De mi pequeña niña a mi gran amor

Capítulo 2. Cerrando El Pasado y Empezando Un Futuro

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DISCLAIMER: Sólo los personajes pertenecen a la maravillosa Stephanie Meyer; la trama de la historia, los lugares y algunos personajes son de mi propiedad.

Hola a todas/os:

Aquí os dejo el segundo capítulo. Espero y os guste.

Beteado por mi querida amiga Esmeralda Cullen que siempre me da buenos consejos y me ayuda con las historias

A continuación os dejo el link del canal de youtube "El jardín de los secretos de Maya" donde podéis encontrar el trailer como la soundtrack de la historia

https://www.youtube.com/channel/UC-DfAyjQylUpvuBcAw0Dd0g

Las canciónes del capítulo:

Anywhere — Evanescence

Our Farewell — Brunuh Ville

https://www.youtube.com/watch?v=nJo01trQXtY&index=2&list=PLvRgEEQVSshjXAj1ZvAdJ7FQUyIuIf8XY

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Capítulo 2: Cerrando El Pasado y Empezando Un Futuro

Edward Pov

Noté como mi pequeña comenzaba a despertarse entre mis brazos, y como poco a poco abría sus preciosos ojos chocolates, haciéndose a la luz del día.

Quería oírla reír, así que decidí hacerme el dormido, cerrando mis ojos. Segundos después, mi princesa se acurrucó más a mí, acariciando mi mejilla con su pequeña manita, mientras se reía.

—Edward, no te hagas el dormido —rio. Luego, simulé unos ronquidos, consiguiendo que soltara una carcajada—. Edward, deja de hacerte el tonto, tú no puedes dormir —comentó divertida, riendo de nuevo, haciéndome sonreír por poder disfrutar de su musical risa.

—Buenos días princesa. —Acaricié su mejilla— ¿Dormiste bien? —pregunté.

—Sí, gracias a que permaneciste a mi lado toda la noche —contestó abrazándome fuerte, la rodeé cariñosamente con mis brazos.

—Princesa, siempre estaré a tu lado, no lo dudes nunca —dije acariciando su suave cabello. Nos quedamos en un cómodo silencio, hasta que el estómago de mi princesa gruñó por hambre.

—Pequeña, es hora de levantarse, debes desayunar —comuniqué sonriente.

—No quiero, estoy muy a gusto. —Se quejó aferrándose a mí.

Riendo, la atraje más a mí y sin darle tiempo para reaccionar, me levanté de la cama con mi pequeña en brazos.

—Eso no vale, es trampa —refunfuñó haciendo un hermoso puchero.

—No te enfades princesa, tienes que desayunar para coger fuerzas. Hoy tenemos muchas cosas que hacer —anuncié, sonriéndole con ternura.

—Está bien, es imposible enfadarme contigo cuando me sonríes de esa manera. —Suspiró derrotada.

—Me alegro —sonreí de nuevo—. Voy a llamar para pedir el desayuno —comenté, depositando un beso en su frente, antes de salir de la habitación dándole intimidad.

Una vez llamé al servicio de habitaciones, me dirigí al baño de la segunda habitación que tenía la suite, me di una ducha rápida y me vestí velozmente, no quería hacer esperar a mi pequeña.