Capitulo 4: 2 de Mayo de 1998

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Nota inicial :
La historia dará comienzo en un momento crucial en la historia, todo lo ocurrido en los libros quedara igual hasta este momento.

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Las maldiciones salían disparadas desde la varita de todo mortifago, sabía que estaba haciendo lo correcto al unirme al bando bueno en esta guerra mágica.

Harry cayo al suelo cuando vio el miedo de lord voldemort a través de su mente, al enterarnos los tres que se encontraba en la casa de los gritos fuimos lo mas rápido posible a su encuentro.
No se como logramos hacerlo pero logramos conseguir nuestro objetivo.

Las voces que se encontraban en una conversación de amo-sirviente, era de una suplica totalmente increíble.

Sin saber porque de la nada. La serpiente ataco a Snape, el se encontraba en un charco de sangre.

Ese no era el hombre que yo recordaba, el hombre que yo tenia enfrente se encontraba lleno de cicatrices, moribundo, ese no era el temible profesor de pociones que tanto había temido.

Podía ver el gran arrepentimiento que se veía en los ojos del hombre. Mas que eso, veía caer aquella mascara que por tantos años, este era el verdadero Severus. Como pudo ser tan ciega tantos años al juzgarle de esa manera.

Recolectando los últimos recuerdos del hombre lo vieron exaltar ese ultimo aliento.

La voz del señor tenebroso se escucho, nos daban tiempo a recoger a nuestros heridos.

Llegamos al pensadero del director y harry se metió en el.

Al salir nos contó todo, dios, lo único que hizo fue confirmar las sospechas que ya se habían formado en mi cabeza, que pasaría ahora con el hombre que murió ante mi. El necesitaba una segunda oportunidad.

Ron fue con su familia y todos lloraban por la muerte de si hermano Fred.

Harry desaparecido y yo estaba segura que se encontraría con el destino y ese era un camino en el que yo no podía intervenir.

Las únicas personas que yo conocía en este momento estaban en el lugar que necesitaban estar.

Pero mis pensamientos regresaban al hombre que juzgue mal.

No supe a donde se dirigían mis pies. Y al estar sumida en mis pensamientos no me di cuenta de la sombra que comenzó a seguirme.

El sauce boxeador estaba frente a mi inmovilizado por el hechizo que aun no perdía su efecto.

Mis pasos eran pesados, pero el pensar en tantas cosas al mismo tiempo no ayudaban.

Si tan solo mis padres se encontrarán a mi lado en este momento. Que el arco iris apareciera solo unos segundos en el cielo indicaba que hoy era mi cumpleaños, pero no se el por que solo duro tan poco, cuando siempre duraba todo un día para mi.

Finalmente hay estaba el hombre al que tenia que ayudar, y creía que mis ojos me jugaban una broma, Snape todavía respiraba. Muy poco y pesadamente. Como si quisiera aferrarse a la vida ir lo menos hasta saber en que terminaría la batalla.

Conocía el hechizo, solo que no se me hacia justo. Tantos años perdidos por ser un excelente espía debían ser recompensados de alguna manera.

Murmuré el antiguo hechizo que solo podía utilizar muy pocas veces en la vida. Y no solo eso

- se que no es mucho profesor - no se en que momento comencé a llorar pero el ver como mis lágrimas golpeaban su rostro me hizo recordar que aun podía hacer algo más por el - pero puedo devolverle los años que sacrificó por nosotros, 7 años, pero aun no soy lo suficientemente fuerte y poderosa para hacer más por usted.

Snape era Ahora 7 años mas joven , ahora se veía como en mi primer día en Howards.
Sin embargo aun no estaba bien, debían pasar algunos días, o incluso semanas para que el veneno desapareciera y comenzara su mejora.

Encante una esquina de la habitación olvidada, levite al profesor hasta ese rincón. Y coloque un hechizo protector que solo yo podría romper.

- regresaré por usted al terminar todo, y podrá tener su segunda oportunidad. - sin saber por que me incline un poco y deje un beso en su mejilla antes de marcharme.

Salia de la casa de los gritos cuando Ginny me espera afuera. Asustada y un poco desilusionada al darse cuenta que solo yo salia de esa habitación.

- Hermionie se que no es el momento, pero, quiero a mi familia unida, se que no correspondiste el beso de Ron. Pero, somos una familia si. Debemos estar unidos. Desaparesiste al mismo tiempo que Harry y no a vuelto. Creí que irías a alcanzarlo, quiero verlo Hermionie.

- volvamos a dentro Ginny.

Caminábamos una al lado de la otra sin decir nada. Tal vez yo podía traer a alguien de la muerte y escoger a Fred. Pero eso sería justo, habían tantos muertos reunidos en el comedor...

- Hermionie que te sucede- Ginny estaba tan asustada, pero yo ya no ma escuchaba

Dentro de mi sentía como estrujaban mi alma, sentía que mi corazón dejaba de latir, sentía que me partía en dos. Nunca me había sentido de esta manera. Era como si el mundo perdiera el color.

- no, no, no - comencé a llorar otra vez, mi razón para pelear, para vivir se esfumaba, por que tenia que hacerlo si no importaba.

Merlín, por que simplemente el dolor no me mataba de un solo golpe. Me retorcía de dolor a unos metros del sauce, caí mirando al cielo mientras me convulsionaba, había sentido en carne propia la maldiciones cruciatus, pero comparado con esto, la maldición solo era una caricia. Dos estrellas en el cielo perdieron su luz. Pero esas estrella cambiaron de lugar muy drásticamente. La luz que despedían ya no era un simple reflejo, ahora era una luz propia que despedían al dejar este mundo y unirse al de los muertos.

Pero si esto era real, si esto de verdad estaba sucediendo, la luz de esas estrellas representaban a mis padres. A dos de los 4 reyes del mundo mágico.

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