Capítulo 9 Conversaciones

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"Todas mis historias están registradas en SafeCreative. Tenedlo en cuenta al momento de adaptar, copiar, o publicar cualquiera de ellas sin pedir mi autorización"

DISCLAIMER: Sólo los personajes pertenecen a la maravillosa Stephanie Meyer; la trama de la historia, los lugares y algunos personajes son de mi propiedad.

Hola a todas/os:

Aquí os dejo el noveno capítulo. Espero y os guste.

Beteado por mi querida amiga Esmeralda Cullen que siempre me da buenos consejos y me ayuda con las historias

A continuación os dejo el link del canal de youtube "El jardin de los secretos de Maya" donde podéis encontrar el trailer como la soundtrack de la historia

https://www.youtube.com/channel/UC-DfAyjQylUpvuBcAw0Dd0g

La canción del capítulo:

Amiga Mía — Alejandro Sanz

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Capítulo 9 Conversaciones

—Cuánto desearía cerrar los ojos y poder dormir para dejar de pensar durante un rato —susurré bajito mientras acariciaba la espalda de Bella, que estaba acurrucada entre mis brazos completamente dormida.

Mi mente era un verdadero caos imposibilitándome pensar con claridad puesto que varios sentimientos se entremezclaban, miedo, angustia, dolor....necesitaba hablar con alguien, sacar todo lo que me atormentaba en mi interior, y solamente una persona me podía ayudar. Muy lentamente me separé de mi princesa, no quería despertarla, con sumo cuidado me levanté, besé dulcemente su frente antes de salir de la habitación y dirigirme al único lugar donde podría derrumbarme y ser yo mismo.

Una vez llegué a la puerta de su habitación no me detuve en llamar, adentrándome en su dormitorio como si fuera el mío propio, teníamos la suficiente confianza como para hacerlo, además, estaba seguro que se percató de mi presencia mucho antes. No obstante, me extrañó hallarla sentada en la cornisa de la ventana con su barrera mental bajada, dejándome leer sus pensamientos.

Madeline, cómo me gustaría que estuvieras aquí para aconsejarme y no dejarme llevar por el odio que ahora mismo siento por la perra de Rosalie; sólo experimenté tal furia cuando os perdí a Matthew y a ti; el monstruo en mi interior ansía sangre y destrucción a tal grado que asusta, pero no puedo permitir que mi enano pierda al amor de su existencia, nadie mejor que yo conoce tal sufrimiento y haré todo lo que esté a mi alcance para evitarlo, incluso perder mi inmortalidad.

No podía creer lo que oía.

—Ni pienses que te dejaré hacer tal barbaridad —sentencié con voz férrea acercándome a ella.

—No sé si sabes que es de mala educación escuchar los pensamientos de los demás sin su consentimiento —intentó bromear sin quitar su mirada del cielo estrellado.

—Es algo que no puedo evitar, tú lo sabes mejor que nadie —la rodeé con mis brazos—. Prométeme que no cometerás semejante locura, seguro que encontramos otra solución. No puedes dejarnos, pequitas, no lo consentiré —susurré apoyando mi cabeza en el hueco de su cuello.

—No te preocupes, no os libraréis tan fácilmente de mí. —Apretó con fuerza mis manos—. Ahora cuéntame por qué estás tan angustiado —musitó con una sonrisa girando su cabeza, mientras palmeaba con una de sus manos la parte libre de la cornisa de la ventana, invitándome a sentarme a su lado.

De mi pequeña niña a mi gran amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora