capitulo 3 : la carta misteriosa

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capitulo 3 : la carta misteriosa

Morgana, ese nombre parecía muy importante, y como no, fue aprendiz del mismísimo merlín en persona. Eso era algo de relativa importancia pero, ese no era el tema importante hoy, lo importante sin lugar a dudas era mi cumpleaños.

Y como cada año. Un arco iris atravesaría el cielo desde el amanecer hasta la puesta del sol.

Según tengo entendido desde que nací se impuso esa tradición.

Desperté un poco antes, corrí hasta mi balcón para ver como el sol comenzaba a salir y apenas sus rayos iluminaron el cielo, el arco iris apareció mágicamente como cada año.

Me puse un blusón muy bonito color lila, desde que supe que iría a Howards no podía elegir vestir de un color sin que ellos creyeran que ya tenía una casa elegida.

Baje a desayunar y mi desayuno de panqueques con chocolate y frutas estaba listo

Después de terminar mi desayuno salí al pueblo y como era costumbre salude a todos, hasta llegar a la panadería del pueblo, en donde estaba uno de mis mas grandes amigos,

- buenos día pequeña jenny - me dedicaba una sonrisa el panadero muggle del pueblo, y según yo. El mejor del mundo. Vestía una ropa un poco gastada y etaba sonrrosado por el calor de los hornos. Y encima un mandil blanco muy impecable.

- buenos días señor vancuber - le dije regresando le una sonrisa un poco

- mira que es lo que tengo para ti

- para mi - repetí con sorpresa,

Se dio vuelta y saco una pequeña cajita musical con un moño color blanco y negro.

- feliz cumpleaños princesa - usualmente el no me decía así. Salvo en ocasiones especiales o cuando usaba mi corona de princesa

- muchas gracias señor vancuber - abrazar al señor vancuber era muy pacifico pues transmitía a travez de ese aroma hogareño tan típico de el una paz increíble.

Salí del lugar agitando mi mano a manera de despedida, mientras escuchaba la medoliosa canción de la cajira musical

Camine hasta la granja y pude ver como el señor Chewins ya tenia recogido una carreta entera de fresas

- buenos días princesa jenny - me decía el viejo señor Chewins con sus manos ya gastadas por los años - el arco iris de este año es muy bonito

- buenos días. Lo se, espero un dia pofer hacer magia tan poderosa y bonita como ellos - la cancion seguia y no dude en preguntar - Donde puedo dejar esta cajita musical señor
- dejarla bajo el árbol en la mesita para el té.

Camine hasta esa mesita y deje la cajita sobre ella.

Después de un rato, el viejo señor Chewins y yo terminamos de recoger todas las fresas de los campos, el solo estaba en su punto mas alto y el arco iris brillaba con mayor intencidad.

Cuando terminamos me senté a tomar el té con el señor Chewins y comimos de su conserva especial de fresas. A las que solo a mi me compartía y me enseño el secreto de prepararlas, me dio una bolsa con fresas y me lleve mi cajita musical.

Caminaba por el sendero que me llevaba al palacio cuando de pronto el sol se oscureció y dos hombre se pusieron frente a mi y dos más tapaban el paso de regresó.

Uno de ellos se me hacia conocido, como si en un sueño lo hubiese visto. Y el otro era el mismo hombre que seis años atrás estaba afuera de mi casa el día del accidente.

Sus capuchas eran negras y poco a poco se acercaban mas y mas a mi.

- hola niña - me dijo uno de los hombres - sabes no debes caminar tu sola

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