Dramione o Sevmione

Capitulo 7

Fue una semana muy difícil para todos, la muerte de mis padres fue algo que me sigue afectando tanto, no a dejado de llover desde ese día, es mas, se que amanece y anochece gracias al reloj.

Pero tengo que ocuparme de mis responsabilidades. Deje todo listo para mi ausencia durante los juicios, fue difícil hacer que el campo fuese fértil de nuevo.

La magia que posee el mundo mágico viene de sus reyes, había esa clase de magia en mi, pero como no tengo edad para ocupar el trono. No toda esa magia puede salir de mi. Sin embargo ya se a comenzado a filtrar esa magia hacia el mundo mágico, mis padrinos me enseñan con mucha paciencia. Siempre creí que serian mis padres quienes lo harían.

Cuando me encontraba sola, podía escuchar los cuchicheos en los que comentaban con lastima todo lo que me había ocurrido, pero al pensar en eso, no solo era yo la que había quedado en esa situación. Muchos niños magos estaban igual que yo. Harry paso años de la mismo manera. Yo no podía derrumbarme si se me necesitaba, ya haría algo para ayudar, yo casi era un adulto, y ellos unos niños.

Entre en la biblioteca por un libro, hacia tantos años que no leía ese libro. Desde que llegue al castillo hace tantos años, lo removí del lugar en el que estaba, cayeron al suelo unas llaves, las recogí y las examiné, de nuevo las lágrimas rebeldes cayeron de mis ojos, eran las llaves de nuestra hogar en Londres muggle, la casa en la que viví hasta que cumplí 4 años, antes de mi accidente.

Mi intensión era quedarme en Howards mientras duraran los juicios, pero mi antiguo hogar se escuchaba mejor. En el solo tenía buenos recuerdos, guarde todo lo necesario. Lo primero seria llegar directo con popmedie.

Me había despedido de mi nana justo esta mañana, ver el palacio me hacia recordar tantas cosas, pero tenia que ir por ese libro, el que mis padres me leían antes de ir a dormir, no importaba que fuera todas las noches. Deje mi ropa de princesa a un lado y me vestí como me sentí cómoda, con unos jeans de mezclilla, una blusa, sueter y una pequeña bolsa en la que llevaba todo, mi objetivo principal era regresar a Howards pero el saber que las llaves estaban en mi bolsa hizo que eligiera la segunda opción.

El sol aún no salia, y todos dormían aun en el vecindario, estaba tal y como la recordaba, en muy pocas ocasiones veníamos los tres juntos, tal vez una vez al año, pero dejamos de hacerlo cuando comenzó la guerra entre magos.

- accio llaves - las tenía en la mano al instante, seguí caminando, la puerta estaba cerrada. Pero en ella había evidencia de que quisieron Forzarla, algunos con artículos muggles. Y otras mas con hechizos, Pero las protecciones que mis padres y yo colocamos en ella fueron mas fuertes.

Nuestros hechizos mantenían el lugar habitable, fui a la habitación de mis padres, pero la casa al igual que el castillo estaba encantada. Mis cosas se pasaron a su habitación, la casa me reconocía como su nueva dueña, sus cosas estaban guardadas, en el ático, y mi habitación se convirtió en una más para huéspedes.

La casa estaba conectada con el castillo, y la chimenea estaba conectada a la red flud. Termine de guardar todas las cosas que traje conmigo, baje al sótano para ver el antiguo laboratorio de pociones.

Lleve con migo algunas pociones que recogí de las pociones que hizo mi padre antes de morir, para Fred y el profesor Severus.

Aun había polvos flu, camine hacia la siempre impecable chimenea y pronuncie fuerte y claro

- despecho del director de Howards colegio de magia y hechicería - fui consumida por las llamas verdes, la visión que tenia de mi casa desapareció para convertirse en el despacho del director.

Sobre el escritorio se encontraba una muy ocupada persona. Nada más y nada menos que la profesora de transformaciones, Minerva Madgonagal. Sobre este tenia cientos de pergaminos. Tan ocupada y distraída se encontraba que no se dio cuenta de mi presencia.