Capitulo 3 Una nueva esperanza

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Mi llegada a Tokyo no fue la mejor que se diga, no tenia donde dormir y mi encuentro con mi padre se retraso un poco por su trabajo, le pedí alojamiento a una tia pero ella se negó así que tuve que buscar un lugar para dormir, pero todos los hoteles estaban fuera de mi alcance económico y por si fuera poco mientra buscaba trabajo me robaron todo lo que tenía, estaba en las últimas y no sabia que hacer hasta que una chica ayudo con el trabajo. Y bueno el primer dia de trabajo había llegado y estaba listo para lo que fuese.

Trabajando todos los días y ganando de a poco me sentía cómodo en la ciudad el único problema era mi alojamiento pero el segundo dia de trabajo Yatsui se dio cuenta de donde dormía y insistió en que me quedará en su casa, no me parecía correcto pero era lo que mas me convenía, cuando llegue a su casa que era un cuarto que alquilaba en un edificio enorme me di cuenta que ella vivía sola, ella parecía muy joven la verdad no sabía que edad tenia, así que le pregunte y ella me dijo que tenia 17 años, era algo sorprendente tenia la misma edad que yo y mas sin embargo ya era una mujer independiente en Tokyo, esto cada vez era mas extraño pero bueno así es la vida.

Llegaba la hora de comer y quería prepararle algo a Yatsui cada como agradecimiento por toda la ayuda que me había brindado pero lamentablemente no soy muy bueno cocinando y ninguno siquiera probó el platillo, la verdad se miraba asqueroso, entonces desdimos que ella se encargaría de la comida, al momento de probar su comida me sentí tan cómodo como si estuviera en casa, como si estuviera con mi madre, fueron tantos sentimientos que casi lloro estibe a punto de llorar pero si hubiera recodar lo que no regresaría probablemente
me hubiera deprimido, mirando hacia abajo pensando en la vida como un loco que llora de la nada mi mente mi mente estaba llena de niebla comida que no me dejaba en paz y solo estorban a en mi camino, de pronto ella mi dijo:
-¿Que sucede? no sabe bien, si quieres ordenamos algo para comer.
-¡No!- le dije con exasperación- Quise decir no, tu comida esta deliciosa sabe muy bien, es solo que me trae recuerdos no deseados, en serio tu comida es maravillosa, como tu.

-¡Que! Disculpa.

-Ahhh, eehh, no, solo, solo digo que eres una gran persona, perdona si te hice pensar otra cosa.

-Esta bien, yo también pienso que eres una gran persona, sabes eres muy atrayente quisiera saber mas acerca ti, hice que vivieras con migo y no se nada de ti, realmente es como si hubiera traído a un desconocido a casa.

-Bueno, gracias por confiar en mi y por invitarme a tu casa, las personas usualmente me desprecian por mi aspecto, muchas gracias por tu ayuda.

-No es nada y sabes, la verdad tu aspecto no me desagrada al contrario, me gusta mucho, eres muy lindo.

En ese momento no sabia como responderle, realmente me había quedado perplejo. En ese momento de mi vida me di cuenta que sentia algo por ella que era mas que una amistad era la primera ves que sentia algo así por alguien y me ponía nervioso cuando hablaba con ella, la pregunta en mi mente era, que sentia ella por mi ¿Porque era tan buena con migo? Y que quería decir con que yo era lindo, cada ves que pensaba en ello me desesperaba mas y mas pero bueno así es el ser humano, cuando experimenta algo nuevo no para de hacerse preguntas.

Pasaron los dia aproximadamente una semana, trabajando todos los días me había acostumbrado a la ciudad de Tokyo pues en la capital había un gran cantidad de extranjeros y ya no me sentia tan extraño pues en esa ciudad hay todo tipo de personas algo normal en esta clase de se ciudades con tanta globalización. Durante ese tiempo solo podía pensar que había olvidado algo importante pero no lograba acordarme de eso tan importante, pero bueno como no me acordaba pensé que no era tan importante así que lo deje pasar.

Durante ese tiempo me sentia bien con migo mismo, tenia varios amigo no solo Yatsui si no otros como mis compañeros de trabajo me llevaba bien con todos ellos, aveces salíamos a comer o a dar un paseo por la ciudad era muy divertido. Al llegar a casa después del trabajo invitaba a salir a Yatsui para que se relajara un poco, pues ella solo se mantenía estudia para su examen en la Universidad de Tokyo, siempre la miraba muy concentrada en sus estudios y se presionaba mucho por eso salia con ella al parqué a pasear y que se des estresara, en el parqué siempre mirábamos las estrellas y nos contábamos cosas de sueños y metas que tensamos, ella siempre reía de las cosas que le decía verla sonreír era algo único para mi, esa sonrisa no la cambiaría por nada, era hermosa como la luna y estar con ella bajo las estrellas era como un sueño hecho realidad.

Con el tiempo ella y yo espesamos a salir y nos hicimos novios, pero seguía teniendo el presentimiento de que esta olvidando algo importante pero seguía sin prestarle atención, paso un año y Yatsui fue una de las afortunadas en clasificar en la Universidad de Tokyo y me sentia muy feliz por ella todo su esfuerzo había dado frutos y por mi todo excelente de ves en cuando viaja a Osaka a ver la tumba de mi madre y contarle de mi felicidad en Tokyo y como la pasaba, un dia de esos decidí visitar nuestra antigua casa y encontré en un cajón varias cartas que mamá residido, pero al parecer estaba sellada no la abrí y mire que el que la envío era nada mas y nada menos que Isashi Yamada mi padre.

Lo había olvidado por completo, la cita con mi padre mi experiencia en Tokyo me hizo olvidar por completo el compromiso que tenia con el. Me diriji hacia la empresa de mi padre a hacer otra cita para hablar con el pero cuando llegue la empresaria me dijo que solo estaría disponible hasta dentro de 4 meses, pero bueno no me importaba esperar, pero de la nada un hombre apareció y le dijo a la secretaria:
-Sashai que compromiso tengo para hoy.

-Tiene una reunión con el presidente de la empresa, señor Isashi.

No podía creerlo uno de los hombre mas importante de Tokyo a quien se supone que vería dentro de 4 meses estaba justo detrás de mi, que otra sorpresa me traerá la vida después.

Mi nombre es Walter MartínesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora