Una idiota.

164 11 2
                                    

Los dos chicos se giran y cuando la ven  se quedan pálidos.

 -¿Abi? ¿Qué haces aquí?- Pregunta su hermano algo confuso.

 -¿Y vosotros que hacéis aquí? Y ¿Ahora estáis juntos? ¿Desde cuándo?

 Los dos se miran y se ponen rojos. Justo cuando su amiga va a empezar a hablar Pablo se acerca por detrás y la interrumpe.

 -Abi ¿pasa algo?

 -No…

 -¿Y  quién es él?- Salta ahora Mark.

 -Yo soy Pablo, un… amigo.

 -Entonces que ¿estáis juntos?-Insiste Abigail.

 Y de repente Ana le coge la mano a Mark y contesta con un Sí claro.

 Abi no sabe qué decir, esto la ha pillado por sorpresa. No pensaba que algo entre ellos fuera posible. Necesita pensar así que se despide con un “Luego hablamos en casa”.

 Se aleja del lugar lo más rápido posible. Pablo camina a su lado. Deciden sentarse en un banco cuando él interrumpe sus pensamientos.

 -¿Quiénes eran?

 -Mark y Ana, mi hermano y mi mejor amiga.

 -Ahora entiendo porque ha sido todo tan incomodo.

 -Si… Ha sido una sorpresa, en verdad me alegro por ellos pero es que no me lo podía imaginar.

 -¡Menuda cara se te había quedado!- Le dice Pablo riéndose a carcajadas. Abi empieza a reírse también al imaginarse su propia cara.

 -Supongo que tendré que ir a casa a hablar con él, así que bueno me voy.

 -Esta tarde te llamo y me cuentas que tal ha ido.

 -Vale.

 Abi se levanta del banco, cuando nota que alguien le coge suavemente de la mano. Ella se gira y él tira de su mano. Se ha levantado y están muy cerca. A los dos se les ha acelerado el pulso. Abi pone una mano sobre el pecho de Pablo empujándolo suavemente. Está demasiado confusa y nerviosa, necesita pensar. Se aleja de él y sin apenas despedirse, se va a casa.

 No puede parar de pensar en lo que acaba de pasar, apenas le conoce, pero sabe que le gusta y eso, le asusta.  Siempre ha sido muy tímida con los chicos y nunca se ha juntado con ellos. Quizá sea porque le da miedo enamorarse.

 Se siente mal por Pablo, quizá piense que a ella no le gusta ¿y si se ha enfadado? …

 Llega a casa y va directa al cuarto de su hermano. Da dos golpecitos en la puerta y entra. Su hermano está sentado en la silla hablando por teléfono.

 -Bueno te cuelgo que ha llegado Abi, luego te cuento, un beso.

 - ¿Era Ana?

 -Si… ¿Estás enfadada?

 -¡Claro que no! Es solo que no me lo esperaba… Me alegro por vosotros, de verdad.

 -Gracias Abi.

-Pero ya me la puedes cuidar bien ¡que si no te mato!

 -Siiiii, de eso puedes estar tranquila. Y ¿quién es ese tal Pablo?

 -Pues un amigo.

 -Ya, ya.

-Que siiiii, o por lo menos hasta ahora.- Le contesta ya casi desde la puerta con una sonrisa de oreja a oreja y mirando al suelo.

 Va a su cuarto y se encierra. Se tumba en la cama, en estos momentos se arrepiente enormemente de haber huido de aquella situación con Pablo. Lo que más le apetece en esos momentos es estar con él.

 A la hora de la comida los dos hermanos charlan animadamente y Abi no puede parar de preguntarle cosas a Mark sobre su nueva relación. Cuando terminan ella se va al salón a ver la tele, pone el canal del tiempo, hoy habrá una tormenta de verano. Apaga la tele y corre a su cuarto. Avisa a su hermano de que se va al parque y cuando va a salir por la puerta su teléfono empieza a sonar.

 -¿Si?

 -Abi, soy yo, Pablo.

 -¡Ah! Hola, ¿Qué tal?

 -Bien.- Pero Abi nota su tono de voz apagado y se imagina por qué es.

 -Oye, te espero en 10 minutos en el parque, en el árbol de siempre. Adiooooos.

 -Pero... ¿ Abi?

 Abi cuelga y al otro lado del teléfono Pablo se siente confuso, no le ha dado tiempo ni a contestarle, pero le apetece verla y quiere aclarar las cosas. Lleva dándole vueltas todo el día, quizá haya ido demasiado rápido, quizás no sienta lo mismo que él… necesita respuestas.

 La primera en llegar es ella, se sienta en el suelo. A los pocos minutos llega Pablo que se sienta a su lado.

 -Hola.

 -Hola.

 -¿Qué tal fue la charla con tu hermano?

-Pues bastante bien, le dije que me alegraba.

 -¿Y qué hacemos aquí?

 -Hoy llueve.- Tras decir eso se tumba en el césped mirando al cielo, está negro y en cuestión de segundos empieza a llover.

 Cierra los ojos y siente como se va mojando. Abre los ojos y ve que Pablo aún está sentado. Se vuelve a incorporar le coge de la mano, entrelaza los dedos y hace que se tumbe a su lado. El simple roce de su mano, ha hecho que se ponga nerviosa. No sabe cómo seguir, como explicarle lo que le había pasado por la mañana. Gira su cabeza y se da cuenta de que él la estaba mirando.

 Él no entendía lo que acababa de pasar, pero estaba contento y solo quería disfrutar de aquel momento. Le mira, piensa en lo guapa y especial que es. Cuando ella también se gira a mirarle.

 -Pablo, yo quería…- Cuando justo, inoportunamente suena el teléfono de él.

 -“Mamá ¿Qué pasa? … / Vale, vale, ya voy. Besos.”

 -¿Qué pasa?

 -Mi madre, que le han llamado del trabajo y tengo que ir a cuidar de mis hermanos ¿vienes?

 -Umm, vale.

Los dos jóvenes se incorporan, van mojadísimos. La casa de Pablo no está lejos y llegan enseguida puesto que andan bastante rápido. Cuando Pablo va a abrir la puerta de abajo Abi no puede aguantar más y lo suelta (más bien lo intenta):

 -Pablo…esto… yo… quería decirte que… Soy idiota.- Termina diciendo con un tono de tristeza.

 -¿Por qué dices eso?

 -Porque esta mañana salí corriendo como una idiota, huí, tenía miedo, estaba confundida y…- La voz se le corta, él se le acerca, le agarra por la cintura y esta vez los dos se funden en un apasionado beso, un beso que los dos ansiaban. Tras unos minutos, se separan y ella apoya la cabeza en su pecho. Esta feliz. Están felices.

 -Tenemos que subir.- Dice Pablo metiendo la llave en la cerradura.

 -Si.

 Y cogidos de la mano suben las escaleras hasta el primer piso.

24 horas de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora