Atentamente, nadie. (Saga Nadie #1)

CUATRO.

Era la segunda nota que "nadie" me dejaba. Y no paraba de darle vueltas a quién de aquellas diez personas podría ser "nadie". No paraba de repetir el día de hoy en mi cabeza.

Llegué a clase y cinco caras desconocidas se encontraban en ella. Lo peor de todo es que una de ellas me había quitado mi sitio en primera fila, por lo que tenía que sentarme en la última.

Una chica, rubia, despampanante, de ojos azules ocupaba mi sitio. Cuando se dio cuenta de que estaba en mi sitio, sonrió triunfante y me guiñó un ojo. Suspiré exasperada y me senté en la última fila, al lado de otro de los chicos nuevos. Decidí presentarme para ser amable.

-Hola, me llamo Lana.

-Vale.-dijo sin molestarse en mirarme siquiera.

-De acuerdo... ¿tú cómo te llamas?

-¿No tienes nada mejor que hacer?-contestó.

El chico borde, tenía un acento británico precioso, pero lo que decía no era muy agradable de oír. Tenía el pelo corto, moreno y rizado además de un piercing en la ceja que llamó mi atención. Pero lo que más me llamó la atención era que tenía los ojos negros más profundos que había visto en mi vida.

Había conocido a dos de los cinco nuevos en clase, y no eran muy agradables que digamos. Harían una buena pareja.

-Perdónale. Es borde por naturaleza.-dijo una voz femenina a mis espaldas. Me giré para mirarla.

Una chica de pelo moreno, corto y rizado, con gafas y una sonrisa amable me observaba.

-Soy Cassandra, y él, es Scott.

-Lana.-suspiré. Por fin alguien amable.

Scott bufó detrás de mí y Cassandra rió.

-¿Os conocéis?

-Es mi hermano.-susurró ella encogiéndose de hombros.

-Hermanastro.-corrigió Scott secamente.

-Lo mismo da.

-¿Sois nuevos los dos?

-¡Sí! ¿No es emocionante?

-Estoy que no quepo en mi gozo...-protestó Scott.

-Oh... cállate... ¡es genial! ¡Voy a conocer a tanta gente...! ¿No es genial? A mí me parece genial.

Reí fuertemente ante el entusiasmo de Cassandra y la falta del mismo en Scott. Ya sentía que sería el comienzo de una larga amistad. Cassandra era divertida, alegre y educada. Nos parecíamos demasiado como para no ser amigas.

Durante las primeras tres horas me quedaba en la misma clase con los mismos compañeros. Estuve hablando la mayoría del tiempo con Cassandra, por lo que se me hizo más llevadero. Ella me habló del resto de los nuevos de la clase. Y no se tragó ni un solo detalle.

-Bueno, yo soy Cassandra, pero prefiero Cass... mi nombre es demasiado largo como para decirlo mucho...-rió.- Me gusta leer y escribir y bueno... soy una empollona. Luego está Scott. Mi padre y su madre se casarón hace poco, es... un poco borde, pero en realidad... supongo que es majo.-dijo encogiéndose de hombros.- La siguiente es Ashley. Es la típica perfecta capitana de animadoras que sale con el capitán del equipo del instituto, ¿sabes?-No me hacía falta que me dijera quien era Ashley. Sabía perfectamente quien sería.

-También están Paul y Nora. Paul,-dijo señalando a un rubio guapo no, lo siguiente, que se sentaba un par de filas más adelante que nosotras.- es Don Perfecto... listo, guapo, atractivo, deportista, ojazos, rubio...-suspiró.