Capítulo 2 ; "Tú no lo entiendes y yo no lo puedo explicar"

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Quizá no sepa a donde voy, pero si sé a donde regresar.


Las manos me temblaban al intentar desabotonar su camisa, estaba nerviosa y él sonreía, no burlándose de mí, si no una sonrisa de ternura, al ver como en el arte de amar con el cuerpo y la piel intentaba llevarlo a la cama.

Desabotoné sus pantalones y se quedó observándome, había ternura y pasión en su mirada, entonces, lentamente, me quitó el vestido que llevaba puesto, y cuando lo hizo desparecer de nuestras vistas y con la piel expuesta, su mirada cambió, la ternura fue remplazada por lujuria pura.

Comenzó a besarme, primero lentamente, después con una pasión digna de un amante hambriento, yo devolví los besos, pero era prácticamente nueva en el arte de amar con el cuerpo, sentía sus sonrisas en mis labios, entonces, le mordí el labio inferior y eso lo volvió completamente loco, sus manos estaban en todo mi cuerpo, entonces de un momento a otro estábamos completamente desnudos, no sólo de cuerpo, sí no de alma y corazón.

Hicimos el amor, primero por amor, una, dos, tres veces, después tuvimos sexo por el placer que eso nos causaba, mí cuerpo, su cuerpo, estábamos hechos el uno para el otro, ardíamos incontrolablemente.

Entre susurros y gritos nombraba su nombre y él hizo lo mismo.

El silencio reinó en la habitación.

-Eres mío, mío y de nadie más. -susurré, acariciando su pecho desnudo.

-Pensé que eso había quedado claro desde el primer momento en que te conocí. -dijo Justin, desapareciendo de repente.

Me sobresalté, despertando de mi ensueño, con la respiración agitada.

Recordé las últimas palabras que Justin me dijo, en el sueño y recordé la primera vez que me lo dijo.

Sonreí, por inercia, ante el recuerdo.

Rodé sobre la cama, y agarré mi teléfono, sin preámbulos.

Hola... perdón si estás durmiendo... es que te necesitaba, te extrañaba, no paro de pensar en ti, siento que fui una estúpida al comportarme así contigo, te necesito a mi lado... ¿Podrías volver a mí, por favor?

Enviado.

Cerré mis ojos, con el teléfono entre mis manos, y mis manos sobre mi pecho esperando al sonido de un whatsapp proveniente de él, esperando que hubiera oído el sonido de su teléfono a altas horas de la madrugada, estaría en su cama durmiendo, lo que debería estar haciendo en estos momentos.

Ding.

Mi respiración se entrecortó, y de inmediato abrí su mensaje.

¿Cómo puedes pedirme que vuelva a ti, si no me he separado de ti en ningún momento?

Fruncí el ceño por su repentina respuesta, y contesté.

¿Qué quieres decir con que "no me he separado de ti en ningún momento"?

Envié.

¿Por qué no bajas y lo compruebas?

Tragué saliva y aparté la colcha de sobre mi cuerpo, y corrí escaleras abajo.

Llegando al umbral de la puerta, la abrí y descubrí que ahí se encontraba, con los brazos abiertos.

Sin pensarlo dos veces me lancé a sus brazos, sintiendo como las lágrimas empujaban para salir de su escondite, Justin enrolló sus brazos alrededor de mi cuerpo y me alzó sin fuerza alguna, provocando que por inercia enredara mis piernas alrededor de su cintura, sintiendo el calor de su cuerpo.

Cuando me abraza, completa mi mundo.

-Nunca me sueltes... -susurré, entre lágrimas.

Justin soltó una carcajada, y me abrazó más fuerte contra él.

-Nunca sería capaz de hacerlo, pequeña... -susurró de vuelta, con una sonrisa.

Siempre me gustó su hombro. Se amolda a la perfección con mi cara.

-Déjame darte un beso, de esos que no se olvidan ni en otros labios, ni en otras noches, ni en otras vidas. -comentó, provocando que alzara la cabeza.

El beso me deslumbró.

Fue como llegar a casa, como nacer o encontrar de repente la mitad de sí misma que creía pérdida.

Sonreí, sin poder creer que estuviera entre sus brazos.

-Creo que debería comprarme un seguro de vida porque en cualquier momento podría matarme tu sonrisa. -comentó, provocando que mi sonrisa se prolongara en intensidad.

-Para... -dije, pegándole levemente en su hombro.

Suspiró, sin perder la sonrisa.

-¿Quieres hablar de lo que ha pasado esta tarde? -preguntó, con sumo cuidado.

Me encogí de hombros y caminó conmigo en brazos hacia la habitación, escaleras arriba.

Se sentó en el borde de la cama sin soltarme sobre ella, sentándome a horcajadas sobre él.

-¿Qué te pasó? -preguntó, tragando saliva.

-Tú no lo entiendes y yo no lo puedo explicar. -comenté, escondiendo mi mirada de la suya.

-Cariño... -susurró. -Yo no tengo la culpa de que no sepas lo que quieres.

-No se trata de eso... -negué con la cabeza.

Es muy difícil para cualquier persona mostrarse como es, y tan difícil para nosotros enseñarle a alguien como nos sentimos.

-No voy a presionarte a que me lo digas, cuando te sientas preparada para hacerlo, estaré aquí para ti cariño. -pausó. -Y no pienses que me enfadé por lo que pasó, me dolió verte llorar.

-¿Me sigues amando? -pregunté, sintiendo nuevamente las lágrimas penetrar el lagrimal.

-Nunca he dejado de amarte. -susurró.

No es difícil encontrar a alguien que te ame, lo difícil es encontrar a alguien que no deje de hacerlo.

Lo abracé, sintiendo su cuerpo contra el mío.

Como amaba hacerlo.

-¿Puedo quedarme esta noche? -preguntó. -Quiero dormir abrazándote.

Y cómo podría negarle lo que esos ojos tan tiernos y elocuentes me pedían. Así que nos acostamos abrazados, y besé castamente sus labios. Por que el estar a su lado era necesario. Tanto qué no sé como podía haber vivido hasta ahora sin él.

*~*

¡HELLO MY LADIES!

JUSTIN ES TAN TIERNO, QUE ME CASARÍA EN ESTOS MOMENTOS CON ÉL.

¿WILL YOU MARRY ME, BBE? ¡OMFG!

ESTE CAPÍTULO A SIDO ALGO LEVE Y AMOROS, POR LO QUE A PARTIR DEL CAPÍTULO SIGUIENTE EMPEZARÁ EL VERDADERO PROBLEMA PARA AMBOS.

¿QUÉ SERÁ? ¡EMPIEZA LA PORRA!

NOS LEEMOS

XX



Pseudociesis CANCELADA {נυѕтιɴ&тú~мιnιweв}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora