No. -rió. -Pregunto el número de día. -aclaró.

Reí. -Veintitrés. -respondí.

-De acuerdo, me debes veintitrés besos. -contestó, aclarando mi pregunta.

-¿Por qué debería? -preguntó, soltando una carcajada.

-Estamos a veintitrés, me debes veintitrés besos. -respondió, ahuecando sus labios.

Dime qué día es hoy, y te diré los besos que me debes.

Me senté correctamente y me lancé sobre él, dispuesta a brindarle aquellos besos que me pidió, a partir del diecinueve lo besé castamente las cuatro veces restantes y sonreí ante el último beso.

Sus labios eran todo lo que necesitaba para levantarme por las mañanas.

Se levantó a regañadientes y estiró su cuerpo haciendo un sonido extraño con la boca, abrió las persianas y la ventana del balcón de la habitación y se apoyó en la barandilla, mirando las calles.

-¡Buenos días a todos, menos a los chinos porque allí es de noche! -gritó, soltando una carcajada poco después.

Me levanté de la cama y restregué mis ojos, sintiéndolos caer, cansados.

Días que te despiertas con ganas de dormir un rato más, o para siempre.

Sentí malestar en mi estómago, sintiendo como una náusea, subía por mi garganta, negué con la cabeza negándome a vomitar, cosa que me desagradaba por completo y me situé tras él, sin darle la menor importancia con lo que había sentido en mi estómago.

-¿Y a tu novia no le das los buenos días? -pregunté, abrazando su cintura, desnuda.

Giró su cuerpo para enfrentarme y rodeó sus brazos en mi cintura y me levantó, colocándome sobre su cadera, y me sonrió, con aquella sonrisa que me hacía delirar.

-Buenos días, mi princesa bella, espero que haya pasado la noche en su total comodidad junto a su príncipe. -comentó, besando ambas mejillas, sintiendo mi sonrojo sobre ellas.

Los mensajes de buenas noches y de buenos días, son un arte que ama toda mujer.

-¿Sabes como me gustan los buenos días? -pregunté, sonriendo ampliamente.

-¿Haciendo el amor con tu amado novio? -preguntó, sonriendo, enarcando una ceja.

Mi cuerpo se desvaneció, y mi sonrisa se borró al instante, ante tal incomodidad.

-Lo siento cariño, no quería incomodarte. -respondió. -Te prometo que no volveré a hablar de eso. 

Asentí con la cabeza, restándole importancia.

-¿Cómo te gustan tus buenos días? -preguntó, volviendo a sonreír, haciéndome sentir cómoda.

-Me gustan los buenos días con unos besos y un café. -me sonrojé, encogiéndome.

Justin sonrió ampliamente y me brindó unos besos sobre mis labios, sintiendo como sus labios se fundían contra los míos como me gustaba a mí, y mordió mi labio inferior, con cuidado, llevándose un suspiro de mi parte.

-¿Y sabes lo que me gustaría a mí? -preguntó, y negué con la cabeza.

-Me gustaría tener tu voz como despertador... 

Me sonrojé nuevamente y besé castamente sus labios, sus palabras en mí provocaban revoluciones en lo más bajo del vientre, no podría pedir más de él, porque me brindaba lo que quería y mucho más de ello, mi necesidad de él era extrema y tenía una cosa en claro y que nunca rechazaría u renunciaría, tenerlo junto a mí.

*~*

HEY BABES, HOY ME SENTÍ AMOROSA Y DECIDÍ COLGAR UN CAPÍTULO COMPLETAMENTE AMOROSO, MI PODER DE SENTIMIENTO PUDO CONMIGO. 

ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO, PORQUE EL CAPÍTULO SIGUIENTE, MMM.... NO DIRÉ NADA. HAHAHAHAHA SOY MALA, NAH.

OS ADORO AMORES MÍOS Y ESPERO VOLVER PRONTO YA QUE EMPECÉ MIS ESTUDIOS DE NUEVO, MIS VACACIONES ACABARON HACE TRES DÍAS, JUM. VIDA MÁS INJUSTA. 

A LA PRIMERA QUE COMENTE, DEDICACIÓN DEL SIGUIENTE CAPÍTULO. ;)

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