Día de furia.

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Ayelen.

Realmente todavía no se bien que paso en ese momento, y no logro entenderlo.

En el momento en el que Sebastian me aparto de Roberth para hacer su nuevo acto, Rob que parecía mas furioso que de costumbre, alzo el puño y le pego en la mandíbula. Y así comenzó la gran pelea.

Y yo como toda una damisela quise separarlos pero, como a toda estúpida damisela, uno de los dos, todavía no se quien, me empujo y caí al suelo golpeándome la cabeza con fuerza.

Por suerte no perdí la conciencia, me habían golpeado tanto en el día que empece a creer que me hice inmortal, pero me levante enojada del suelo, mire a ambos chicos que habían dejado de pelear para ayudarme a levantar.

—NO ME JODAN —corte sin aceptar ninguna ayuda mientras me levantaba e iba hacia mi habitación refunfuñando y murmurando maldiciones.

Estaba tan acostumbrada a ir a mi habitación cuando estaba enojada que un sentimiento de deja vu me invadió. Pare en seco y mire hacia atrás para ver que nadie me seguía. Doble en la esquina del pasillo y me dirigí hacia el despacho de Monica.

Al entrar al despacho las lagrimas inundaron mi visión. Por un momento creí ver a Monica sentada en su sillón escribiendo, y espere que levantara la cabeza hacia mi y me sonriera cansada por el trabajo. Suspire, el dolor en mi pecho se calmo un poco pero no se fue.

—¿Ayelen? —pregunto Marta desde un archivero del otro lado de la habitación. Asentí y suspire para despejarme y recordar por que estaba ahí.

—si...em...Hola Marta —la mujer se acerco a mi pero mantuvo su espacio cuando paro a unos metros de mi. ¿Había pasado mas de una semana afuera y ella seguía tratándome como una escoria?—Necesito que por favor actives la estúpida alarma de una vez y que recubran todo el instituto para la guerra que Iris quiere —la mujer me miro aburrida, suspire— y...¿no viste a Mica?

La mujer palideció. —No, Micaela desapareció ayer por la tarde, creí que estaría con vos.

—¿Me estas cargando? —dije estallando, la pelea de Sebastian y Rob me había dejado enojada y esto me hizo explotar. —¿Donde estaba?

-no se, en su habitacion y luego salio pero no volvio de afuera.

—Bien. —me gire sobre los talones y comencé a vociferar sobre mi hombro.— ¿POR QUE NO NOS ENTREGAMOS DIRECTAMENTE A IRIS? NO, MEJOR ¿POR QUE NO NOS MATAMOS Y LE AHORRAMOS LA MASACRE? —no esperaba que me responda en mi estallido de histeria nerviosa por lo que seguí caminando hasta llegar a su puerta. —VAMOS A PONERNOS DE SU LADO Y ESPERAMOS QUE NOS MATEN ¿NO?. MALDITOS IDIOTAS. —refunfuñe cerrando la puerta del despacho.

*****
Sebastian.

Quería reírme.

Ayelen se puso toda histérica solo por un empujoncito. Si, se que no se le pega a las mujeres y por un momento me asuste de que se haya echo daño pero cuando se levanto y grito. —NO ME JODAN —quise estallar de la risa.

Mire a Roberth a mi lado y la risa se me dreno. Me dolía la cara ahí donde Roberth me golpeo y el se veía exactamente igual a como yo me sentía. Estaba mirando a Aye irse por el pasillo refunfuñando enojada.

Cuando ella desapareció de nuestras vistas el se giro para irse enojado. Me sentí mal por el, Roberth por mas que me golpeara seguía siendo mi amigo. —Rob, nada es lo que parece. — aclare sin pensar.

—Es lo que parece —corrigió mirándome por encima de su hombro. —ustedes están juntos.

—Cree lo que quieras creer yo te digo la verdad. Vos solo tenes que escuchar. —suspire y lo vi pararse y girarse para escucharme. Ayelen me va a matar.— cuando Ayelen se fue no se fue conmigo, ella fue a vivir con una amiga suya que resulta era mi prima. La encontré trabajando de camarera un día que estaba en la plaza y tenia hambre, Camila nos dijo que no dijéramos nada por que Iris la estaba buscando y Ayelen no quería que estuvieran en peligro, por eso se fue en primer lugar. —mire al chico que ahora escuchaba atentamente. —al día siguiente tu tonta novia- apretó la mandíbula no estúpido escoge bien tus palabras. —Se fue, sola, a buscar información pero se encontró con un grupo de la manada de Iris que le robo el Ratigo y la golpeo, cuando me llamaste por que Mica se sentía mal la busque y cuando la encontré estaba con la espalda sujetada por dos hombres y otro que la golpeaba con el látigo en la espalda. La salve y la lleve a la casa de mi prima. Ahí fue cuando nos viste.

Cazadores de Sombras Argentina (#1)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora