Querida Anita:
Hoy estaba en el patio del hotel y vos apareciste.
Si, vos, Anita. Te observaba a través de las rejas.
Y estabas triste.
Tenias un papel en tus manos al que arrugaste y tiraste en la calle, sin importarte nada.
Me costó mucho alcanzarlo, pero lo tomé y lo pegué en mi habitación.
Con cariño.
Yo.

ESTÁS LEYENDO
Cartas de un acosador.
De TodoCortas cartas de un acosador. Nada mas que decir. Historia corta. Historia principal. Pequeña trama.