Don't Scream

13: Mentiras Piadosas

-¡Alex Alex! ¡Mira que me encontré!- el grito de un niño de 6 años logro ser escuchado por la chica oji-esmeraldas.

-¿Que encontraste Tommy?- Pregunto la rubia inclinándose cuando el menor llego hasta donde ella estaba sentada. El pequeño no perdió el tiempo en hablar e inmediatamente mostró una mediana caja que cabía perfectamente en sus manitas.

-¿Verda' que esta bonita?- Pregunto el niño asombrado por aquel objeto desconocido. -No lo puedo abrir.- Aviso el pequeño de ojos ámbar con pequeños destellos verdes.

-Pero que esta bonita- Murmuro la rubia aun observando con delicadeza aquella caja, por un momento habia olvidado a su mejor amiga, la cual no le habia devuelto los mensajes y llamadas. -Vamos a ver.... Oh mira, tiene una manija. Como esas cajitas musicales con una sorpresa adentro.- Un vivido recuerdo de su personaje Creepypasta habia recorrido por su mente. -Huum, no puedo leer lo que dice- Dijo Alexa rascando la vieja pintura, haciendo que las pocas letras no se leyeran en lo absoluto. -¿Crees que aún funcione Tommy?-

-¡Si!- El pequeño castaño se acerco mas para poder apreciar la vieja caja. quería saber que habia dentro y que tipo de música saldría si esta aún funcionaba.

-Vamos a ver...- Menciono la oji-esmeraldas mientras giraba la manija, dándole cuerda a la vieja caja, al terminar la deposito en el césped y espero a que esta hiciera su trabajo.

~... ♪♫♫♪♪♫~

la canción se hizo escuchar, una canción que al principio asusto a la rubia.

-Oe, Pero si es la música que tu escuchas aveces- recordó el pequeño aquella melodía que escuchaba al entrar al cuarto de su hermana, si lo recordaba bien, parecía de un karnaval esa melodía.

-S-Si- afirmo la rubia pasmada, creyendo que era era la caja que contenía a un personaje ficticio.

La cajita termino su armonía, sin embargo no salio ninguna sorpresa.

-Aaaa, yo pensé que saldría algo- se desanimo el pequeño acercándose a la caja. -Bueno, ni modo. Alex ¿La quieres?- Pregunto el pequeño sonriente.

-Pero tu la encontraste. Por cierto, ¿Donde la encontraste?- Interrogo la rubia dejando la caja a un lado.

-Cerca de la pelota, por aya- apunto el castaño hacia no muy lejos de él, donde una pelota de fútbol americano descansaba debajo de la sombra del gran árbol del patio trasero.

-Hum, que extraño.- murmuro la chica mientras sonreía de lado, aun pensativa sobre como habría llegado hasta ahí.

-Ya es tuya- Aviso el niño para luego salir corriendo hacia la pelota de fútbol.

-Okay?- Alexa estaba volviendo a tomar la caja pero el llamado de su madre le impidió, tomándola rápido consigo y dirigiéndose dentro de la casa, donde su madre estaba. -¿Si qué pasa?- Pregunto Alexa mirando a su madre en la cocina.

-Tienes visitas- aviso su madre, la cual aún seguía cortando vegetales para la cena.

-Debe ser Lucy- Se animo la rubia corriendo hacia la sala principal, topándose con una chica de pelo azabache con unas muletas. Aquello le pego una enorme inquietud. -Pero mírate nada mas. ¿Que te paso?- pregunto mientras la recibía con un ligero abrazo. -Buenas tardes señor Thompson- saludo de paso a el padre de su mejor amiga, el cual estaba detrás de la oji-verdes.

-¿Como estas Lucy?- Saludo su padre.

-Preocupada por su hija- entre-bromeo la rubia viendo el pie de Lucy.

El hombre rió -Me llamas cuando venga a por ti.- Se despidió de su hija, para luego irse de la casa de los Albrighson.

Al quedarse las chicas solas en la sala de estar, Lucy cambio completamente aquella sonrisa falsa a una llena de miedo y confusión-¿Tu mamá donde esta?- Susurro para que nadie mas que la rubia la escuchase.

Alexa apunto hacia la cocina, mientras caminaban hacia donde habia apuntado.

-¿Como haz estado Lucy?- Pregunto la madre de Alexa al ver por el rabillo del ojo que salían hacia el patio trasero.

-Bien bien, solo que me lastime el tobillo y pues tengo que usar esto durante unas dos semanas- Dijo la oji-Verdes un tanto nerviosa. La mujer vio aquella lesión y se preocupo por la chica.

-¿Estas bien?- Pregunto la mujer alterada dejando de hacer lo que hacia para acercarse rápidamente a las chicas.

-Si si, solo no tengo que moverme mucho y estaré bien.- Calmo la chica a la castaña mujer.

-Con cuidado al salir, la cena estará lista en unos veinte minutos- sonrió la mujer para luego volver a sus asuntos de cocina.

Sin nada que decir, las chicas salieron lo mas rápido que el pie lastimado de Lucy les permitió, sentándose debajo del gran árbol.

-¡¿Qué ocurrió?!- Exigió la chica cruzándose de brazos. -No contestabas mis llamadas ni mensajes, pensé que te habia pasado algo muy malo.

-Pues tuviste razón- hablo la azabache tratando de calmar a su amiga rubia. -Estuve a punto de morir- menciono mientras frotaba sus ojos, el cansancio aun no se iba por completo.

-¿Como que morir?- se exalto Alexa -Cuéntame todo-

-Es una larga historia, ¿Recuerdas la vez que casi nos matan en el bosque?-

-¿Como no olvidarle?- Bramo la rubia, teniendo un mal presentimiento.

-Pues el de sonrisa me ataco y casi me mata, Tuve que saltar desde mi ventana para poder escapar pero aterrice mal y mírame aquí. Pensé que me habia roto el tobillo.- Se detuvo un momento para que su amiga pasara lo poco que habia dicho -Después de ahí no recordé nada hasta que me desperté en mi habitación, y creo que el me curo un poco la herida ya que papá me encontró con el tobillo vendado.- Termino la chica de hablar.

-¡Te siguió!- Quería gritar la rubia asustada -Que alivio que estés viva- Suspiro la chica abrazando nuevamente a su amiga, sin importarle que esta gruñera.

-Siento que lo conozco desde hace mucho- revelo Lucy recordando aquel sueño -Tuve un sueño, donde el me llamaba Natalie. Siento que papá me esta ocultando la verdad del por que no puedo recordar mi niñez.

-¿Crees que regrese a verte?-

-Espero que no-