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- Lizzie! Hoy se sale! por favor, no te digo que vayamos a bailar pero por lo menos a cenar, algo! - insistió Sash por enésima vez.
- Bueno, pero... - de verdad que no tenía ganas hoy, va en realidad nunca, pero hoy tampoco.
- Siiis, lo que quieras - sonrío.
- Me elegís vos la ropa, si es necesario que me maquille lo haces vos y nada de tacos - elegir la ropa era un estrés, no solo porque nunca encontraba nada que me quedara bien, también porque cuando al fin me vestía, a Sash nunca le gustaba, o era muy grande o muy desarreglada, poco combinada. Maquillarme era un lío, y la ultima vez que me había puesto tacos creo que no camine derecho durante tres días.
- Pensabas que iba a dejarte venir conmigo con la ropa que te elegís vos? - rodé los ojos.
Después de probarme medio placard y estar dos horas sentada mientras Sash me maquillaba - listo! - dijo emocionada mientas ponía la brocha dentro del estuche - debería haberlo grabado, definitivamente es un antes y un después! -
- y ponerlo en Instagram? Ni loca - Sash en su tiempo libre grababa vídeos de maquillaje, de ella hablando, dando consejos y los subía.
- No entiendo porque nunca queres salir en ninguno - dijo pero no insistió.
- Donde vamos? - cambie de tema.
- Estaba pensando ir al bar de notting hill - propuso.
- Que? Por que no a Rossy? O Lags? - odiaba el bar de notting hill, parecía una pasarela, no había forma de sentirse cómoda ahí.
- Que podemos conseguir en Rossy o Lags? - alzo una ceja.
- Pensé que íbamos a divertirnos, entre nosotras, no a buscar chicos - Dije.
- Si, vamos entre nosotras, pero no pasa nada si pescamos algo en el camino - intento convencerme.
- Sabes que no me siento cómoda ahí - le dije.
- Pero deberías, por mas que no seas rica, por tu apellido nadie dudaría - rodee los ojos. Si, mi apellido era Glake, y no, no era nada de Amalia Glake la dueña de medio mundo. Solo una chica con su mismo apellido aunque cada vez que entraba a un lugar las puertas se abrían y todos se asombraban, me trataban como una reina cuando descubrían mi nombre, nada de eso me correspondía, era solo una chica con el mismo apellido que la mujer más poderosa del mundo.
- Bueno, vamos? - le pregunte, Cuanto antes saliéramos, antes íbamos a volver.

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