Solo eres Alguien que Solía conocer

Calma antes de la tormenta

Como ya habían terminado el trabajo, todos volvieron rápidamente a la casa, cuando llegaron todos fueron a dormir, Primero cayo Eren, seguido por Jean , más tarde Historia y por ultimo Armin, pero Mikasa no podía dormir, por más que lo intentaba olvidar, lo que ese demonio había dicho invadía su mente...líder de los sangre negra? Ellos ni siquiera lo conocían, se sabe muy poco sobre él, y había historias que decían que había desaparecido sin dejar rastro hace mucho aproximadamente once o doce años...entonces...por qué el demonio diría algo así? Los demonios siempre tenían mejores cosas para confundir, pero lo que este había dicho no tenia lógica...excepto que...el líder vampiro los hubiese estado vigilando mientras cazaban...pero ¿Por qué? Por qué a ello, no tenía sentido. Esas eran las cosas que Mikasa tuvo en su cabeza hasta que pudo al fin conciliar el sueño como a las cinco de la madrugada.

-Buenos días Jean-dijo Eren quien ya estaba sentado en la mesa del comedor para el desayuno.

-Buenos-dijo Jean mientras tomaba asiento.-los demás no han despertado?-

-sí, Historia despertó, y fue a ayudar a las cocineras, y Armin acaba de salir a buscar leña al cobertizo.-

-y Mikasa?-

-Trate de despertarla, pero al parecer se desveló anoche, dijo que no desayunaría.-

-Ahh-

-Jean...estoy algo preocupado. Creo que el líder de los sangre negra quiere algo con nosotros, creo que nos estaba espiando y por eso...el demonio dijo lo que dijo.-

-Eso es estúpido, que haría uno de los seres más viejos existentes buscándonos?...Además desapareció hace mucho, es probable que haya muerto.-

-Creo que tienes razón, solo estoy algo paranoico.-

-Hey Jean, despertaste.- dijo el rubio entrando a la habitación con varios pedazos de leña en sus brazos.

-Hola. Necesitas ayuda con eso Armin?-

-Na, está bien.-

Armin deposito la leña en un pequeño canasto de metal, y puso algunos pedazos en la chimenea.

-¿Y Mikasa? –pregunto el rubio al terminar la labor.

-Durmiendo-dijeron ambos castaños al unísono.-Me debes un dulce!- gritaron luego.

-Son tan maduros-Dijo el rubio riendo a carcajadas.

-Buenos días chicos- saludo Historia que traía una bandeja con té, leche, galletas y pan.

-¡Buenas!- dijeron todos los varones al unísono, mientras se acomodaban en la mesa.

-¿Mikasa no bajara a desayunar?-

-No está durmiendo-contesto Eren con la boca llena de galletas.-

-Madura Jäger!-Se burló el de cabello bicolor.

-Jean tiene razón eren-dijo el rubio ya rojo por la risa.

-Armin...me decías que te gustaba historia-invento el moreno en plan de venganza.

-¿Qué?! ¡Idiota!-Armin lo empujo mientras reía-

-Creo que necesito a Mikasa.- acoto la rubia a carcajadas por las tonterías de los varones.

Cuando terminaron de desayunar Armin, Eren y Jean fueron al pueblo a comprar algunas cosas, mientras historias se quedó cosiendo su gabardina, que al parecer se había roto un poco la noche anterior. Mikasa despertó a eso de las 12 del mediodía, media hora antes del almuerzo, los chicos ya habían regresado y Armin se encontraba sentado en las escaleras mirando una cruz de plata, al parecer muy antigua.