Capítulo 02.

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Tobías

Nos quedamos un rato más con mis padres celebrando sobre la noticia que estarían esperando un bebé, la idea de ser el hermano mayot me agrada mucho, así no iba a seguir siendo considerado el niño pequeño de la familia además en un año voy a cumplir los 18 y seria por fin legal, eso es lo bueno de vivir en Villa Hermosa en otros países hay que esperar hasta los 21, me prometí a mi mismo que iba hacer responsable y no darle más dolores de cabeza a mis padres.

Mi estadía en la prisión, me había enseñado mucho. De lo duro que puede ser la vida, reflexione cuando estuve en esas cuatro paredes, solo en esa cama tan fría, casi al punto de volverme loco queriendo la libertad, tuve miedo de que me dieran años y años en la cárcel, rodeado de tantos asesinos y ladrones, lo bueno es que no fue mi caso y pude salir un mes después de la correccional, aunque me dieron un año de libertad condicional y realizar labor comunitario por 30 días (Como recoger basura en la autopista y barrer los parques, los medios como se divirtieron viendo a alguien de realeza hacer el ridículo mundialmente) tuve que aceptarlo porque a final de cuenta había hecho lo que Ronald me dijo y en eso fui culpable de no avisarle a la policía sobre su chantaje. Me sentí deprimido por meses a veces aun lo siento porque no fue fácil, apenas tenía 16 años cuando eso paso, es mucha presión para alguien tan joven, pero me sentía afortunado de tener el apoyo de toda mi familia en ese momento y sobretodo el de Jeannette.

Mi hermosa chica que esta a mi lado, la admiro mientras hablaba entretenida con Leah, se veía tan inocente y tímida, se que estas rodeada de la familia real te puede intimidar un poco pero ella lo estaba manejando muy bien y eso me llena de orgullo, se que mucha gente piensa que solo es un amor juvenil algo pasajero pero tenia muy en claro mis sentimientos por Jeannette Diaz, una latina que le robo el corazón a un príncipe.

— Lo siento Leah pero extraño a mi novia, así que te la robare unos minutos. — Digo sonriendo, dándole un beso a la mejilla sonrojada de Jeannette.

— ¡Tobías! — Exclama regañandome y golpea suavemente mi pecho, pero eso me hace reír aun más, es tan linda.

— Dejalo Jeannette, tu novio es así de insoportable, quien más que yo lo sabe si viví 16 años con él. — Dice rodando los ojos y riendo divertida. — Esta bien, puedes llevártela.

— Adiós Leah, me encanto hablar contigo. — Dice Jeannette despidiéndose con un abrazo.

— Igual yo, me gusta verte con Tobías, le hace bien tener una chica como tú. — Me guiña el ojo sin darle la oportunidad a mi novia de responder, se marcha hacía donde esta Caleb y lo toma de la mano.

Aun verlos juntos como pareja me impresiona mucho porque son mis hermanos, supongo que tendré que acostumbrarme pero seguía siendo raro, los apoyaría sin dudarlo, la prensa y el mundo había sido duró con ellos, publicando y diciendo cosas horribles, pero lo superaron y demostraron que pase lo que pase su amor es más fuerte que todo.

Llevo a Jeannette a mi habitación, sin que mis padres o mi abuela se den cuenta y cierro la puerta.

— No creo correcto que estemos aquí. — Dice claramente nerviosa mientras se muerde el labio, con ese gesto solo me provoca lanzarme sobre sus labios y besarla hasta dejarla sin aliento.

— Tranquila, mis padres no se han dado cuenta. Solo quería pasar tiempo contigo, no nos hemos estado viendo mucho. — Digo un poco preocupado, tomo un mechón de su cabello oscuro y comienzo a jugar con él.

— Lo se...— Dice haciendo un puchero mientras envuelve sus brazos alrededor de mi cuello. — Pero eres un príncipe y tienes obligaciones.

— Ojalá no lo fuera, me gustaría ser mayor de edad para poder irnos lejos y comenzar una nueva vida sin estar bajo el ojo público, no quiero que esto a la final logre separarnos porque te amo bebé y no quiero perderte. — Digo transmitiendo mi inseguridad, no quería que Jeannette fuera lastimada porque la gente ama ser cruel, ella aunque no lo vean es frágil y se que le duele tanto como a mí.

Felices Por Siempre (Book#4).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora