Capitulo 2 Un alma en la soledad

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Después de la muerte de mi madre yo pensaba que el mundo ya no tenia sentido, para mi ya todo estaba perdido, la vida no tenia sentido y nada de lo que hiciera me la podría devolver, le pedí a Dios que me diera fuerzas para seguir adelante pero no sentí nada era tanta mi depresión en ese momento que creía que Dios me había abandonado, realmente la pase mal en ese momento. Me decidí encontrar a mi padre para poder conocerlo y al menos ver su estúpido rostro, y decirle todo lo que Tuve que sufrir después que el me abandonó y me dejo solo con mi madre, me costo mucho pero por fin pude encontrar a Isashi Yamada el jefe de la empresa de repuestos automotrices y una de las personas mas importantes y famosas de Tokyo.

Simplemente no podía creer que una basura como esa podía ser tan importante para una ciudad, me residí ir a buscarlo a Tokyo tome el primer tren que se dirigía a la gran ciudad de Japón y hay encontrarme con escoria de la creación, que teniendo tanto dinero ni siquiera apoyo un poco a mi madre en los momentos mas difíciles. No esperaba que me aceptara como hijo, ni que me brindara apoyo monetario, solo quería verlo por primera ves y conocer el rostro de el hombre que abandono a mi madre.

Mi madre solía decir que mi padre era un gran hombre pero nunca le creí, un gran hombre nunca abandonaría a su familia. Al llegar a su edificio consulte con la recepcionista que me llevara hacia su oficina, me preguntó mi nombre yo le dije que mi nombre era Shiji Yamada, se sorprendió y me pregunto si yo era familiar el, le dije que yo era su hijo, me dijo que no era posible por que el actualmente no tiene hijos y que el único que tenia murió hace cuatro años, yo no sabia si tenia otro hijo pues no me importaba o estaba ocultando algo mas, pero no me importaba y le dije que me dejara hablar con Isashi pero siguió insistiendo que necesitaba una cita para poder hablar con el, así que hice una cita para poder hablar con mi padre, y la cita resulto para el martes y ese dia apenas era viernes así que busque donde quedarme y conocía una tía que vivía en Tokyo hacia que fui a pedirle alojamiento pero me dijo que no podía por que no quería mestizos en su casa, yo le dije como puede negar alojamiento a un familiar necesitado, me dijo que la basura siempre se debe negar.

Iracundo me aleje de la casa aunque me dieron muchas ganas arrojar le una piedra, pero tuve que contenerme no podía cometer una locura en un momento como ese, es increíble lo que puede llegar a hacer una familia cor pulpa del racismo la discriminación. Al final tuve que pasar la noche debajo de un puente esperando un nuevo dia, aunque para mi un nuevo dia ya no significaba nada, pasara lo que pasara ya nada me convencía, estaba solo en medio de una guerra que tenia perdida sin ninguna arma era yo contra el mundo, lo único que esperaba era poder soportar hasta el martes y hablar con ese maldito hijo de perra de mi padre.

En medio de una ciudad inmensa como Tokio sin dinero y durmiendo debajo de un puente la vida de un desgraciado, sin esperar nada de la vida ateniéndome a nada, toda estaba listo para pegarme un tiró, si hubiera tenido una pistola seguramente lo abría hecho, pero eso era el camino del cobarde aquel que le teme a lo desconocido es un cobarde por eso decidí seguir adelante sin importar que todo estuviera en mi contra, la mañana siguiente siendo un nuevo dia una nueva oportunidad tocaba a mi ventana y no le negaría la entrada pues dicen que cuando se cierran las puertas Dios habré una ventana y empezar desde cero.

Las cosas iván de mal en peor pues sin donde dormir y por si fuera poco en el metro me robaron lo poco de dinero que me quedaba, necesitaba dinero y rápido pues él mundo gira alrededor del dinero y no tenia nada, al quedarme sin dinero estuve apuntó de tirar la tualla pero en ese momento escuché una dulce voz que me hablaba y era una hermosa chica de cabello largo y negro, su piel suave y blanca y con una expresión de alegría. Al verla me sentía algo extraño, que quería ella de alguien como yo, entonces ella me dijo:
- Hola mi nombre es Yatsui, te sientes bien llevas sentado en la banca mucho tiempo, estas esperando a alguien.
Yo le conteste:
- No estoy esperando a nadie solo estoy deprimido, perdí todo mi dinero y ahora no tengo nada, lo único que me queda es esperar mi muerte o que me caiga algo del cielo que no sea excremento de pájaro.
Ella me dijo:
-Con esa actitud ya tienes un pie en la tumba.
-Ojalá tuviera una tumba- le conteste -no tengo ni dónde caer muerto.
-Si lo que necesitas es dinero yo te puedo ayudar, en donde yo trabajo están buscado personal.

Al residir esa noticia mi mundo cambio y todo volvió tener color pues aunque solo era un trabajo al menos con eso tendría que comer, mi emoción fue tan grande que abracé a Yatsui con fuerza.
-¿Qué haces? - dijo ella - por que abrazas.
-lo siento me emocioné mucho - le conteste.
-Bueno mas te bale mostrarte así cuando trabajes.
-Me esforzare.

Realmente esa chica alegro mi vida cuando estaba solo sin nadie en mi vida yo esta muerto para el mundo pero ella apareció y me devolvió la vida. Realmente me odio mucho lo que haría después con ella, lo que le hice no se lo desearía ni a mi padre.


Mi nombre es Walter MartínesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora