Capítulo dos.

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Harry estaba aturdido cuando despertó, su cabeza estaba a punto de explotar, los músculos de su espalda dolían y el cansancio se propagaba por su cuerpo.

Todo se resumía en un cocktail de dolor físico y mental que Harry estaba dispuesto a sentir por el bien de su hermanito.

Los fines de semana, esa rutina incluía convivir con su hermano y Harry recordaba por qué hacía todo eso.

Niall tenía una buena educación, ropa, comida, alguno que otro lujo que Harry le había comprado por sus buenas notas y un lugar al que llamar hogar.

Con dificultad se levantó de la cama, el sueño aún nublaba su mente y suprimía sus ganas de hacer algo productivo. Escuchó la risa de Niall desde la sala y sonrió levemente.

Liam estaba desparramado sobre el sofá con Niall junto a él, ambos viendo una caricatura cuyo nombre Harry ignoraba por completo.

-Vaya, vaya. La pereza está en el aire el día de hoy.-El rizado se burló mientras observaba a los dos chicos menores que aún seguían en pijama.- ¿Van a quedarse ahí toda la tarde?

-Aunque quisiera, debo ir a trabajar, ya sabes.-Liam suspiró con notable tristeza, Harry sintió lástima, él sabía cómo se sentía y de una u otra forma se veía reflejado en Liam.

Stella había llamado tres semanas atrás, pidiéndole que fuera el "entrenador" de su nuevo chico.

Harry aceptó sin objeción alguna, Stella le había dado todo lo que tenía ahora y lo menos que podía hacer para pagarle era instruir a alguien nuevo en el mundo del cabaret y la prostitución.

No era fácil entrar en ese negocio y era aún más difícil para los varones, pero con Liam no había sido así.

Sus movimientos eran fuertes, masculinos y seductores, una vez qué aprendió la forma de acercarse a los clientes, todo fue aún más rápido. Liam no era virgen y tenía 19 años, así que no iba a tener mucho problema.

Harry le enseñó lo básico, usar protección sin importar quién o qué, encargarse de no lastimar a ningún cliente, en caso de estar con hombres establecer quién penetraría a quien y asegurarse de lubricar o ser lubricado de forma apropiada, entre otras cosas.

Y no solo eso, Harry le abrió las puertas de su hogar y lo convirtió en parte de su pequeña familia. Tal vez no había tanta confianza por parte de ninguno de los dos, puesto que llevaban muy poco tiempo conociéndose, pero Harry esperaba que con el tiempo ambos pudieran ser muy buenos amigos.

-Oh, vamos, de solo vernos me da sueño. Levanten sus traseros de ahí, iremos a Pappagone.

-¡Oh Dios! ¡Si! -Niall saltó del sofá emocionado, haciendo reír a Harry.

-¿Qué es Pappagone?-Liam se veía bastante confundido.

-¡Es la mejor pizzería del mundo! ¿Verdad Harry?

-Exactamente Niall-Harry rió por la efusividad de su hermanito-ahora, ve a ducharte.

-¿Cómo te fue anoche?-Preguntó el rizado luego de que Niall se hubiera adentrado en el baño.

-Bien, me es difícil mantenerme despierto, pero pronto me acostumbraré.

-¿Y tú cliente?

-Él fue...-Dudó sobre su respuesta.- Amable, supongo.

-No me llames entrometido, pero dejé mi puerta abierta para ver cómo era y debo decirte que era muy guapo, eh.-Sonrió perversamente.

-Ni siquiera lo vi bien.-Liam intentó restarle importancia al asunto.

-¡Vamos, Liam! Él estuvo encerrado contigo toda la noche, no pudiste no verlo. Ese tipo era un bombón.

-¿Has oído del sexo con la luz apagada?

-Está bien. Sí no quieres contarme no lo hagas.-El rizado dramatizó.

-No es eso, es solo que no le presté mucha atención. No es algo que quiera recordar sí te soy honesto.

-Te entiendo.-Harry sonrió tristemente.- Ahora tú igual debes ir a ducharte y a cambiarte, irás a comer pizza con nosotros y no acepto un no por respuesta.

•••

Para Liam, diferenciar la fantasía de la realidad bajo los efectos de las drogas era un reto. No había muchos recuerdos de su primer noche en el trabajo, todo era muy confuso, primero había un hombre entrando en la habitación y después ese mismo hombre se convertía en Zayn, un Zayn con el que había sollozado, al que había abrazado. Después de eso, todo en su mente era vacío. No recordaba el verdadero aspecto del hombre, ni los diálogos que pudieron haber intercambiado, de algo que estaba bastante seguro es de que no hubo sexo de por medio y eso le asustaba. Después de todo, Harry le comentó que el hombre estuvo encerrado con él toda la noche, había pagado no cientos, miles de libras y Liam estaba hecho un manojo de nervios ¿Se habría quejado de que no hizo el trabajo por el cual había pagado tanto dinero?.

Liam podría apostar su vida a que Stella estaba al tanto de todo eso y lo despediría sin dudarlo ni un segundo, Harry lo echaría del departamento y... Joder, ni siquiera quería imaginar lo que iba a sucederle después. Aunque a estas alturas, no creía que algo peor le pudiera pasar.

Intentó hacer todos sus conflictos a un lado para disfrutar el tiempo con Niall y Harry, que a pesar de lo poco que tenían de conocerlo, lo hicieron sentir seguro, alegre y como en casa.

•••

Liam iba a tener un ataque de pánico, Stella le había pedido que fuera a su oficina y el castaño solo podía pensar en que iba a ser despedido en ese mismo instante.

Su jefa entró a la habitación, con un impecable traje blanco y Liam casi se muere ahí mismo, estaba tan asustado que podía hacerse en los pantalones.

-Hola Liam-Stella lo saludó con una sonrisa en el rostro-Larga noche la de ayer ¿ah?

-Si.-Mordió su labio con nerviosismo.

-Ayer fue asombroso ¿No crees? Los tenías en la palma de tu mano.-La mujer se sentó frente a él.-Eres el próximo Electra Heart, cariño.

-Espera, espera-Liam negó con la cabeza, confundido por lo que acababa de escuchar- ¿Despedirás a Harry?

-Claro que no, Harry es una mina de oro. En el escenario es una diva, la fama de este lugar es gracias a él. Cuando lo ves ahí arriba, piensas, incluso llegas a creer que está en su elemento, que nació para esto, pero tú y yo, todos aquí sabemos que eso no es cierto.

Liam pudo ver el cambio en Stella, los ojos de esa fuerte mujer se habían inundado de lágrimas y su sonrisa no era más que un montón de tristeza mientras hablaba de su nuevo amigo. Ninguno habló por los siguientes minutos y la atmósfera había cambiado drásticamente.

-Puedes retirarte Liam-dijo mientras retomaba la compostura y se sentaba.-Ten suerte esta noche.

-Gracias jefa.

Liam regresó a su "habitación" y comenzó a prepararse para su presentación, pensó en ingerir un poco de LSD o algo que lo hiciera sentir bien, pero no podía arriesgarse a tener una de sus tantas alucinaciones en el escenario, sí eso sucedía, estaría jodido. No era el mejor trabajo del mundo, pero era fácil y bien pagado, no podía arruinar esto como hacía con todo lo demás.

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⏰ Última actualización: Aug 24, 2015 ⏰

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Electra Heart  | ♡Larry Stylinson♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora