Cups Of Coffee ➳ jb

Décima sexta taza

Eran las once de la mañana cuando Justin entro por la puerta de la cafetería. Ya había aprendido a diferenciar a los dos seres que vivían dentro de ti, por así decirlo. La vestimenta era parte clave, el lenguaje corporal también.

¿Qué me estás haciendo? Gracias a ti estoy empezando a notar los pequeños detalles.

-Hola, Justin- Ya ni siquiera era un riesgo para mí decirte por alguno de tus dos nombres. Te estaba empezando a conocer muy bien.

-Hola, tiempo sin vernos.

Bajo la mirada sabiendo que al menos por ahora, no recuerdas lo que vivimos anteriormente. Aquella noche. El incidente y cómo me salvaste. Eso me entristece un poco, pues a partir del momento en el que viniste a ayudarme fue un buen rato para mí.

-Cierto, ¿con dos de azúcar?

-Me conoces bien- Dices después de una ligera risa.

Desapareciendo del mostrador por un segundo, vuelvo con el café en mis manos y mi jefe me da una señal de que te acompañe a tu asiento. No sé realmente porque el quiere que haga esto en vez de seguir trabajando, pero tendrá sus razones.

Me hablas de lo bien que vas en tus estudios, y de las últimas visitas a tu familia, que han resultado muy entretenidas.

Entonces me quedo viéndote, a ti, a tus facciones, tus gestos. Y siento un gran impulso en mi interior, un sentimiento de euforia que quizás tu has vivido antes.

Y... me inclino, y te beso. Aunque no sea lo común, aunque no deba ser así, aunque no me corresponda tomar la iniciativa... ¿quién dijo que estamos hechos para ser cliché?