-Oh, vaya preciosura te haz conseguido.-dijo sonriéndonos a ambos.
-Si.-dijo Adam estúpidamente.-¿Cuántos años tienes?-preguntó.
-19, ella tiene 19.-dijo nerviosamente.
-Ah, están bien de edad. ¿Desde cuando estas con ella que yo no sabia nada?
-Desde hace nueve meses pero no quería apurar las cosas ni presionar a nadie así que creo que ahora si se pueden conocer.
-¿Y mamá sabe?
-No.-sonrió dedicándome su mirada únicamente a mí.
-Ohh ¿y tus padres pequeña?
-No tengo padres.-dije bajando la mirada.
-Ah perdona, yo en serio lo siento.
-Descuida esta bien.-forcé una sonrisa.
-Entonces me imagino que si me la presentas-dijo mirando a Adam- ya se acerca algo bueno ¿no?
Más le vale a este hombre que no hable de casamiento porque yo no estoy dispuesta a casarme a los 16 aun que el crea que tengo 19.
-Por supuesto.-sonrió Adam- ¿No amor? -me volvió a dedicar su mirada.
-Si, cierto.-respondí fingiendo amor y ternura por Adam.
-Bueno, ya luego arreglamos para que conozcas a la madre de Adam y hablamos sobre esto. No les quito mas tiempo, ya tienes que irte a casa ¿cierto?-le sonrió a su hijo.
-Claro.-respondió el. Me levanté de la silla.
-Cuídense.-agregó el padre de Adam mientras besaba mi mejilla.
Adam volvió a tomarme de la mano mientras salíamos de la oficina.
Entramos en el elevador y lo solté de repente.-¿Qué diablos fue eso? -dije exaltada.- Adam si piensas que me casaré contigo estas muy equivocado.-le advertí.
-Yo nunca dije eso, cállate.-dijo nervioso.
Caminamos hasta su oficina.
-Ya nos vamos.-me avisó apagando la computadora.- ¿Puedes llevarme esa carpeta?-preguntó tomando una cantidad de papeles increíbles.
-Claro.-dije tomando la carpeta.
Salimos del edificio y subimos a su auto.
-Prometiste buscar mi netbook, si me comportaba y si lo hice.-le reclamé.
-Si, a eso vamos ahora.-respondió sin dejar de mirar el camino.
Llegamos a un centro comercial y me hizo elegir una computadora.
Elegí una hermosa netbook en distintos tonos de rosados.Al llegar a casa Adam dejó todo sobre la mesa y se tiró en un sillón, yo por mi parte corrí escaleras arriba para aprender a usar mi nueva computadora.
Luego de que descargué la batería para cargarla 24 horas como indicaban las instrucciones, baje por algo de comida.
-Adam, tengo hambre.-dije desde las escaleras.
-No se que podemos almorzar, Rosalie no esta.-dijo preocupado mientras se levantaba del sillón.
-Cocina tú.
-Como si yo supiera.-dijo haciendo una risita-cocina tú.
-No se nada de cocina.-reí- ¿Por qué no intentamos cocinar los dos?
-Si eso quieres.-dijo divertido.
Luego de que nos pusiéramos delantales y me levantara el pelo en un rodete, decidimos hacer pizzas caseras.
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La Bella y la Bestia.
RomanceQué feo es cuando la persona que amas es la persona más fría del mundo. Qué feo es que le intentes demostrar tu amor y te saque a patadas de su vida. Qué feo es que tú seas la pobre indefensa presa de sus castigos y malas costumbres. Vivir con una...