Capítulo 03.

3.1K 175 4
                                    

Julieta.

Seguía aferrado a mí, totalmente aterrado escondiendo su rostro por debajo de mi cuello y sus fuertes brazos alrededor de mi cintura, sus leves sollozos y sus lágrimas mojaban mi blusa, cualquiera que nos viera pensaría que somos pareja, solo espero que ningún paparazzi este acechando por aquí, seguro inventaría que estoy engañando a mi prometido.

Los gritos de ese hombre se hacen más fuerte, se estaba acercando a nosotros, un gemido de pánico sale de la boca del chico que supuestamente se llama Kyle, mi corazón se estruja en mi pecho porque también estoy asustada, no entendía lo que estaba pasando.

Por fin veo al hombre canoso y alto entrar al jardín, viene dando grandes zancadas y los puños apretados al costado de su cuerpo. Su aspecto te podía fácilmente intimidar, lo miro con los ojos bien abiertos y jadeo con miedo cuando toma al pobre chico del brazo con fuerza alejándolo de mí, por su grito de dolor lo había lastimado, dice no papá, no. Con los ojos cerrados y temblando. El hombre no se ha dado de lo que acaba de hacer, había empujado a su princesa  y estaba a punto de golpear a su hijo enfrente de mí.

— Aquí estas, estúpido ¿Quien te crees que eres? Te enseñare a respetarme. — Dice el hombre escupiendo cada palabra con odio.

Antes que pudiera levantarle la mano, me puse enfrente para protegerlo pero el hombre solo tenía los ojos fijos en el chico quien lloraba y suplicaba.

— ¡Dejelo en paz! — Exclamo molesta. — ¡Acaso no ve que lo esta lastimando, animal!

— ¿Quien demonios eres para darme órdenes? — Grita con rabia, haciendo que me estremezca, de nuevo el chico grito llevando sus manos a sus oídos mientras llora.

— Te lo dice su alteza real, la princesa Julieta Dianne Bomer ¡Ahora sueltalo o llamo a los guardias para que te arresten!

Enseguida el hombre me mira estupefacto al escuchar mi nombre completo y mi titulo real, rápidamente suelta al chico que cae en el suelo, se hace ovillo balanceándose de atrás hacia delante.

— Yo...Yo lo siento, su alteza es que...— Dice balbuceando nervioso y aún sorprendido.

— Es que tu nada, esa no es la manera de tratar a una persona, mira lo asustado que esta. — Digo mirando al chico, me agacho a su lado para tocarlo pero él se aleja con miedo y eso me hace molestar más mientras miro al desespreciable hombre que tengo al frente.

— Es que no lo entiende, él es mi hijo Kyle. Sabe que no puede venir aquí, se ha escapado de casa. Lo siento, princesa. Ahora mismo me lo llevare.

— ¡No lo toque! — Cuando veo que lo trata de agarrar del brazo de nuevo, no quería a ese tipo con Kyle, tenía miedo que le hiciera algo aunque sea su padre. — ¿Escapado? ¿A que se refiere con eso?

— Kyle, sufre de austimo.

Lo miro atónita y después a Kyle, limpia sus lágrimas con la manga de su camisa y resopla su nariz que esta roja por haber llorado, se ve muy tierno y más cuando sus ojos azules me mira con ternura y esa inocencia de niño.

— Con más razón, no debe tratarlo de esa forma tan cruel, ni mucho menos llamarlo enfermo. Aquí el único enfermo es usted, que ni siquiera debería ser padre de alguien especial como Kyle.

— Con todo el respeto, princesa. Pero usted no me va a decir a mí como criar a mi hijo. Así que me lo llevare a casa y punto. Vámonos, Kyle.

Kyle agacha la cabeza mientras se levanta del suelo, hace lo que su padre le dice aún con la mirada pérdida, quise evitarlo pero no podía hacer nada para impedirlo, aquel hombre coloco su brazo alrededor de los hombros de su hijo, comenzaron a caminar hacia la salida del jardín, veo que le dice algo en el oído y se estremece, voltea a mirarme con esos ojos azules cargados de tristeza y miedo.

Lo pierdo de vista cuando cruzan el lumbral, me sentía mal por ese chico. Tenía autismo y un padre lo que trata horrible. Quiero ayudarlo porque no se merecía esa clase de maltrato, ni mucho menos en su condición.

— ¿Julie? ¿Julieta? Cariño, aquí estas. — La voz de mi madre, me saca de mis pensamientos y volteo a mirarla con una sonrisa débil. — ¿Que sucede?

— Oh mamá, nada. Solo quería estar sola un momento. — Me encojo de hombros para no preocuparla, ni mucho menos ahora en su estado.

— ¿Todo bien con Erick? — Me pregunta con el ceño fruncido.

— Si ¿Por que no iba a estarlo? — La miro confundida, ella toma mi mano y sonríe un poco.

— Lo digo por todo el asunto de su compromiso y ahora la boda ¿Como va todo?

— Bien, mamá. Aun estamos planificando los detalles de la boda, quiero que todo perfecto.

— ¿Estas segura que quieres continuar con todos los preparativos? — La pregunta me deja atónita ¿A que va con todo eso? No lo entendía.

— Claro que quiero, amo mucho a Erick ¿Por que lo dices, mamá? Pensé que papá y tu, estaban contentos por mi.

— Y lo estamos, hija pero pensamos que aún eres joven y Erick es un buen chico, solo que es muy pronto, apenas han comenzado a salir y ya quieren casarse, eso es mucha responsabilidad.

— Mamá, tú eres la menos indicada para decirme eso cuando conociste a papá, te acostaste con él y ni siquiera lo conocías... — Dije molesta pero a ver su expresión de sorpresa y dolor, me arrepenti enseguida de mis palabras. — Lo siento, no era mi intención.

— Esta bien, Julieta. — Sonríe pero no es una para nada sincera y eso me hace sentir mal.

**

Me despedí de todos y subí a mi habitación para dormir porque es bastante tarde, trate de quedarme despierta para esperar a Erick pero no creó que pueda aguantar, doy un largo bostezo y cierro los ojos acomodandome mejor en la cama con el cobertor.

Se supone que Erick tiene que llegar, cuando se realiza el cambio de guardias, para poder abrirle la puerta del pasadizo secreto que hay en el castillo para que suba a mi cuarto, si porque mi padre es un poco sobre protector y no deja que me mude con mi prometido hasta el casamiento.

Escuchó leves golpes en mi puerta, rápidamente me levantó para abrir y se trata de Erick, me sonríe, para lanzarse sobre mi  y comienza a besarme, arrastrándome hacia a la cama, donde ambos caemos.

— ¡Erick! ¡Para! — Sus labios están ahora en mi cuello, con su mano acaricia mi muslo por debajo de mi camisón.

— Vamos, mi amor. Te necesito ahora mismo. — Dice besando mi cuello chupando y mordiendo mi piel.

— ¿Como entraste? — Me muerdo el labio para no gemir cuando su mano por fin llega al borde de mi ropa interior.

— Ya me se perfectamente el camino, no te preocupes, no deje que nadie me viera.

Erick quita mi camisón por encima de mi cabeza y seguimos besándonos, quitando el resto de nuestra ropa que van quedando en el suelo.

**

Caigo exhausta a su lado, él nos envuelve en la sabana cubriendo nuestros cuerpos desnudos en la cama, estoy de espalda a Erick y él besa mi hombro mientras me abraza fuertemente entre sus brazos.

— Buenas noches, mi amor. — Susurra en mi oído.

— Buenas noches. — Escuchó a los minutos la leve respiración calmada de Erick y se que se ha quedado dormido pero ahora no dejaba de pensar en las palabras de mi madre, si estaría haciendo lo correcto de casarme.

Se que amo a Erick pero no quería tomar decisiones apresuradas para luego arrepentirme  más adelante. Ahora mi cabeza es un lío porque tampoco podía dejar de pensar en ese chico austista llamado Kyle. Solo espero que este bien, mañana iba a buscarlo, no voy a permitir que su padre lo lastime más.

*Foto del multimedia es Kyle*

Felices Por Siempre (Book#4).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora