Pain.―Stiles Stilinski [Pausada]

―1―

― ¡Stilinski! Juro por el amor a Batman que te dejaré sin descendencia si en cinco minutos no te veo cambiado y abajo.-Sam soltó una pequeña risa por lo bajo y cerró la puerta de la habitación de Stiles. La castaña sabía que tenía el sueño pesado y ya había tratado varias veces de despertarlo. Aquellas eran como pequeñas misiones imposibles, pues Stiles realmente dormía como un tronco.

Bajó las escales y llegó a la cocina, donde el Sheriff Stilinski la esperaba con una sonrisa.― ¿Cuantas veces fueron hoy?― Preguntó con una divertida mueca, a lo que Sam rió.

― Exactamente... Cuatro. El record de la semana.― Se burló y enseguida sintió como desde las escaleras retumbaban algunos pasos apurados. Supo que era su mejor amigo, así que diciéndole unas cortas palabras a su segundo padre, se dirigió hasta la sala.

― Con permiso..― Al poner un pie sobre la sala, observó como el chico se hallaba apoyado en la puerta de salida y con su mochila al hombro.― Creí que tendría que arrojarte agua otra vez.. ―Besó la mejilla del castaño, ante su sonrisa sarcástica y tomó su mochila.― Ve tu a saber donde fueron tu y Scott ayer...― Se ganó la mirada sorprendida de Stiles.

― ¿Como es que la señorita sabe tanto de mi salida con Scott? ¿Acaso estuvo espiándonos?― Sam rodó los ojos y le dió un golpe en la nuca al Stilinski.― Imbecil... Vivo contigo. No es muy dificil darme cuenta que casi caes por la ventana. Ahora vamos, que Harris me odia y reprobare todo lo que queda del año.
Bromeó y en tan solo un abrir y cerrar de ojos, se encontraban frente a el Jeep azul cielo que estaba estacionado en frente de la cada donde los dos vivían. Subieron y se fueron hacía la escuela.

― ¿Tendrán práctica de Lacrosse hoy? ―Sam cerró la puerta del Jeep y sujetó sus útiles entre su brazo y su pecho, pues las clases a las que hoy transcurría no necesitaban tantos papeles y libros.

― Así es... El próximo sábado tendremos un partido y quiero que vengas..―Le dijo a ella con una sonrisa mientras le revolvía el pelo con una sonrisa y le dejaba un pequeño beso en él.― ¿Para que yo y entrenador volvamos a pelear? No creo que sea buena idea Stiles..

― Oh vamos Sammy, prometo que el entrenador no te dirá nada.

La chica frunció un poco su ceño y arrugo la nariz... "Bueno... Stiles te lo pide Sam, no siempre te pide cosas..."

― Muy caro me pagarás...―Bromeó y hechó su cabello hacia atrás en broma mientras le hacía una divertida mueca a su mejor amigo y caminaba hasta dejarlo atrás.

― ¡Sam-Sam! Era hora de que llegaras, llevo más de diez minutos esperándote.-Una voz perspicaz llegó a los oídos de Sam, era sin duda Lydia. Quien se notaba completamente feliz y solo había una razón, compras. La castaña le sonrió y entrelazó su brazo con la de cabello rojito.

― Querída amiga... Solo apúrate que llegaremos tarde.―Aceleró sus pasos y arrastró a la pelirroja por los pasillos, pasando a un lado de Scott y Stiles.

― Scottie, idiota.―Los saludó guiñando el ojo y finalmente llegó al salon, donde Harris no las recibiría para nada bien.